Shinobi Chronicles
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| Tema: Historia post time-skip. (Inicia el reset parcial) Miér Ago 05, 2015 1:43 pm | |
| (Este tema luego será movido a información) Aldea de la Hoja.Listado de Kages: 1. Shodaime Hokage: Shiva Kaguya. (Difunto) 2. Nidaime Hokage: Shannaolette Alquoir. (Desaparecida) 3. Sandaime Hokage: Katarina T. Korsakova. (Actual)- Historia:
Caos. Sumida en la desesperación, la Hoja parecía tan solo esperar el momento para sumergirse en la más profunda oscuridad… Y perecer. La muerte se cernía sobre sus inmensas murallas, intentando entrar y devorar cada corazón palpitante, mientras dentro, la agonía se había arraigado con permanente firmeza a los huesos de la ciudad. Las sombrías garras de la cruel guerra asolaban cada rincón de la villa, y llevaban la sanguinaria lucha hasta hombres, mujeres y niños. Sin distinción. Toda la aldea se había levantado en armas, luchando por sus ideales, en grupos y bandos, en pandillas y facciones. No faltaron mártires, sobraban asesinos, los cuerpos inertes adornaban las casas, la sangre aun cálida fluía por las calles, incluso los cuchillos de cocina, en manos de aldeanos inexpertos arrastrados a la espiral de lucha y muerte, eran un arma a la cual temer. De día o de noche, soleado o lloviendo, el entre chocar del acero era la melodía que predominaba en la aldea. Las explosiones paraban algún que otro corazón, literalmente, de vez en cuando. El rugido de los ataques resonaba en la lejanía, como una letanía constante. De vez en cuando, todo aquel ruido monstruoso cesaba un segundo, tan solo para que el último grito desesperado de algún que otro inocente desgarrara el cielo, y entonces todo volvía a empezar…
Una guerra contra otra aldea es terrible. Una guerra civil, es horrenda. Luchar contra aquellos a los que ves a diario. Luchar contra un hijo. Contra un padre. Ver morir a tu hermana. A tu madre. Es un dolor indescriptible. Tener que matar a los que, antaño, considerabas amigos. Insoportable. Hasta tal punto que te entregas a la locura para mitigar el dolor, y es entonces cuando el caos reina. Muertes sin sentido. Destrucciones alejadas de toda lógica. Llega el día en el que si no haces estallar algo, no te sientes contento. Y es entonces cuando se olvida la pregunta ¿Por qué luchamos? ¿Para conservar mí trabajo? ¿Para qué no prendan fuego a mi casa? ¿Para que alguien no venga a meter un dedo en el ojo de mi hija? Eventualmente se vuelve más fácil el luchar por luchar y delegar las reflexiones a otros. Y es así como finalmente, la ciudad arde. Arde a causa de criminales que matan por matar. Arde a causa de políticos que solo quieren socorrer sus bienes. Arde a causa de líderes que ponen a la mitad de la población en contra de la otra mitad. Y ese es el real problema, los líderes…
Durante el mandato del primer Hokage la paz reinaba en la aldea. Había crímenes aislados, ¿Dónde no? Pero se vivía con relativa tranquilidad. Los hombres no abrían con temor las puertas de sus casas, los niños no salían aterrados a la calle y las mujeres no se preocupaban más que por la comida de aquella tarde. Pero todo cambio cuando una fémina, portadora de la desesperación, irrumpió en la tranquilidad de los ciudadanos. Atacó la aldea, haciéndola temblar desde sus cimientos, y orillo al pacifico líder a la muerte. Fue entonces cuando la primera guerra civil estalló, suscitada por aquellos que ingenuamente creían poder alcanzar el poder en ausencia de un líder. Hubo muchas bajas en aquella rebelión inútil; los inocentes siempre pagaban un mayor precio, pues al fin y al cabo, la fémina logró establecerse. Tomó entonces el mando, sin aceptar reclamos o protestas, estableciéndose como líder y reina, y eliminando amenazas. Pero su autoritario gobierno despertó la enemistad de los ciudadanos, a quienes oprimía con sus mandatos. Una división ocurrió entonces en la aldea; aquellos de parte de la fémina, en su mayoría criminales y demás miembros que se beneficiaban al estar al lado de la mandamás, y los rebeldes, aquellos que luchaban al amparo de la noche con la esperanza de que la libertad se posase una vez más en la villa. Estos últimos fueron ilusos. Al no poder rebelarse abiertamente, pues el poder de la mujer y sus seguidores era atemorizante, se mantuvieron avivando la llama de la revolución durante todo su reinado, acumulando odio, resentimiento y rencor. Como una burbuja creciendo inestable, llegaría el momento en el que todos esos sentimientos negativos acumulados debían estallar, y eso sucedió cuando, de un día para otro, la fémina regente abandonó su imperio. Algunos dicen que se fue por que el cargo le había quedado muy grande. Otros porque había recibido amenazas externas. Algunos decían simplemente que se había aburrido de gobernar la aldea. Alegres, unos pocos dicen esperanzados que nunca volverá, y con temor, la gran mayoría teme el día en que eso suceda. Pero lo cierto, lo real, lo palpable era, que fuese cual fuese el motivo que había llevado a la dictadora a dejar su puesto, nada, absolutamente nada, impediría que esa cruenta guerra civil que arrastraba a la lucha a hombres, mujeres y niños… Estallase.
