Misión D - El Pantano

Tema: Misión D - El Pantano Sáb Mayo 30, 2015 6:24 pm

[ EL PANTANO ]
Misión D - El Pantano KSZ7Bmd

1

La Escencia de la naturaleza impregnaba los orificios nasales del pequeño gennin, estimulando su olfato de una manera que jamás había experimentado. Entusiasmado recorría los alrededores de la aldea oculta entre la niebla, con el propósito de darle fin al problemático embrollo causado por el pantano tóxico. Y es que no era usual que un chiquillo como él anduviese solo por estos rumbos, mucho menos por la corta experiencia ninja que cargaba. Pero poseía un don, un talento que ningún otro podía presumir que lo hacía tan perfecto para el caso. Le quedaba justo a la talla. No significaba que sería tarea fácil sin embargo, cosa que tenía muy en claro. Los riesgos de salir de los límites civiles eran numerosos, y cualquier cosa podía causarle algún conflicto indeseado.

Sus ondas caían por detrás en su espalda, rebotando en cada paso ajustado que daba. Los ojos abiertos a nuevas posibilidades vigilaban con cautela su alrededor, no solo por precaución si no porque quería absorber el momento lo más posible. Nunca había estado fuera de Kiri, y era bastante emocionante para su cerebro curioso ver la diversidad de flora prosperar por la zona. Nunca imaginó un exterior tan ideal.

Transitó por las zona pública, donde todos los foráneos y viajantes aglomeraban el camino. Era el amanecer después de todo, y muchos de ellos realizaban sus quehaceres en tan temprana hora. Después de caminar por un tiempo, cambió de dirección con el objetivo de abrazar la aldea para llegar a su destino. El pantano peligroso se posicionaba al noroeste del país, y llegar al mismo tomaba algo de tiempo debido al territorio que se tenía que recorrer. Inicio a pasos lentos, pero cambió su ritmo al perderse entre la maleza, acelerando a tal grado de verse solo como un rayo verdoso. Saltó de árbol en árbol, cayendo en los brazos extendidos para darle más diversidad a su vista. Continuó hasta perderse.

Tema: Re: Misión D - El Pantano Dom Mayo 31, 2015 4:23 am

2

Gritos. Llantos. Súplicas. La cabeza de Nicola enloquecía. ¿De dónde provenía? Llevó su velocidad al limite, con el corazón casi en la mano. No lo entendía del todo. La maleza poco a poco cambiaba en su caracterización volviéndose más tenebrosa y oscura. Los árboles se extendían a alturas grandes, opacando la luz solar. El agua dominaba el suelo, estancada en su estado. El olor a fango y a hongos se apoderaba de la ventilación del aire, llevando oxígeno contaminado en sus corrientes. Podía percibirlo, un cosquilleo en la nariz que le afirmaba que se trataba de toxina. Había algo que le preocupaba aún más, esos gritos desesperados por ayuda. Cayó con fuerza sobre una raíz de bastante grosor, sobresaliente por el agua lodosa y proveniente de un gigantesco árbol semi seco, envuelto en una capa de musgo. El gennin se había ensuciado un poco, algo que de pertenecer en otra situación quizá se quejaría, pero este no era el momento y tenía solo algo el la mente. El zumbido de las hojas danzantes en el aire hacían de la situación algo más dramático, lloriqueo que perturbaba al joven Nicola. Colocó ambas manos en sus oídos, moviendo los ojos hacia todos lados del pavor. - ¡Basta! - Clamó en la desesperación, cayendo sobre una rodilla en la madera velada. El aroma fétido entraba a sus pulmones, rellenándolos de aquellas maliciosas partículas. Podía sentirlos arder, quemar. La exposición a la contaminación era severa, algo con lo que jamás había experimentado. Era inmune, pero no al dolor, no adquiría ese grado de resistencia aun. Y no era eso lo más preocupante. La naturaleza sufría, podía sentirlo, su aflicción y tortura. - ¡Acaso nadie las escucha! - Su alarmante voz terminó por quebrarse, provocando un eco por el bosque empapado. Acabó por derrumbarse en el tronco, con el oído izquierdo pegado en su superficie. Una de sus manos reposaba por encima del agua, tocándola con apenas las puntas de los dedos y la otra acariciaba lentamente la raíz. - Todo estará bien pequeña. - Susurraba, observando con la esquina del ojo un pequeño rosal brotando a la orilla del lago baboso. Conocía esa planta, la reconocía por una infografía. Rápidamente pasó a sentarse, fijado al matorral deslumbrante. No era cualquier flor, tenía un característico brillo púrpura y puntas extendidas en forma de corona. Se trataba de una Mata Lobos. Nicola saltó desde su posición, cayendo al otro extremo, sobre la orilla donde el arbusto daba a luz. Varios brotes de flores llenaban el espacio, y podía capturar el aroma en su olfato. Sin dudas, este era el problema. Emanaba una fragancia por todo el bosque, su dulce y enriquecedora esencia era mortífera y sus característico olor era apagado por aquel del bosque. - Linda.. - Sopló, frotando uno de sus pétalos cuidadosamente. De su bolsillo tomó un frasco y con una jeringa tomó una muestra de su néctar, manteniendo el cuidado sobre la misma para no dañarla.- No dejaré que te hagan daño. - Le dijo. Caminó unos pasos y observó más a fondo el andar del agua, fijándose en su extraña contaminación. Si bien se trataba de un pantano, poseía características fuera de lo común para su ecosistema. Había un caso de desrupción ambiental severa por parte de los humanos, cosa alarmante para el apenas gennin. - Estupidos. - Enfurecido se volteo, llevando el frasco de la prueba en su bolsillo. Después de algun tiempo de estudiar el campo, decidió regresar a la aldea esperando recibir ayuda.

Al llegar, elaboró un antídoto en pocas horas el cual proporcionó al sistema médico de la aldea, también un listado de sus componentes y reproducción y algunos datos sobre el pantano. Además de poner una queja sobre el daño ambiental, esperando que fuese tratado de inmediato. Se daría cuenta después de tiempo que el caso jamás fue tratado...

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