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Paraguas ~
Jounin
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mi mamá dice que soy especial Ryous : 500R Mensajes : 1227 Fecha de inscripción : 02/12/2014 Edad : 23
| Tema: Despacho del Tsuchikage Miér Ene 07, 2015 4:39 am | |
| Recuerdo del primer mensaje :Era ya plena tarde y la luz del sol se escabullía por cada abertura que la misma encontrara en su camino, habiéndose filtrado de esa forma por la gran mayoría de los hogares de la aldea. Las manecillas del reloj no cesaban su andar y los tics y tacs interminables del mismo le provocaban un mal humor que estaba a un nivel similar al de los caprichos infantiles. Estaba en la flor de la juventud, y aparte de pintarse las uñas, no encontraba nada mejor que hacer. Y el problema yacía en que tenía sus uñas ya pintadas. Las cuencas de sus ojos se encontraban vacías, inmersas en el avanzar de las manecillas. Segundo tras segundo los mismos pasaban, y el tiempo simplemente se iba al traste, sin nada más que hacer que sentir cómo la vida se desperdicia a causa de la monotonía...
Hubo un primer plano al reloj, seguido de un desenfoque. Luego de unos segundos hubo otro primer plano, sin embargo este encontraba su enfoque en el rostro de Shannaolette. A partir de ese momento el espectador vislumbraba el pensamiento de la muchacha, puesto que el juego con las cámaras les permitían estar en su cabeza. Un brillante ejercicio de comunicación a través de las cámaras, aunque dada su facilidad uno de los más básicos por ende, diría Tony Zhou. Dichas acciones fueron realizadas con la intención final de dar a entender al espectador el sentimiento de agobio que la misma sufría; Entonces la cámara toma un plano general, y ahora es el escenario el que transmite información al espectador. Los tonos oscuros de la habitación servían como fondo para la imagen que se mostraba, mientras que a la izquierda se puede ver los rastros de luz exterior filtrándose a través del marco de la puerta. De esta forma se genera un contraste. La oscuridad de la imagen en general refleja la monotonía en la que la peliblanca está envuelta, mientras que el súbito cambio de colores alrededor de la puerta sirve para transmitir esa sensación liberadora que el director tenía en su mente cuando imaginó la escena. Se ve a la puerta como una salida, como la opción de dejar atrás la monotonía para hacer algo, sin importar lo que "algo" fuera. ...Y la puerta se encuentra a la izquierda. Lo usual en el séptimo arte es presentar las decisiones de los personajes a través del diálogo más allá de ser un medio caracterizado por el uso de imágenes en secuencia. "No hay vuelta atrás" es una frase a la que estamos acostumbrados. Es simple, es más directo y requiere el uso de menos neuronas. Pero hay métodos igual de sencillos de llevar a cabo y cuyos resultados son más satisfactorios: Todo se remonta a izquierda o derecha. De esa forma se genera un contraste, tanto en colores como en ubicación. Se ven ambos lados como opciones. Mientras que la izquierda representa el albedrío, la derecha hace lo mismo con la invariabilidad de la vida diaria. Entonces, ¿qué lado escogerá...? ¿La izquierda, y abrirá la puerta a algo nuevo, sin importar lo que esto sea?
¿...o la derecha, y por consiguiente seguirá sumergida en la miseria...? ¿Izquierda...
...o derecha?
¿Izquierda...
...o derecha?
¿Izquierda...
...o derecha?
Los dedos de la peliblanca rodearon el vaso de agua que ella tenía a su lado, y seguramente hubo tantos planos y contraplanos con sus correspondientes significados en el efímero transcurso en el cual ella llevaba el mismo hasta sus labios que tuvo que poner su mente en blanco para quitar de su cabeza los pensamientos mencionados. Su cuerpo recibió con agradecimiento el liquido mencionado, y cuando esta pudo ver el fondo del cristal sus dientes apresaron uno de los cubos de hielos allí presentes. Mordisqueando el mismo hasta que el sólido se convirtió en liquido, sintió el frescor expandirse por su cuerpo y en su interior no pudo dejar escapar un profundo agradecimiento a la madre naturaleza por la época en la que se encontraban. .- ¿Izquierda o derecha? - Pronunció la misma, transformando en palabras los pensamientos que se encontraban ocultos en los profundos recovecos de su agitada mente. Sus ojos se abrieron de repente en consecuencia de haber tomado ya su elección, y mientras dejaba el control remoto en su lugar volvía a tomar como prisionero dos cubos más de hielo cuyo crujir al partirse al medio le daba a la peliblanca las ansias necesarias para comerse al mundo con su vitalidad y energía: Izquierda, la decisión había sido tomada, sin embargo el fundamento de la misma se encontraba en cosas tan superfluas como el no encontrar una programación decente que ver en la televisión, habiendo ya terminado cada uno de los DVDs de Bob Ross. Cuando se puso de pie la imagen que se abrió paso ante sus ojos la sorprendió, pues no recordaba que su cuarto tuviera aquel nivel de precariedad, sin embargo la misma no la desalentó en absoluto. Los cuadros pintados se agolpaban en el fondo de la sala, sumidos bajo la presión que la pared y un sillón les generaban. .- Tengo que meter todos estos pequeños accidentes felices a la basura. - Comentó con una ironía que pocos entenderían, y al mismo tiempo que una sonrisa socarrona se dibujaba en su rostro tragó el hielo molido que yacía en su boca. Cuando la megalomanía encarnada abrió la puerta pudo sentir el viento golpear contra su cuerpo, y una vez llenó sus pulmones del aire puro que las montañas le brindaba simplemente partió camino. Por sus tímpanos cruzaron los siempre presentes sonidos de las continuas relaciones sociales que una aldea tan grande como aquella llevaba a cabo, y con el ceño fruncido como reacción ante tanta cháchara se encaminó al despacho del rey de aquellas tierras, no sin que una frase del famoso A. Ryan asomara en su mente, cada vez más presente, y pidiendo a gritos, los mismos obviamente metafóricos, ser dicha en voz alta: Todos ellos eran parásitos... Hablan y hablan, pero al final no tienen nada que ofrecer a la sociedad. Y a pesar de todo, tuvo que admitir, su consumismo y sus necesidades materiales eran lo que mantenía viva a las grandes naciones.