En su transcurso, dos de cada tres habitantes de la aldea perecieron, y dos de cada tres de los que aun vivían quedaron incapacitados para la lucha. La mitad de la aldea vivía desolada, mientras la otra mitad, simplemente, no vivía. No quedaban fuerzas si quiera para impedir que las ratas te robaran el pan de hace tres días. Fue entonces, cuando un pequeño grupo, que aún no habían olvidado el por qué luchaban, se abrió camino hacia la cúspide jerárquica. Al mando de Katarina T. Korsakova, inestable mujer, un puñado de ninjas tomaron el control de la aldea, o lo que quedaba de ella. Los más cercanos a ella sabían que era una fiel seguidora de la anterior mandataria, es más, era fiel seguidora de cualquier cosa que le permitiera matar, y que un gobierno en su mando estaba destinado a la ruina. Sin embargo creían que si usaban la fama de la temeraria mujer para poner orden en la aldea, podían manipularla después. Era conocida por simplemente matar a todo aquel que se le oponía. Sus recurrentes ataques de locura tampoco eran un misterio para nadie. Pero no hubo quien se opusiera a su mando. Todos temían el desarrollo de una tercera guerra civil que acabara consumiendo la Hoja por completo. Aceptaron entonces, de forma unánime, el liderazgo de aquella extraña mujer. Esperaban recuperar la vida que antaño tenían, harían lo que se le pidiera con tal de no revivir el cruento episodio de otra guerra y simplemente esperarían a que la nueva líder los condujera a un remanso de paz y tranquilidad. ¿Podrían acuñar al menos esa esperanza?... Aldea de la Arena.Listado de Kages: 1. Shodaime Kazekage: Sterben. (Exiliado – Desaparecido) 2. Nidaime Kazekage: Kurusu. (Desaparecida) 3. Sandaime Kazekage: Jin Kisaragi. (Actual)- Historia:
La locura y la confusión se apoderaron de la Aldea Oculta entre la Arena durante el periodo que Nidaime Kazekage estuvo al frente del País. Su inestable personalidad, más sus ataques de ira, y su misma incapacidad, fueron los detonantes de una crisis social que azoto el país por un año y medio. Las aldeas menores aledañas fueron víctimas de la violencia de la Kazekage; Quien arrasó con los pequeños poblados que sus tropas encontrasen cerca del camino. Durante mucho tiempo, los shinobis de la Arena marcharon por las tierras del País del Viento, extendiendo los dominios de la aldea capital del mismo. Se escuchaban rumores por las calles, de que un ente, cuya identidad se desconocía, había otorgado el poder de controlar la aldea a aquella psicópata, y por eso, sus decisiones habían sido aquellas: Las de construir una metrópolis, que abarcase todo el País del Viento. Algunas personas comentaban que el señor Feudal había entregado aquella autoridad, mas nunca se supo.
Las masacres de las villas pequeñas fue evidente, y los rumores se esparcieron por todo el mundo shinobi, llegando a los oídos de todos los Kages, y uno que otro curioso. Las conquistas surgían al mismo tiempo que las construcciones, siendo así, que el tamaño de la aldea se extendía considerablemente por todo el país. Los dominios de la capital no se limitaban ahora por nada. Desde el más pequeño templo, hasta el más grande, todos caían, y eran cubiertos por las nuevas edificaciones, que surgían desde sus cadáveres.
