Mi llegada fue rapida en comparación a lo que hubiese esperado de mi mismo, quizas me excedi en mis intenciones. Me percate de ello, y paralizandome a unos 11 metros de la posición de la femina, la cual aun permanecia con prendas incompletas, libere un largo suspiro refrescando mis adentros para posteriormente tomar un refrescante trago de agua, sabía que mi gasto de energia para estas alturas era considerable asi que me sente sobre el agua centrando toda mi actitud, atención y ser hacia aquella chica, remoje mis labios con mi lengua de manera lenta antes de hablar. -Buenas, mi nombre es Hao- revelé mientras organizaba mis ideas y a pesar de tener la venda en mi rostro, sobre mis ojos, trataba de evitar su pecho concentrandome más en su rostro o en sus piernas. El bastón ahora permanecia sobre mis propias piernas dado que estaba sentado y mis ideas eventualmente se vieron lineales. -A pesar de ser una prueba para la obtención de los pergaminos, tengo interes en combatir contra ti sin considerar tal lineamiento. Puedes tomar mi pergamino o no, si sales victoriosa, del mismo modo que podría hacerlo lo mismo, y desde ahora declaro que no hare tal cosa. Más mi interes por combatir contra tu persona permanece y quisiera invitarte a tener un enfrentamiento- Debía silenciarme más tenia un comentario más. -Especialmente debido a que hay un "tiempo limite" para estar en este campo- Tal vez ya sabía a que me referia o tal vez no, más en "Oceania" el mayor problema era la deshidratación y había un limite para cuanto nuestros cuerpos podrían aguantar.

Carente de razón, recuerda aquellos recuerdos que desde hace tiempo ha buscado dejar atrás, mas las garras de los mismos han dejado en el subconsciente de la pelinegra una marca demasiado profunda como para poder borrar tales imágenes. Cuando sus ojos se cierran estos emergen desde las profundidades de su ser, y cuando la luz del día vuelve a dar con sus iris estos logran esconderse en los profundos recovecos de su mente, mas siempre encuentran el camino de regreso.
Y siempre lo harán.
El palpitar de su corazón acelera su ritmo, y sus emociones empiezan a fluir como el agua al transcurrir por sobre caminos pedregosos. Las palmas de sus manos manchadas del frío rojo de la sangre, cuyo diluir era un constante imparable, con sus lágrimas humedeciendo sus mejillas ante la impotencia de la inutilidad. Grabados como fuego, estos le recuerdan a la pelinegra el usufructo de sus errores...Su primer día de menstruación.

Sintió el peso de un ave reposar sobre su hombro, como si sus sentimientos de alguna forma hubieran precedido otra historia de calibre similar. Aquellas palabras, aquel suceso, mas el rumbo inconsciente de su pensar cambió cuando en su oreja pudo sentir un dolor similar a un pellizco y escuchó, perdiéndose entre el sonido del aire al golpear el agua, el crascitar de un animal que lejos estaba de lograr reconocer.
Cuando abrió sus ojos pudo contemplar un ninja frente a su ser, cuya presentación lograba brillar por la pulcritud de la susodicha. Una sonrisa insipiente se dibujó en su ser al no poder evitar ocultar la gracia que le hacía la introducción del joven que se presentaba frente a ella, con una cortesía que por alguna razón le había parecido peculiar. Decidió no realizar comentario alguno al respecto de su presunta ingenuidad, prefiriendo dejar los prejuicios de lado para lograr una conclusión posterior a que este desenvolviera sus capacidades.
.- Deja la redundancia, Hao. - Dijo ella, mientras paseaba sus dedos sobre la arena y en la misma dibujaba unos kanjis que de forma subsiguiente confirmaron la información sobre la posición de su ahora rival que sus ojos le brindaban, negando encontrarse frente a ilusión alguna. - "Hache", "A" y "O", ¿verdad? Mi nombre, por cierto, es Naoto Frazer. - Se incorporó y se puso de rodillas, llevando en el movimiento su diestra a su espalda para lanzar varios kunais -unos seis- hacia la posición del rubio. El ataque era uno sencillo de evadir, razón por la cual juntó sus manos a la altura de su pecho y tras una serie de sellos desde su posición emergió un río de barro cuya velocidad le permitió superar en segundos la posición adquirida por las armas arrojadas. Algunos brillaban como una llama, pero había otros que simplemente se quemaban como una polilla atraída a una llama; Había que corroborar si existía o no disonancia entre la actitud del vendado y sus habilidades. Volvió a colocar su índice sobre los kanjis.