Tras un largo plano-secuencia enfocado en su ascenso por los mismos escalones y varias tomas cortas con funciones variadas, Shannaolette culminó su viaje una vez estuvo frente a la entrada al despacho de quien ella consideraba su superior jerárquico, mas este hecho cambiaba cuando ella analizaba sus respectivas posturas en otros aspectos, los cuales podían variar desde el poder a la inteligencia. Tras ver a la persona detrás de la puerta como su igual y no como su superior, la misma se había decidido a demostrarlo con acciones, para darle a entender que si ella estaba bajo sus ordenes era bajo las condiciones que ella imponía. Habiendo decidido su proceder, tocó la puerta tres veces para avisar de su llegada, sin embargo aquella acción era pura cortesía. Ella se había decidido a nunca mimar a la aristocracia, don que muchos manejaban a la perfección. De esa forma su cuerpo se filtró a través de las aberturas de la puerta, y al mismo tiempo que una porción del mismo se seguía introduciendo, dentro del despacho su cuerpo comenzó a formarse. Con sus piernas al aire más allá del clima y siendo las mismas cubiertas por la falda que siempre llevaba, y su larga cabellera asomándose por arriba de sus hombros, su mirada se clavó en los ojos de aquel del que todos hablaban con pleitesía. Tras hacer contacto visual, en su rostro comenzó a mostrarse esa sonrisa que irradiaba la confianza interior que ella se tenía como ninja, y tras dar unos pasos, decidió darse a conocer. .- Buenos días, Lord Tsuchikage... - Su voz rompió finalmente el silencio que sólo sus pasos se atrevieron a interrumpir segundos atrás. Tras haber acentuado las últimas palabras de su frase, decidió proseguir su habla. - Usted ha de preguntarse en su eterna ingenuidad, "¿quién es esa kunoichi?" y antes de mi presentación me gustaría aclararme que mi presencia aquí no significa una amenaza para su salud, muy al contrario de la impresión inicial que yo a usted pudiera causarle, que yo esté aquí significa mi... - Sin embargo las palabras se detuvieron y el sonido de las mismas fue reemplazado por el que produce un golpe en seco; Para ser más precisos, el sonido que interrumpió el hablar de la albina era muy similar al que causa una persona cuyos pies se cruzan de repente, y tras aquello y por culpa de la inercia y la gravedad, la persona cae hasta uno de los libreros anexos a las paredes. De esa forma, el sonido finalmente se parecía al que se produce cuando la frente de alguien golpea con la suficiente fuerza uno de los estantes y en su camino al suelo algunos de los libros más pesados del mismo deciden acompañar a la persona en cuestión para que por su accionar no se sienta en soledad. Tras aquello, muchos de los libros caen con el índice apuntando para abajo, dejando tras todo ese alboroto una sensación de incomodidad que muy pocas acciones podrían igualar.
Una cámara entonces enfoca a los libros que recubren el rostro de la peliblanca, y entonces poco a poco la misma cámara va enfocando con lentitud al Tsuchikage en uno de los lados. De esta forma se remarca el inicio de una relación cuyo final está distante de escribirse y cuyo desenlace, no por su condición como tal, está más cerca de saberse. Entonces la cámara decide enfocar otro plano, el mismo con la función de hacerle saber a la audie---
Una vez ella hubo estirado su mano lo suficiente, Shannaolette pudo atrapar la cámara imaginaria mencionada que agobiaba su pensar, para luego romper la misma al golpearla contra el suelo. A pesar de saber que aquella acción no la libraba ni del desastre que había hecho ni de la vergüenza que esto traía como consecuencia, logró sentir en su accionar una sensación de satisfacción que le permitió incorporarse lentamente, manteniendo en su postura la poca dignidad que le quedaba. Con el orgullo de alguien que no piensa admitir ser inferior, decidió proseguir su frase, ignorando lo sucedido. - ...que yo esté aquí, mi estimado Lord Tsuchikage no es una amenaza para su salud y su puesto, como dije anteriormente. Vengo aquí a hacerle saber que usted puede contar con mis habilidades, excepcionales he de resaltar, para cualquier labor que necesite, siempre y cuando la misma sea de mi agrado. Mi nombre, por si usted se lo pregunta, es Shannaolette Alquoir. - Tras hacer una pausa, volvió a tomar la palabra. - En un tono completamente distinto, debería de ordenar el desastre que usted tiene allí atrás, cualquiera podría accidentarse o peor todavía, pensar que usted es un desordenado. - Una vez terminó su diálogo, se sentó frente al escritorio de aquel a quien todos admiraban con la misma actitud desafiante con la que entró, muy a pesar del daño irreparable en su orgullo. |
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mi mamá dice que soy especial Ryous : 500R Mensajes : 1227 Fecha de inscripción : 02/12/2014 Edad : 23
| Tema: Re: Despacho del Tsuchikage Miér Jun 03, 2015 9:22 am | |
| Un halcón surcó los cielos, siendo una sombra intermitente bajo la atenta mirada del astro rey. Una vez llegó a destino y vieron quién era el supuesto autor de la carta, no hubo más palabras que llevar la misma hacia Lady Tsuchikage. - Carta Importante:
Estimada Tsuchikage, Ashara Dayne (de Sesshomaru si le queda el anillo).