Las personas no tardaron demasiado tiempo en querer revelarse contra la Segunda; Sin embargo, las fuerzas de la Arena poseían un poder más allá de sus capacidades, considerando que la mayoría nunca había tenido experiencia en combate. No había nadie que se opusiese verdaderamente a la representación más palpable de la locura.
Al cabo de un año y medio, Sunagakure se había convertido en un monstruo. Su extensión abarcaba casi totalmente el terreno del cual el País del Viento gozaba. Las calles por las que transitaban sus habitantes estaba manchada con sangre, y estos mismos ciudadanos se hacían cada vez más insensibles a este hecho. Aquellos que un día juraron nunca caer, ahora no eran más que una pieza extra en la maquinaria de Nidaime Kazekage. Las voces de protesta eran cada vez más inaudibles.
Las demás aldeas se cerraron ante Sunagakure; La cual sufrió un bloqueo comercial por parte de todos los poblados. Este bloqueo empezó a derrumbar los cimientos bajo los cuales se había erguido la metrópolis, causando una increíble escases de alimentos, los cuales eran importados, por la infértil tierra del País del Viento. Nuevamente, aquellas voces que se habían apagado hacía tiempo, aquella chispa fue lo único que se necesitaba para encender la llama de los corazones de los shinobis. Se desató una guerra civil nuevamente, la cual azotó breve, pero implacable, a Sunagakure. Los ataques coordinados, más el nuevo número de efectivos que poseían los rebeldes, le concedieron la victoria a estos.
Como en todas partes, siempre hay ciertos individuos que sobresalen de los demás. En este caso, los héroes de la rebelión fueron 3 shinobis, cuyos ataques combinados resultaron en la destrucción del cuartel general de las fuerzas de la Kazekage. Estos tres héroes realizaron el ataque final al despacho de Nidaime Kazekage. Dos de los tres cayeron en combate, aniquilados por uno de los guardaespaldas de Kurusu. La batalla tomo horas en desarrollarse. Uno a uno, shinobis de ambos bandos iban cayendo sobre sus espadas, hasta que finalmente, el asedio llego a su fin. Las fuerzas de Nidaime Kazekage cayeron, y la locura llego a su fin. No se supo que fue lo que sucedió con Kurusu. Su cadáver nunca fue encontrado; Sin embargo, cuentan las malas lenguas, de que su destino fue uno diferente a la muerte. Se dice que logró escapar, y que inicio su búsqueda de Sterben, Shodaime Kazekage.
Luego de mucha sangre derramada, Jin Kisaragi, aquel tercer guerrero, se hizo con el poder de la aldea. Líder de un país lastimado por la irracionalidad, y cuya gente estaba cansada del derramamiento de sangre. Aquel hombre, ahora debe cargar con cuidado a su inestable pueblo, víctima de la guerra. Aldea de la Niebla.Listado de Kages: 1. Shodaime Kazekage: Alexander Bandervilt. (Renunció a su cargo) 2. Nidaime Mizukage: Borsalino D. Shin. (Actual)- Historia:
Y la desolación y la depresión se internaron en Kirigakure como un veneno por las venas, marchitando su destino y cayendo en una decadencia que se mezclaba con la niebla y la humedad. La inestabilidad social, debido a la constante e incansable guardia que la villa presentaba hicieron que las rutas mercantiles se desviaran, y con ello cayó el mercado, y con el mercado sus mercaderes, y con estos sus familias, y con estas la vida interna de la aldea.
Ahora la villa oculta de la niebla presenta un estado abandonado y silencioso, saturada más que nunca por la espesa niebla que inunda cada rincón, un deterioro casi irreparable a causa de su líder, la sombra del país del agua Borsalino D. Shin, el ahora rey de una ciudad fantasma. Con el solo están unos pocos leales, poco más de una centena de militares y algunos shinobis de la villa que siguen fieles a su Mizukage. Borsalino solo quería asegurar la villa ante la amenaza, sin escatimar que el mismo se estaba haciendo su propio asedio y debilitando la vitalidad de la aldea, su juicio es inquebrantable tanto como su sentimiento patrio, pero esto mismo provocó que la villa finalmente sucumbiese ante la alargada situación, y con ello el propio Mizukage, pues se le sumó el abandono de alguno de sus más allegados.
