La neblina desconcertó a los que cuidaban la puerta, sin embargo sus mentes no tuvieron tiempo suficiente para cavilar sobre la situación cuando un kunai atravesó sus nucas y salió despedido por los globos oculares diestros de cada uno. No hubo sonido, no hubo rastro alguno que condujera a la albina, pues ella no emitía sonido alguno, su chakra no se dejaba sentir, era invisible y la neblina hacía imposible ver el contorno de luz de su cuerpo. Realizó una serie de sellos y una versión de ella apareció a su lado, sin embargo este clon era muchas veces más peligroso de lo que su gordura aparentaba.
La albina realizó otra serie de sellos y su cuerpo empezó a convertirse en agua.

Un ser totalmente invisible e insonoro del resto de los seres inclusive por los sensores, gracias a que este podía ocultar su chakra por completo volviéndolo un ser prácticamente indetectable.
Su paso por la entrada no fue ningún problema levitando y manteniendo la mayor distancia posible del resto de los shinobis así evitando que cualquiera de ellos.

Me dirigía en dirección hacía los shinobis que estaban por entrar a la aldea los cuales fueron interrumpidos por una tercera presencia la cual ya había sentido anteriormente... el shinobi el cual había llevado a los aldeanos a el refugio , a estando a tan solamente a 78 metros de distancia del objetivo mi esencia y presencia desapareció por completo al igual que cualquier rastro de chakra fue borrado por completo de mi cuerpo mientras recorría entre los numerosos arboles, mientras hacía unos sellos y una presencia idéntica a mi lo suficientemente lejos para que mis objetivos no se percataran de ello, se trataba de un bunshin el cual guiaba al albino en dirección al trió de shinobis, pronto aquella presencia llego y se posiciono frente a aquellos shinobis a tan solamente un metro de distancia a un lado de el chico que había guiado hace tan solo unos minutos a los aldeano interrogando a los recién llegados shinobis.

-¿Cual es su nombre...? Y sobre todo ¿Cual es su intención...?.-

Dijo sin preámbulos y con una gran determinación y con gran seguidas acerca de lo que hacía.

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Son tiempos difíciles para Konoha, todos en la aldea sabían que el Lord Hokage se encontraba en una pelea con una desconocida, la falta de información sobre la pelea alertaba a todos, Koneko se encontraba caminando para poder ver si sus habilidades medicas serían de utilidad en cualquier momento, la falta de aldeanos en las calles era algo razonable ya que se había realizado una evacuación por el ataque de la desconocida, la aldea estaba en un silencio parcial ya que lo único que se escuchaba era el constante movimiento de shinobis en la aldea, luego de dar unos pasos uno de los encargados de la seguridad de la aldea se acerco a Koneko este dijo con preocupación -Oye Gennin, Como podrás ver la aldea se encuentra bajo ataque, ahora la prioridad es que otros enemigos no intenten aprovechar esta situación, quiero que hagas una guardia en la entrada de la aldea, ya que se sabe que los anteriores guardias fueron asesinados por la intrusa. Ya sabes, ataca todo lo que vuele, aleja todo lo que camine y no confíes en nadie. Koneko movió la cabeza levemente para dar a entender que haría la guardia, el encargado de la seguridad siguió su camino mientras ella iba en dirección a la entrada, saltando de árbol en árbol se acercaba a la entrada con unos movimientos fluidos y con velocidad, Koneko se detuvo sobre una de las ramas de un árbol, noto como las llamas consumían la entrada, cercanos a la entrada habían 4 Sujetos a 21 metros de Koneko, uno tenía cabello negro vistiendo de azul y negro con una katana en su cintura, otro con cabello blanco idéntico al blanco de la nieve con vestimenta negra, un sujeto con una mascara igual con vestimenta negra, el ultimo sujeto con una larga y oscura cabellera azul vistiendo de negro y blanco con una lanza con algo que parecía una Katana en su cintura y con un Gato negro en su hombro, realizo sellos precisos y al terminarlos una cortina de humo la cubrió, al dispersarse el humo una copia exacta de ella se hizo ver a su lado, el clon dio un paso más para poder bajar del árbol mientras Koneko realizo otros sellos al terminarlos tomo con su mano izquierda una Fuûma Shuriken y se ocultaba tras algunas hojas del árbol sin quitar la mirada de los sujetos.

Al caer de pie sobre el suelo firme observo todos los ángulos posibles para evitar una trampa, al notar que nada parecía fuera de lo normal se acerco caminando frente a el sujeto de cabello azul y a espaldas de los otros tres, se detuvo tomando una distancia de 17 metros de la real, 4 metros del sujeto de cabello azul y 3 metros a un lado de los demás, mientras se detenía noto como el sujeto de la mascara desaparecía suponiendo que había terminado su conversación, estando detenida puso las manos en su cintura mientras ella observaba el saludo que estaba teniendo el sujeto de cabello negro con el de cabello azul suponiendo que eran conocidos, El clon Koneko con un tono frío y serio dijo -Lindo Gato. mientras observaba de reojo al resto de los sujetos, el sujeto con cabellera blanca y el otro con cabellera negra parecían ser de Konoha ya que portaban una Bandana de la aldea, pero el de cabello azul no tenían una identificación que fuera visible o al menos Koneko no se había percatado de una. Ya estando en una ubicación mejor, observo varios cuerpos que al parecer eran de los guardias de la entrada, ella sabía quien era la causante de esas muertes pero de todas formas no tendría confianza en aquellas personas que entraran a una aldea viendo que hay cuerpos en la entrada.