La presente es para informarle del estado actual de Konoha por puño y letra de quien envió a hacer el trabajo sucio. El favor concedido, pues de ese modo me referiré al descuento hecho para tal pedido, ha sido completado, y con orgullo me presento ante usted como Lady Nidaime Hokage Shannaolette Alquoir, mandataria autoproclamada de Konoha, augurio de la paz y del desdén demagógico, ahora pudiendo presumir de los mismos títulos que usted.
Quiero informarle que gracias a mi nuevo estatus no estoy negociando, tampoco le estoy pidiendo, sino que le estoy exigiendo una remuneración por los daños psicológicos y físicos sufridos a manos de Kenshin Sesshomaru. No quiero dinero, sino una remuneración algo más... pasional. Aquí adjunto mis puntos:
1. Una carta escrita a puño y letra de Kenshin, admitiendo culpa total sobre la situación del librero, en donde se debe dejar en claro que todos los libros fueron tirados por su mano con el único objetivo de dañar mi reputación y haciéndose cargo de ser el ente intelectual tras todos los sucesos acontecidos posteriormente. En un inciso aparte Sesshomaru deberá escribir un pedido de disculpas por la actitud demostrada, dejando en claro una constancia de que esto no volverá a suceder.
2. Ya que toda esta tragedia cuasi-shakesperiana sucedió alrededor de un librero, quiero que se me mande el librero.
3. La cabeza de Kenshin Sesshomaru debe venir en un marco de plata en un período de diez días hábiles. Es muy importante prestar atención al detalle del marco de plata, porque según mi diseñador de interiores hará juego con mi oficina. El resto del cuerpo puede mandarse por piezas sin la misma asiduidad en un período de tiempo de un año humano, sin embargo hay ciertas partes que puede quedarse: - Su cabello. De hecho, la cabeza debe venir rapada. - Sus dedos. - Sus genitales.
En el presunto caso de que uno de estos puntos no se cumpla me veré en la labor de tomar medidas al respecto con mis drugos, pero ambos somos seres racionales mi estimada Ashara, así le pido que no tome esto como una amenaza. Tome esto como un spoiler.
Atentamente: Emperatriz Shannaolette Alquoir.
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| | | Yue
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Ryous : 15000R Mensajes : 74 Fecha de inscripción : 24/11/2014 Edad : 34 Localización : Sto. Dgo.
| Tema: Re: Despacho del Tsuchikage Mar Jun 30, 2015 12:40 am | |
| No sé cuanto tiempo estuve allí, inmóvil. No recuerdo haber siquiera pestañeado tras la partida de Sesshomaru. Viéndolo en retrospectiva, fui una estúpida. Pensar que podría retenerlo a mi lado no fue más que una ilusión que me causó el más amargo de los dolores. Pude sentir mi corazón resquebrajarse a cada segundo que transcurría, sus trozos clavándose hondo en mi pecho, impidiéndome respirar correctamente.
Tomé asiento en el sillón y fui consciente de mi estado. Desnudez parcial y un cuerpo insatisfecho no eran una buena combinación. También lo odio por eso. Utilizar mi cuerpo de esa forma, tratarme con tanta delicadeza y anhelo para luego marcharse... ¡La madre que lo parió! Lo peor de todo es que aún sentía sus dedos recorrerme entera y me estremecía de placer de sólo rememorar de lo que eran capaces. Ciertamente, estaba en desventaja cuando se trataba de Kenshin. Él hacía su voluntad conmigo y yo lo permitía con gusto... Pero ya no más. Debía ser dura si quería sobrevivir en este mundo y la auto preservación era algo muy arraigado en mí, aunque la haya mandado a paseo todos estos años.
Me levanté del sillón despacio, los músculos agarrotados por la tensión a la que habían sido sometidos hacía poco. Miré en derredor; la ventana por la que Kenshin se había fugado permanecía abierta, dejando al aire frío de la aldea penetrar en la habitación y endurecer mis pezones. El roce contra la suave tela del yukata me hizo estremecer y volví a maldecir al Kaguya en voz baja. Me agache y recogí mis ropas hechas jirones. Miré las prendas con un poco de culpa y me dirigí al baño, situado a la derecha.
Deposité las prendas es una papelera de metal y las encendí en fuego. Retiré el yukata de mi cuerpo, casi con el deseo de poder hacer lo mismo que con mi ropa descartada, sin embargo la colgué con reverencia en el gancho ubicado detrás de la puerta. Me introduje en la bañera, dejando que el agua caliente barriera los recuerdos recientes y la sensación de abandono que me inundaba por momentos. Mis pensamientos giraban en un caleidoscopio de sentimientos no deseados y anhelos cumplidos antaño, era inevitable para mi volver a revivir lo que había experimentado en sus brazos y, aunque en este momento deseara ensartarle en una vara y cocerlo lentamente sobre las llamas de una hoguera, también deseaba ser empotrada contra los azulejos de este baño y tomada en todas las posiciones imaginables.