No obstante, tanto la curiosidad como el resentimiento vengativo del samurai creció en la soledad de una villa inerte, asegurándose de dejar todo atado y bien atado entre los que aún seguían a su lado para procurar que él día de mañana, aquellos que partieron fuera con un propósito paralelo al suyo y los que aún permanecían en la villa cumplieran ese propósito, llegar hasta el final y recobrar lo arrebatado. Aldea de la Roca.Listado de Kages: 1. Shodaime Tsuchikage: Kenshin Sesshomaru. (Puesto compartido – Despojado de su puesto) Ashara Dayne. (Puesto compartido – Ascendida a Nidaime posteriormente) 2. Nidaime Tsuchikage: Ashara Dayne. (Renunció a su cargo) 3. Sandaime Tsuchikage: Ace D. Portgast. (Actual)- Historia:
El tiempo pasó en Iwagakure, y los días transcurrían uno tras otro desde aquel día en que Ashara Dayne le dio a una peliblanca la orden de “liberar” a Konoha. Desde entonces las altas esferas burocráticas se vieron envueltas en un torbellino de descontrol e inseguridad que no sabían cómo frenar. Los aldeanos, el corazón mismo de la aldea, nunca llegaron a enterarse cuál era la amenaza que se cernía sobre ellos y que, similar a la espada de Damocles, pendía sobre cada una de sus cabezas amenazando con acabar cada una de las vidas que inundaban las calles de la villa, arrancando las raíces más profundas de las relaciones sociales y ardiendo todo aquello por lo que día a día sus mandatarios habían luchado por lograr.
Los altos mandos hicieron todo lo humanamente posible para que los detalles de dichos sucesos no salieran a la luz; Destellos de estos hechos se revelaron mediante rumores, mas las pequeñas voces que emitían estas palabras tan trascendentales fueron silenciadas una por una, con sobornos o sin ellos, y como la luz de las polillas acercándose a una llama, sus proverbios se extinguieron en el oscuro silencio que resultaba ser el olvido.
Nunca nadie supo nada, y cada movimiento que la pelinegra realizaba para asegurar su amada aldea ante la hipotética amenaza se llevaban a cabo con una cautela inusitada que sólo dos expertos en la materia podían llegar a tener. No dejarían que una mujer inconsciente de sus palabras acabara con todo aquello por lo que habían derramado sudor y lágrimas, y mucho menos por un vano capricho inconsistente cimentado en el orgullo dolido que significaba la humillación. Los años pasaron, y la amenaza nunca se concretó, la información proveniente de Konoha indicaba que las guerras civiles que azotaban como una peste el País del Fuego incapacitaban a la aldea de llegar a cumplir con lo expuesto en esas polémicas páginas, siquiera de ser considerada amenaza alguna y poco a poco la sombra de dicha carta se fue evaporando, desapareciendo finalmente cuando los rumores de la ida de Shannaolette Alquoir llegaron a oídos de la mandamás de la Roca.
Mientras tres de las Cinco Grandes Naciones pasaban por grandes crisis sociales y económicas, Iwagakure era la única de las mismas cuya estabilidad daba que hablar, con su comercio creciendo exponencialmente y con inmigraciones casi masivas de refugiados que buscaban olvidar el horror de la guerra.
Y así, y sin antelación alguna que hubiera sugerido dicha posibilidad, Ashara Dayne presentó su renuncia. Cuando fue interrogada al respecto su negativa a dar una respuesta concreta fue evidente y nadie tuvo el coraje de ir más allá y exigirle una respuesta que satisfaga la curiosidad de los aldeanos. La misma inestabilidad que le había arrebatado a Sesshomaru su posición como Tsuchikage y había encumbrado a su sucesora le quitaba posibilidad alguna de reelección. Una nueva cara a una aldea que estaba acostumbrada a conocer de antemano la trayectoria política de su líder era algo que no todos aceptaron en un inicio: Ace D. Portgast, uno de los tantos inmigrantes salido de ese crisol étnico y cuyo pasado era desconocido fue electo. Su ascenso lento pero constante en los últimos años lo hicieron merecedor de dicho título ante un senado indiferente a las subjetividades marcadas por los prejuicios discriminatorios.
