-Pervertidos- Esa era la única palabra que había logrado articular desde mi boca al presenciar con extrema indignación el papel que se encontraba en mis manos. Era el de una misión de rango D, sin embargo, se estaba refiriendo a detener a un grupo de pedofilos que estaban merodeando por la guardería de la aldea -¿Podrás solo?- me preguntaba la figura al frente mió, la cual se trababa de mi sensei. Al observarlo detalladamente, pude ver que estaba haciendo una mueca de preocupación en referencia a que la iba a hacer solo, por lo que le conteste -Tranquilo, puedo hacerlo solo.- y sin dejar que me diga algo mas, me marche de la tienda en donde nos encontrábamos y me fui en dirección al lugar de infantes.