Como guiada por una fuerza invisible, mi mano viajó a mis zonas más nobles, tratando de liberar de alguna manera la tensión que atenazaba el punto latente de mi placer. Un roce... Dos... Tres... Mi cuerpo se estremecía en respuesta a los movimientos metódicos que tan bien conocía, los mismos que había utilizado tantas veces en ausencia de él. Mis dedos danzaban, encontrando con precisión las zonas más erógenas, aquellas que me harían explotar de un momento a otro... Pero nunca pasó. El rostro impasible de Kenshin apareció en flashes continuos detrás de mis párpados cerrados, haciéndome perder la concentración y, con ello, cualquier oportunidad de deshacerme de la frustración que crecía en mi interior. Mi puño se cerró con fuerza y se estampó de golpe contra la pared de azulejos, la cerámica haciéndose trizas al caer al plato de la ducha, la sangre corría y se diluía con las gotas de agua que aún salían despedidas desde el grifo.
Observé mi mano, la pared y el piso y un ceño fruncido se instaló en mi rostro. *Genial, ahora voy a tener que reparar esto... ¡Maldito Sesshomaru!*. Saqué algunas de las astillas que habían quedado incrustadas en el dorso de mi mano y curé la herida. Me bañé lo más rápido que pude y salí del baño. Mi humor había alcanzado notas aún más bajas, casi al punto de desatar mi ira sobre cualquiera, se la mereciera o no. Entré al área que funcionaba como vestidos y saqué la muda de ropa de un cajón. No se trataba del típico kimono que solía usar para desempeñar mis funciones como asistente, y ahora como Tsuchikage, sino de mis prendas de batalla: pantalones cargo color negro, franela de algodón roja de tirantes gruesos y una franela de mallas negra con mangas 3/4 y cuello amplio de hombros caídos, que abrazaban mi cuerpo como un guante, destacando mi hermosa figura... Una figura que muchos matarían por poseer, pero que no lograba retener al único hombre que me interesaba... Que desperdicio.
Salí del cuarto de baño, absteniéndome de colocar sobre mi cuerpo la capa de Tsuchikage o el yukata de Kenshin. En estos momentos no quería nada que oliera o me recordara siquiera que existía, no soportaría pensar en él y actuar como si nada pasara cuando en mi interior el deseo y la ira se mezclaban y bullían a fuego lento. Al pasar por el lado donde descansaba la prenda, no pude evitar observarla con anhelo y me reprendí mentalmente. Cerré la puerta con un portazo y me senté detrás del escritorio con renuencia, a cualquier parte que mirara lo veía, casi al punto de sentirlo. Solté un grito ahogado cargado de rabia y me quedé mirando al vacío.
Me perdí en mis pensamientos, vagando por recuerdos y sensaciones, rememorando mis inicios en este mundo de fieras, acordándome como pasé de ser una "Don Nadie" a dirigir una aldea... Y en todos y cada uno de esos recuerdos estaba él, era como una parte de mi que se había desprendido y tomado su propio rumbo... Nunca podría deshacerme de lo que sentía por él y, a veces, me odiaba por ello. Casi me sobresalté al ver a Kimiko entrar por la puerta, cargando con un pergamino en sus manos. Fruncí el ceño.
—Disculpe las molestias, Ashara-sama, pero he estado llamando a la puerta y no he recibido respuesta... —Kimiko hizo una ligera reverencia antes de continuar—. Esto ha llegado hace poco y parece ser importante —me tendió el pergamino, el cual examiné con atención y alcé una ceja al notar quien era el remitente. *Ya se había tardado...*
—Puedes retirarte, Kimiko. Si necesito alguna cosa, te llamaré —despedí a la muchacha con un gesto de la mano, mientras procedía a desenrollar el pergamino. Leí atentamente, en cierto modo incrédula de lo que ponían las palabras frente a mis ojos. Volví a leer el mensaje mientras unos espasmos se iban instalando en mi pecho, cada vez más fuertes e incontrolables. El pergamino rebotó en el escritorio cuando lo dejé caer, para usar ambas manos en el proceso de cubrir mi boca y evitar que se desatara la locura... Fue inútil. Los espasmos crecieron tanto y tan rápido que fue inevitable—. Pfff... Pfff... JAJAJAJAJA JAJAJAJAJA JAJAJAJAJA —la ronda de carcajadas llenó el despacho con un sonido melódico y armonioso, cargado de sorna. Mis ojos empezaron a lagrimear por el esfuerzo, tanto de contener la risa como de la acción misma de darles rienda suelta—. Esta tipa está más chiflada que una cabra... Ni siquiera yo llego a ese nivel de obsesión, y es mucho decir —sequé mis ojos con el dorso de la mano y agarré un pergamino en blanco para redactar una respuesta.
Mientras escribía no podía dejar de pensar en que la loca me había hecho el día. Ahora veía un horizonte plagado de oportunidades y brechas que podían ser aprovechadas al máximo aunque, tomando en cuenta de que se le habían subido las "hojas" a la cabeza, tenía un desafío con el cual lidiar... "Diplomáticamente". Presioné el botón del comunicador y llamé a Kimiko, la misma vino sin dilación segundos después.