Los diarios rezan que traerá la desgracia que asola las aldeas vecinas con un amarillismo inusitado, y si bien muchos dudan de su capacidad al mando exaltando valores nacionales inexistentes en pro del orgullo nacionalista, lo cierto es que todavía es temprano para hacer juicio alguno al respecto. Aldea de la Nube.Listado de Kages: 1. Shodaime Raikage: Hiroshi Aburame. (Difunto) 2. Nidaime Raikage: Sebastien Pair. (Desaparecido) 3. Sandaime Raikage: Kenji Shizuka. (Actual)- Historia:
Un día lo cambia todo, un día en el cual una decisión mal tomada o un movimiento mal elaborado puede ser decisivo para el futuro de un país, una aldea, una familia. Lo bueno, es que esto va hacia los dos lados y así como esas malas decisiones pueden acarrear muerte, hay otras que pueden traer la vida y libertad. La aldea escondida entre las nubes había sido sede de ambas caras de la moneda; una mala decisión acabó con la vida de un gran hombre y a raíz de esto, la villa fue azotada por la maldad de un par de hombres o mejor dicho demonios, uno de los cuales se proclamó así mismo líder de la aldea, título que no le correspondía y abusando del mismo, lideró usando el único método que conocía… La maldad, la fuerza bruta, la muerte… Una dictadura liderada por aquel demonio cuyo nombre nadie quiere recordar.
Durante meses, aquel hombre dejaba morir una aldea tan hermosa y prospera como lo era la de la Nube, una aldea que se forjo con los deseos y esperanzas de muchas personas, cuyos valores eran el respeto, el honor, la sinceridad y sobre todo… La fuerza de voluntad. No podemos negar que dentro de la misma podían encontrarse actividades para fortalecer a sus habitantes, peleas por demostrar quienes eran los más fuerte, pero esto era lo que más caracterizaba a los guerreros de Kumo, seres cuya habilidad y fuerza solo era superado por su ingenio, ganas de lucha y fuerza de voluntad, pues por mucho que durase una batalla, estos guerreros nunca se rendían, aun así, ni los más grandes ninjas de aquella aldea pudieron detener los actos terribles de aquel demonio.
A raíz del sufrimiento de los habitantes y la disconformidad por parte de estos grandes guerreros, la otra cara de la moneda empezaba a surgir… Un grupo formado de los mejores guerreros de la aldea se reunieron para tratar de poner fin a esta tiranía, muchas diferencias entre estos cuatro “lideres” de distintos sectores de una aldea dividida pero con ansias de volver a ser una familia, pero dejando a un lado las muchas diferencias que los separaban, se unieron por un objetivo común… Liberar a su pueblo de aquel demonio hizo que, luego de ciertos conflictos internos, se formase la resistencia, los rebeldes, la revolución o como coño quieras llamarlos y como cabeza de la misma, se encontraba el más fuerte de los cuatro, lo demostró derrotando a los otros tres, que no tuvieron más opción que aceptar su derrota con honor y ceder el mando a ese personaje.
Con la revolución en marcha, los actos de rebeldía se incrementaron, hasta la fecha muchos habían intentado atentar contra el nuevo mandatario, pero al estar separados, no habían logrado más que muertes de los suyos y esto era inaceptable, ningún ciudadano debería morir por proteger sus principios y ninguno más lo haría. Múltiples atentados contra el gobierno se llevaron a cabo, y muchos de esos “ciudadanos” que se habían unido al demonio, cayeron en batalla, estos no podían considerarse miembros de esta aldea y todos serían expulsados de la misma al igual que aquel que se hacía llamar Raikage, cuando no lo merecía.
En uno de esos atentados, los dos líderes de cada bando se encontraron, el líder de los rebeldes contra el demonio y falso Raikage. La batalla fue intensa y algo duradera, pero la misma no logró dictaminar un vencedor, siendo que ambos decidieron acabar con tan absurdo encuentro, que había costado victimas de ambos bandos, así mismo, este golpe fue bastante duro para el gobierno actual y como el demonio ya había logrado su cometido en dicha aldea, decidió irse de la misma dejando atrás un oscuro paso en la aldea de la nube. El demonio de la nube por fin fue derrocado, el tiempo de caos había acabado y de entre los rebeldes saldría el nuevo Raikage, el legítimo Raikage, alguien que podía defender la aldea de personajes como aquel que nadie quería ni siquiera nombrar y quien mejor para el puesto que el único que pudo hacerle frente al mismo, el líder de la resistencia, el rayo de esperanza en el que confiaba toda la aldea, aquel que sabían, daría su vida para proteger la aldea y que nada como lo sucedido con aquel Demonio, volviese a pasar. Nadie se opuso al legítimo Raikage, aquel que devolvió la paz a esta gran nación.
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