Escasos momentos de silencio no le gustaron a Koneko, segundos donde lo único que se podía escuchar era el sonido del viento, parecía como si los arboles hubieran muerto porque carecían de movimiento, los animales que se encontraban cerca de los arboles se alejaban de la aldea en busca de un refugio, parecía como si una catástrofe hubiera pasado, las noticias se esparcían con suma velocidad como una gripe, unos ninjas de alto nivel se encontraban caminando, fueron aproximadamente 3 y dos de ellos no estaban nada contentos, con un tono nada agradable uno de esos ninjas de alto nivel decía mientras pasaba por debajo de la rama en la que Koneko se encontraba "El Hokage ha muerto y ahora estamos bajo nuevas ordenes" la nueva era de dolor y perdición había dado inicio en Konoha, al escuchar tal noticia el clon que se encontraba con los sujetos de la entrada se desvaneció, la alteración de Koneko fue tanta que tuvo que sentarse sobre la rama para poder respirar normalmente, una vez estable Koneko procedió a alejarse de la entrada que ya parecía ser segura, ya que uno por uno estaba alejandose, aunque la escena todavía no fuera segura del todo, la misión para ella había acabado ya que lo principal era proteger a la aldea y con un nuevo gobierno y el asesinato del Hokage se dio a entender que no lo logro, guardo su Fuûma Shuriken y observo su alrededor.

Koneko molesta por la muerte del Hokage se dispuso a irse saltando de rama en rama en dirección a su casa, la frustración por no poder salvar al Hokage y tampoco a la aldea era demasiada. Un ninja de la aldea se acerco a Koneko mientras saltaban y dijo -El Hokage ha muerto, y el futuro de la aldea es incierto, la desconocida hará una reunión y ahí nos informara que piensa hacer, informa a todos los que puedas" Las nuevas ordenes estaban cerca de ser dictadas, no había duda los tiempos de oscuridad de Konoha apenas comenzaban.

Mientras daba su recorrido de regreso, observaba como uno por uno de los refugios eran abiertos para que los aldeanos regresaran a sus casas, pero también se podían observar lagrimas, esas lagrimas de impotencia al saber que todo iba a cambiar o al menos eso esperaban, algunos aldeanos eran optimistas pensando que el cambio sería para bien porque la sed de sangre y la avaricia del Lord Hokage era mucha, pero los que eran neutrales y los pesimistas pensaban lo peor. Mientras Koneko seguía el largo recorrido a su casa observo todo el daño que el combate había causado, cuerpos en pedazos y enteros por toda la aldea, y no había de otra cada aldeano tenía que ayudar a limpiar la aldea, los charcos de sangre eran notables, habían algunas marcas en las paredes realizadas con sangre, y lo que más se podía leer era "Queremos Paz", casas destruidas en su totalidad o parcialmente, la perdida que había tenido Konoha era elevada.

La venganza no es el fuerte de Koneko, considera que todos tienen un motivo por el cual hacen las cosas, pero la muerte del Hokage era algo que Koneko no aceptaba, ella suponía que la desconocida tomaría el control total de la aldea y así se crearía una dictadora. Koneko en el camino a su casa solo unas palabras podía pensar [¿Y Ahora que va a pasar?] palabras que una y otra vez se repetían mentalmente.

Koneko llego a su casa, donde decidió cerrar puertas y ventanas, sin titubear los bandidos hicieron presencia en Konoha, Koneko observo desde su ventana a varios tipos que se encargaban de hacer desorden, felices por la muerte del Hokage y aún más felices por el inicio de un nuevo gobierno, repetían "Ahora seremos libres" como si la libertad fuera algo posible en este mundo cruel, las intenciones de la desconocida todavía no se sabían, pero ya algunos creían que iba a crear libertad en la aldea, pero no la realidad era otra. El verdadero destino solo les estaba jugando un juego cruel a aquellos que confiaban en la desconocida, Koneko intentaba no pensar mal de la desconocida, pero no había mucho que pensar sobre ella, conocida por algunos como "La creadora de la Libertad" y por otros como "La creadora del Infierno".

Una aldea en reconstrucción es lo que podía observar desde lo lejos, el joven pelinegro se acercó a las puertas de la hoja e indicó que deseaba pasar la noche y comprar algo de suministros dando a conocer el tratado de Paz que estaba entre las aldea, sin dar a conocer la información que tenía de la hoja. Los shinobis guardianes de la puerta los cuales eran solo Chunnin dejaron que este ingrese, sin más ni menos. -Ace y su hermano entraron a la aldea e investigó deben estar acostumbrados a poder ver shinobis de otras aldeas- Unos sellos se realizaron y se lanzó al aire un objeto circular el cuál se perdió entre el campo, mientras el joven pelinegro se perdió entre la muchedumbre.