—Kimiko, por favor, envía esto a Konoha y prepara mi viaje... Alguien tiene algunas cuentas pendientes por saldar —la joven secretaria hizo una reverencia y salió a cumplir su encomienda, por mi parte hice un clon, el cual se quedaría para velar por la aldea y avisarme en caso de que hayan inconvenientes. Dejando todo listo, me encaminé hasta mi casa para recoger algunas cosas antes de tomar rumbo con destino a un encuentro que, de todas maneras, sería inevitable. |
| | | Borsalino D
Jounin
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Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015
| Tema: Re: Despacho del Tsuchikage Miér Jul 08, 2015 12:44 pm | |
| Aquel animal surcaba el continente con un vuelo alto y directo, adiestrado desde antaño para llegar al destino que le habían impuesto y con la carga que le habían otorgado. Aquel simple ave se introdujo por uno de los ventanales del despacho con la clara carta amarrada a una de sus patas, resaltando con su color blanco hueso de entre el pelaje marrón del pájaro y posándose este mismo en uno de los respaldos de una silla frente a la mesa de la tsuchikage. - Contenido de la carta escribió:
- Estimada Ashara, Lady tsuchikage:
Me agrada recibir tu carta con tal contenido en ella, me es grato saber que la roca es consciente de los tiempos turbios que están corriendo y que tiende su mano a la niebla para una cooperación entre ambas con el objetivo de mantener el equilibrio internacional.
Quiero poner en su conocimiento que actualmente Kirigakure esta amenazada por Konoha a esperas de que esta ejecute dicha amenaza, nos mantenemos en guardia esperando el choque y saber que podemos contar con un apoyo más allá de nuestro mar nos alivia de cara a enfrentar el conflicto. Es por eso que, doi un voto de fe por la nación de la roca para ayudarnos conjuntamente en los males que nos acechen.
Por último, quisiera si usted lo desea mantener una audiencia privada en una zona intermedia, discreta y neutral entre ambas villas. En el país de los Campos del Arroz, cerca de la villa del sonido se encuentra un único, humilde y desapercibido poblado, donde podemos encontrarnos y abordar el tema en persona y de forma distendida.
Espero su respuesta para partir a nuestro encuentro en dicho lugar.
Un cordial saludo.
Borsalino D. Shin, Nidaime Mizukage. |
| | | Tatsuya
Tsuchikage
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Ryous : 2000R Mensajes : 613 Fecha de inscripción : 27/01/2015 Edad : 25
| Tema: Re: Despacho del Tsuchikage Dom Jul 12, 2015 3:10 pm | |
| "Exito" no era una palabra con la que podria calificarse el desenlace del viaje de Tatsuya; Sin embargo, tampoco lo era: "Fracaso". Aquella situacion podria describirse como un exito a medias, un desarrollo mediocre, y una total falta de cooperacion de parte de la gente tras el mar. Si... Algo asi.
El artista de la Roca habia tenido una serie de dias para calmar el fuego del desprecio que habian generado en el, la falta de cortesia, y de sentido comun, que poseia el Kage de Kirigakure; Sin embargo, como todo buen caprichoso, la piel de Tatsuya aun ardia de colera por el trato que habia recibido, y los intentos de ridiculizacion de los cuales habia sido victima. El paso de los dias, y el cambio de los paisajes, surtieron tanto efecto en el, como lo fueron las palabras en aquella lejana tierra.
El edificio que albergaba el destino final de su mision, se encontraba ahora frente a el. Aun cabalgando sobre las nubes, en su fiel transporte aereo, el viento jugaba con su cabello, intentando elevar al espiritu y dormir al demonio. Los aldeanos que transitaban las populosas calles de Iwagakure elevaban sus miradas hacia el ave del emisario que regresaba a casa, esta vez, solitario. Pues su compañera se habia quedado atras, persiguiendo algun ser que le llamo la atencion, sin explicacion alguna, y dejando el peso de sus encargos sobre los hombros del chico de porcelana.
Entre los dedos del joven Shiba danzaba una pluma, sobre un pergamino que le servia de escenario, trazando los ultimos detalles de lo que se habia vivido en su travesia. La tinta impregnaba el pergamino, dejando constar la delicada y refinada caligrafia, de la cual Tatsuya hacia gala. Ademas del registro escrito, el dispositivo favorito del ilusionista habia grabado cada detalle de los eventos. Claro. Este poseia grabado mas que su recibimiento; Tambien tenia al Mizukage y sus armas, al igual que la de su ridicula cantidad de guardaespaldas, su primera linea de defensa, y su retrograda sistema de comunicacion por medio de espejos. Iwagakure ahora poseia el registro de sus primeras defensas.
-Finalmente...-Tatsuya dejo salir un largo suspiro, que habia sido aprisionado dentro de si, desde hacia mucho tiempo, mientras su voladora creacion posaba las patas sobre el ventanal de la oficina de la Tsuchikage. La luz del sol era bloqueada por la silueta del joven Shiba, la cual ayudaba a proyectar su sombra dentro de la oficina que ostentaba la Tsuchikage. La definida silueta de la mandamas de la aldea se encontraba en su escritorio, frente al shinobi, como le habia encontrado la ultima vez.
