Entrada de Konoha

Tema: Entrada de Konoha Sáb Ene 17, 2015 9:07 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Aquella figura vendada, pronto se acerco a la aldea. Ante su rostro, los shinobis guardias no dudaron en permitir su entrada, el Kazekage se encontraba en la aldea de la hoja.

Jounin Mensajes : 10 Fecha de inscripción : 18/06/2015

La vida y la muerte, han jugado un papel milenario en la historia. Creando nuevas vidas, para dirigir el destino del mundo, y acabando con otras, para el bien, o para el mal, de los de su clase. De cualquier manera, estos dos factores siempre han estado, y estaran, presentes en nuestra existencia. Pues esta misma, es claro ejemplo de la vida.

Muerte era lo que se podia percibir cerca de aquella aldea, insignia del Pais del Fuego, que se erguia orgullosa como capital de su nacion; Sin embargo, los chismes se esparcen rapido. Y uno bastante interesante, en particular, habia llegado a los oidos de Ed. Aparentemente, el anterior Hokage habia perecido, a manos del actual regente de Konoha. Lastimosamente, como jugando "Telefono Descompuesto" habia demasiadas versiones de los hechos. Unos afirmaban que una bestia gigante habia sido invocada, y destrozado la aldea; Mientras que otros decian que el Hokage fue envenenado por una de sus amantes. El "como" no era algo que afectase al chico de los cabellos de plata. Lo importante era que el Hokage estaba muerto; Y la aldea, se encontraba al borde del precipio. Si no es que ya se habia caido por este. -El escenario perfecto para el comienzo del fin...-

Una espesa cortina de humo negro, como la noche, se erguia desde los edificios de la aldea. Desde muy lejos podia apreciarse el olor a la desesperacion, y si se prestaba atencion, tambien era posible escuchar los gritos desesperanzados, de aquellos caidos en batalla, por algo tan basico, como lo era su libertad. El sol comenzaba su recorrido, asomandose timido sobre el horizonte, mientras que sus rayos luminosos, ya acariciaban delicadamente la piel de Ed, iluminando su amplia sonrisa, y dando la ilusion de un hombre de paz. Bueno, civilizado e inofensivo.

Si... Claro...

La marcha del renegado se hacia cada vez mas lenta, mientras sus ojos podian aprecian con mas detalle, brindado por la cercania que ahora poseia, con respecto a la aldea. Un par de puertas, orgullosas de su propia fuerza, se erguian, a una altura considerable. Muchos shinobis se encontraban patrullando las murallas; Algunos desde lo alto, mientras otros eran parte de la vigilancia terrestre. Como cuervos histericos que se movian de un lado a otro, utilizando sus ojos para divisar cualquier tipo de amenaza, que quisiese amenzar, su ya deteriorada aldea.

-¡Veamos si esta bola de malditos pueden detenerme!- Como una violenta flor de odio, y desesperanza, la personalidad de Ed comenzaba a tener uno de sus episodios, destruyendo por completo al hombre amable, como destrozandolo desde dentro, rasgando su piel, y emergiendo como una persona totalmente diferente, y muchas veces mas peligroso. Sus ojos carmesi se abrieron de par en par, denotando el fulgor que estos poseian, dejando salir la incomprensible llama que ardia desde su interior, para comenzar a quemar a todos los que se interpusiesen en su camino.

Sus dedos se apoderaron de uno de sus Kunais especiales, para lanzarlo al suelo, quedando clavado en el suelo, a 30 metros de la entrada, como un conquistador que planta la bandera de su nacion, para reclamar esa tierra como "Suya". Mientras que los patrulleros comenzaban a alertarse, e inquietarse por la presencia del chico de plata. -¡A...AAAAAAAH!-

Y el metal, cantó contra el metal...

En un abrir y cerrar de ojos, por lo menos 30 cadaveres se encontraban en el suelo, con kunais clavados en sus pechosy shurikens lacerando sus gargantas. Incluso algunos, tenian sus propias espadas, atravezando sus estomagos. Las cutres habilidades de dichos guardias no eran competencia para el maniaco; Cuyos ojos rojos, parecian albergar a algun tipo de demonio.

Los pies de Ed, se posaban sobre el frio metal de las murallas, manchadas con el rojo oscuro de la sangre de sus inutiles defensores, escenario de otra prueba de su propia incapacidad. -¿Eso es todo? Patetico.- El shinobi lanzo uno de sus Kunais hacia en suelo, dentro de la aldea; Y con el mayor desdén del mundo, el cuerpo del bipolar desaparecio, en una nube de humo; Mientras su kunai aun se encontraba en su trayectoria, cortando el aire con gracia. La figura del criminal se materializo, tomando el Kunai con firmeza, para finalmente caer con propiedad dentro de la Aldea. La cabeza de Snow se alzo, y sus ojos color carmesi observaron con malicia los edificios que estaban frente a el. Con el ceño fruncido, y un aura que transmitia locura en su pura esencia, el chico de los cabellos de plata comenzo su caminata por aquel monumento a la soberbia de los hombres, a los cuales esos inmundos llamaban "Hogar".

Jutsus:

Spoiler:

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