El ilusionista bajo de su ave con gracia, y bajo del marco de la ventana, para dirigirse hacia delante del escritorio de su Kage, rodeandolo por el lado derecho, quien seguramente ya se habia percatado de su presencia. Al llegar frente al escritorio con prisa, los ojos de Tatsuya se posaron sobre los de la Sombra y sus labios comenzaron la danza de la conversacion. -He vuelto, Lady Tsuchikage. Aunque lamento ser el portador de malas noticias, comenzando por el comportamiento retorgrada del Mizukage. Eloane y yo, fuimos recibidos de la manera mas descortes y hostil posible, negandonos la entrada a punta de espada, rodeados de los subordinados del Kage.- La indignacion guardada del artista emergia a la superficie, esperando el momento de alcanzar su climax, y finalmente erupcionar. El enrojecimiento del rostro del artista comenzaba a hacerse notar. -Durante mi viaje me dedique a realizar un reporte detallado de todo lo que sucedio, milady. Y, si gusta...- Las manos del chunnin comenzaron a desajustar el Ojo Telescopico que este poseia, hasta removerlo de su rostro. Tatsuya prosiguio a posar el pergamino sobre el escritorio, al igual que su dispositivo. -Puede observar las grabaciones que realice en el Pais del Agua. Señora... Debo decirle que estoy mas que decepcionado. Por otro lado,con respecto a Eloane... Ella se quedo en el Pais del Agua, y me ordeno que viniese a terminar la mision. Desconozco su paradero actual, Lady Tsuchikage- |
| | | Yue
Avanzado
Ryous : 15000R Mensajes : 74 Fecha de inscripción : 24/11/2014 Edad : 34 Localización : Sto. Dgo.
| Tema: Re: Despacho del Tsuchikage Miér Jul 15, 2015 12:58 am | |
| Han pasado varios días... cualquiera diría que era sólo cuestión de tiempo para que todo se viniera abajo. Y no, no me refiero a la aldea precisamente. Ella había desaparecido, como si se la hubiese tragado la tierra. Para todos los demás, yo era ella: su viva imagen, mismos rasgos, mismos gestos. Lo único que nos diferenciaba es que yo podría desaparecer con un golpe. Soy su sombra tridimensional y full color, la encargada de recoger los pedazos rotos.
Ella continuaba en la aldea, su presencia aún era fuerte. A lo mejor estaba por ahí lamiendo sus heridas emocionales... de nuevo. Para ser una mujer que dirige una nación con mano de hierro era muy propensa a tener colapsos sentimentales por un desagradecido que no ve más allá de sus narices. ¿Que debería amarlo igual por ser una extensión de ella? ¡Debes estar bromeando! Lo único bueno de ser un clon es que no sientes las absurdas emociones humanas. Tu único rol es cumplir un cometido y ya está, nada de llorar por los rincones o lamentarse por el amor perdido. Cumplir con la tarea asignada era lo único que valía la pena.
Las labores del despacho eran extenuantes. Cada dos por tres venían aldeanos preocupados porque alguien les estaba robando sus cabras, porque su perro se había extraviado, porque se habían metido a robar a su puesto de frutas... nada realmente interesante, pero es algo que había que hacerse, ya sabes, destinar shinobis a resolver esos problemas. En fin, me encontraba analizando unos informes de producción de reses para exportación cuando un ave marrón irrumpió en el despacho, traía una carta colgada de una de sus patas. La desprendí con cuidado, la abrí y, para mi sorpresa, me percaté de que provenía de la Aldea de la Niebla. Hasta donde tenía entendido, Ashara había enviado unos embajadores a proponer la paz y una alianza con esta aldea. Recibir una respuesta directa del kage sólo podía significar dos cosas: rechazo o acuerdo.
Mis ojos danzaron sobre las palabras, leyendo cuidadosamente cada línea. A pesar del tono cortés de la misiva, algo no estaba del todo bien. ¿Por qué pedir una reunión en persona? ¿Acaso fueron muy poca cosa mis emisarios? Me daba la impresión de que el Nidaime Mizukage quería dárselas de importante y, aunque me gustaría mandarle al diablo, no podía negarme a concederle la reunión que tanto ansiaba, pues iba en contra de los planes. Estaba dispuesta a contestar la carta cuando otra ave, de mayor tamaño que la enviada por Borsalino, hizo acto de presencia en el alféizar de la ventana. De ella descendió uno de los enviados al País del Agua... ¿Coincidencia? No lo creo.
Tatsuya tomó asiento frente a mí, dándome el informe de su misión y, con ello, dejando salir toda la indignación y amargura que lo embargaba por la forma tan ruin y hostil con que los habían tratado. Ahora todo tenía más sentido. Lord Borsalino había tratado a los shinobis de mi aldea como a un trapo sucio o, peor aún, personas con lepra... y aún así pedía verse conmigo... ¡Qué descaro! Era obvio que estaba fumado o el tipo no conocía ni un ápice sobre diplomacia. Escuché todo lo que el joven Shiba tenía para decir, agarrando el pergamino y archivándolo en el mueble detrás del escritorio, para leerlo más tarde. Tomé el dispositivo y transferí los vídeos al portátil, a los cuales les echaría un vistazo y examinaría con detenimiento en otro momento, eran de suma importancia, lo sabía, pero otras cosas apremiaban. Escribí rápidamente una nota y la metí en una pequeña bolsa, junto a un frasquito con tinta, una pluma y un pergamino en blanco y se lo entregué a Tatsuya junto con su aparato ocular.
—Por Eloane no te preocupes, estoy segura que sabe cuidarse sola, además, es bien sabido que a las arañas no les gusta andar en manada. Con respecto al trato recibido en la Niebla, Lord Mizukage acaba de enviar una carta invitándonos a una reunión privada —hice una pausa para tenderle el documento—. No sé si es que piensa que somos tontos o que dejaremos pasar por alto su descortesía. En fin, ya es hora de que ese asunto se zanje de una vez y por todas —junté mis manos por debajo de mi barbilla y fijé mis ojos en el muchacho—. Como seguro habrás notado, no soy más que un simple clon. Ashara debe estar por salir con destino a Konoha, razón por la que me dejó aquí hace unos días. Creo que demoró su viaje por motivos personales, pero seguro ya está lista para partir. Puede que la encuentres ya en la entrada. Entrégale la carta y el contenido de la bolsa y que sea ella quien decida lo que debe hacer —rebusqué entre los archivos y encontré un volante. Se lo tendí al joven—. Puede que esto te sea de interés —se trataba de los Exámenes Jounin, los cuales se llevarían a cabo en unos días en la Aldea del Sonido, mismo lugar que había sido elegido por el Mizukage, ¡vaya casualidad!—. Ahora que has regresado de tu misión cumples con todos los requisitos para participar, si así lo deseas. Puedes partir de inmediato, así no perderás tiempo.
Despaché al muchacho para que fuera al encuentro de mi yo real y le entregara el contenido de la bolsa. Estaba en ella si asistir o no... sólo esperaba que tomara la decisión correcta. |
| | | Tatsuya
Tsuchikage
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Ryous : 2000R Mensajes : 613 Fecha de inscripción : 27/01/2015 Edad : 25
| Tema: Re: Despacho del Tsuchikage Dom Jul 19, 2015 7:21 pm | |
| El rostro de Tatsuya se lleno de asombro, al escuchar las palabras de la Tsuchikage. ¿Acaso aquel sujeto era un maldito fanboy de la burocracia? Cualquier cosa pudo haber sido tratada con ellos; Sin embargo desea sacar a la Sombra de la Aldea. -Le acompañare, milady. Hay que tener cuidado con sujetos tan raros, como lo es la gente tras el mar. Partire de inmediato a su encuentro.- El destino sabia que aquella no iba a ser la ultima vez que tratase con el Mizukage, y como si tratase de jugarle una especie de broma, probablemente ajustaria los eventos de sus dominios para que ambos se encontraran nuevamente. Para desgracia, o para gracia, tal cosa parecia ser inevitable.
La Sombra le entrego al artista un boletin, con informacion sobre un evento. Un evento de especial importancia en estos momentos, donde personas como Tatsuya tenian la oportunidad de demostrar su valia, y participar en otra prueba, para su ascenso de rango. La mano de porcelana del Shiba tomo el boletin a prisa, de los dedos de la Kage, para posteriormente inclinar su cabeza hacia delante, en signo de aprobacion. -Si eso es todo, milady, le encontrare en la entrada de inmediato.- Sin mas que decir, el artista se dirigio nuevamente a su transporte alado, para montarlo, y surcar los cielos una vez mas. |
| | | Paraguas ~
Jounin
- Spoiler:
Píldora de soldado (5 Usos)
mi mamá dice que soy especial Ryous : 500R Mensajes : 1227 Fecha de inscripción : 02/12/2014 Edad : 23
| Tema: Re: Despacho del Tsuchikage Vie Jul 31, 2015 7:33 am | |
| El halcón arribó a destino cuarenta y tres minutos antes de lo previsto y en sus inhalaciones podía notarse el cansancio que contrajo; La verdad era esta, el ave no viviría mucho más, pues tantas eran las ansias de Shannaolette de que su carta llegara lo más temprano posible que le dio grandes cantidades de drogas a la majestuosa ave para que pudiera desempeñar sus funciones como nunca jamás lo había llegado a hacer. Así, fue que el ave más rápida de Konoha, utilizada únicamente para cartas cuyos asuntos decidieran la vida de centenares de personas, murió bajo los caprichos de Shannaolette. - Spoiler:
Estimada Tsuchikage, Ashara Dayne.
Me veo en la necesidad de dejar mis obligaciones como Hokage de lado una vez más tras haberme tomado el tiempo de leer su misiva, y si pude sacar una conclusión clara tras el batiburrillo de prepotencia mencionado en el que usted expresó sus ideas, es que no ha entendido a lo que quiero llegar y de lo que soy capaz de hacer para cumplir mis objetivos, aparte de sugerir una remota idea que veo francamente ridícula: Usted no es bienvenida en mis tierras. Quizá mi memoria me falle y el duplicado de lo escrito por mi parte tenga algunas falencias, pero no recuerdo haberle hecho llegar una invitación a mi aldea, mucho menos pensar en escribir documento alguno que la autorice legalmente a pisar mis fronteras. Soy la nueva Hokage, y a la nueva Hokage no le gusta que la molesten y no pienso fingir, no tengo ningún evento importante en el calendario que me impida recibirte como en tu inconsciencia debes creer merecer, pero ya el sólo hecho de desplegar mis ideas en un pedazo de papel con destino a una persona que me parece francamente ridícula es algo que genera una dolorosa puntada en lo más profundo de mi ser. Esto es Konoha, Ashara, son mis tierras, mi territorio, esta es mi casa y en mi casa mando yo, y tú no tienes permitido poner un pie en las fronteras de mi aldea sin que en consecuencia haga arder a Iwagakure desde sus más profundos cimientos.
Pero soy mucho más que la mujer que te pateará el trasero, no carezco de diplomacia y usaré la finitud restante de mis reservas en ti para que entiendas en qué problema se han metido, porque seguro creen que sufro de un trastorno narcisista de la personalidad y que por ende me gusta jugar a ser Dios... Verás, Ashara, yo no juego tus patéticos juegos, yo no juego a ser Dios como tú crees. Soy la persona más inteligente del planeta y puedo matar a la gente en un pestañeo... ¡Yo juego a ser humana! Y a diferencia de ti, por lo menos, yo entiendo el capitalismo: Pagaste por una loca que no distingue el bien y el mal que asesina Kages, y eso, querida mía, es lo que tienes.
Por otro lado entiendo perfectamente que no me veas como una amenaza, que me veas como un insecto que puedes aplastar bajo la yema de tu pulgar, como una ligera molestia en tu aparatosa vida llena de lujos, pero yo soy más que eso, soy más que un personaje carismático. Yo no soy como Jinx, Deadpool o Harley Quinn**, soy la única que es capaz de ver la realidad sin los prejuicios de la subjetividad. Me lo tomo como si todo fuera un chiste, pero lo entiendo. Puedo ver las grietas en la sociedad, haciéndose cada vez más grandes, veo a estos idiotas que siempre creen estar en lo correcto intentando que no se hagan más grandes. He contemplado el verdadero rostro de nuestro mundo y he optado por convertirme en un reflejo retorcido de él, en una vil parodia.
¡Y ese es exactamente mi problema con ustedes! Mi problema con ustedes es que son la peor mierda que hay en este mundo y es tanta su falta de comprensión que no llegan a ser conscientes de ello. En lo que a mí concierne ni tú ni Sesshomaru fueron electos por sus capacidades políticas, él es un maldito asesino y tú su concubina, y yo jamás le rendiré pleitesía a una concubina. Y no porque ocupen esos cargos su mierda dejará de oler. Huele tan feo como la mía, pero la verdadera diferencia es que yo no la embadurno con estupideces sobre la paz y la estabilidad. El mundo no se divide en términos maniqueos querida, el mundo no se divide en conceptos que nacen por la palabra y viven gracias a ella, el mundo se divide en base a mis términos egoístas. ¡Cada persona debe ser un fin para sí mismo! ¡"YO", debería ser un estandarte! Pero esto no es algo en particular contigo. Quiero que sepas que aparte de no soportar tu presencia y desearte una muerte lenta y agónica, no tengo nada contra ti. Hablo también de todos esos niños ahí afuera, gobernando aldeas en base a un sentido de la moral inexistente, que sólo existe en sus cabezas. Todos ustedes son la peor mierda que resta en este mundo, la clase de mierda a la que le gusta ir por ahí, creyendo que son políticos decentes que saben lo que hacen cuando no es así. Son la mierda que usa la palabra "justicia" para imponer su opinión y tener la libre amnistía de matar, son la clase de mierda que se sienta frente a su escritorio y fingen saber qué significan todos esos papeles revoloteando en su escritorio en la eterna creencia de que levantando una hoja descubrirán cómo llegar al Nirvana. ¡Ustedes, del primero al último, son la peor escoria existente! ¡Ustedes son unos wannabes! ¡Y por eso ustedes, del primero al último, van a morir al compás que yo marque! ¡Pienso patearles el trasero de forma gratuita y voy a hacerlo porque tengo una genial espada roja y la voluntad de tirarles los molares!
Y aquí, en el portal de mi fortaleza, grabaré en piedra mi voluntad, grabaré en piedra la palabra que ha de ser mi antorcha y mi bandera. "Akatsuki" es la palabra que no morirá, que será recordada generación tras generación incluso aunque pereciéremos todos en la lucha, el ideal no puede morir sobre esta tierra mientras haya gente como tú gobernando, porque nosotros, porque "Akatsuki", los buscará. Los cazará, torturará y matará, destruiremos las cinco naciones si es necesario para revelar lo podrida que está la sociedad y tú, sólo en tus impías manos y las de Sesshomaru, yace la verdadera responsabilidad por desatarme, por darme un objetivo y una razón de ser. La palabra sagrada: "Akatsuki". ¡Que por siempre podamos nosotros reinar!
Y son estas últimas líneas donde demuestro mi altruismo, mi compasión por las vidas ajenas. Extiendo estas líneas porque tengo un consejo para ti, un consejo que espero sepas apreciar, un consejo que mientras sigas ocupando esa posición jerárquica como cabeza de estado, mientras sigas siendo opositora a mis planes, mientras sigas en el constante intento de que mis deseos no lleguen a realizarse te recomiendo tomar. Mantente saludable, Ashara. Todo lo que tienes que hacer es mantenerte saludable, porque volveré a Iwagakure: Quizá en días; quizá en semanas; quizá en meses; quizá en años; pero volveré y sabrás que he vuelto cuando veas un brazo abriéndose paso por tu abdomen. Entonces Akatsuki alzará tu cadáver y servirás como testimonio de lo que este mundo decadente les depara a los que no entienden que la búsqueda del bien es un objetivo vano. Atentamente: Shannaolette Alquoir, ex-Hokage. **He ahí una referencia a algo friki de la forma más liminal y obvia (y por ende, superficial) posible, ¿ya estoy al mismo nivel que The Big Bang Theory?
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