Naoto Frazer, ese era el nombre de la Kunoichi desinhibida que me había desviado de mis planes iniciales con su poco o quizas incluso inexistente pudor. Estando sentado frente a la ya mencionada, esta se incorporo y rapidamente inicio el desenlace del combate lanzando una serie de armas hacia mi posición, el lanzamiento era sencillo de predecir y las armas sumamente faciles de esquivar más sin embargo, ese no era su ataque total, tras realizar unos sellos concentro naturaleza de tierra y envio un rio de barro fluido hacia el espacio que yo ocupaba. Ciertamente había que felicitar los esfuerzos de la femina, sin embargo era evidente por su rostro y por la rapida respuesta que ella reconocia que ambas cosas eran puramente un "show" quizas pretendia conocer mis habilidades o tal vez me subestimaba al punto de considerar que eso me destruiria, de cualquier modo no escatime esfuerzos ni gaste tiempo innecesario sino que me movilice de forma instantanea.

El rio de barro se vio sumido en un fenomeno natural, el agua salada que no solo combatio la naturaleza misma sino que se conformo como un adversario directo a dicho jutsu. El flujo de barro no tuvo oportunidad de llegar hasta mi posición pues el agua que me rodeaba lo deshizo gracias a su extensión y masa total, conformando más del 70% del campo que ahora ocupabamos. Las armas por otro lado, si viajaban hacía donde alguna vez me encontre, más habia dejado de centrar chakra en mi cuerpo para dejarme caer hacia debajo del agua, no era un movimiento descabellado, y además utilice el ambiente a mi favor, no solo detuve el flujo de chakra hacia el agua, sino que tome "peso extra" con la sal abundante provocando que mi descenso fuera mucho más rapido. Una vez debajo del agua, hice una serie de sellos y lance desde debajo del lago una Fuuma Shuuriken hacia el cielo y hacia la posición de la Kunoichi, la intención era evidente, dar un giro en el aire y descender hacia la chica.

La Fuuma shuuriken una vez alcanzo la altura ideal, empezo a descender hacia Naoto sin embargo, frente a ella una figura similar a la mia se hizo presente, la misma envio 5 kunais hacia Naoto, tres de ellos cargados con sellos explosivos. Dicho teatro no era más que eso, teatro. Tanto la fuuma shuuriken como la figura, como los kunais no eran más que ilusiones baratas creadas por el Bushin no jutsu combinado con un Henge de sencillo caracter, más era capaz de fungir como distracción. Mientras tal suceso daba lugar en la superficie, debajo del agua yo empezaba a emerger y toda la sal que había recolectado ahora se transformaba en un arma para mi beneficio, con un potente movimiento de mis piernas, lance una patada hacia Frazer aun con mi extremidad bajo el lago y una gran cantidad de salitre, sal y otros minerales adjuntos formaron una pequeña nube de 1 metro de alto x 1 metro y medio de ancho, entre la Kunoichi y yo. En caso de no moverse, se veria bañada de los mencionados minerales, lo cual podía escalar en un aspecto favorable para mi a largo plazo. Habiendo concluido mis movimientos, retome mi posición ahora de pie sobre la misma y posando el bastón sobre la superficie del agua, una sonrisa ocupaba mis labios.

Jutsus:

El bastón yacia en mi siniestra mientras estaba la reacción de Naoto, sus movimientos siguientes tan solo me confirmaron una cosa. Aquella Kunoichi no era incapaz de dar un buen combate, la preparación del terreno y su reacción ante todas las cosas solo asistian a su caso informandome de que a pesar de mi desden por su vestimenta tan reveladora, la femina tenia lo necesario y quizas incluso más para dar la talla ante cualquier eventualidad, en cierto modo me llenaba de satisfacción puesto que era una compañera de aldea y aunque jamas me había detenido y reparado en la idea de tener aliados por aldea y no por sangre, había cierto sentimiento de paz por la situación, la sonrisa continuaba ocupando mis labios.

Su teatro, la creación de una cortina de humo y sus movimientos rapidos, si bien eran tremendos, a la vez eran inutiles, me percate del sello explosivo y de como la espada iria contra mi, centre mi chakra del tipo viento en mis dedos y lo concentre a traves del bastón o más bien, usando el bastón como soporte para la creación del sable "invisible" y rapidamente batí el instrumento frente a mi, no solo levantando una pequeña corriente de agua sino tambien enviando una fuerte corriente de viento que desvió el arma. Mientras este suceso daba curso con mi siniestra, la diestra de mi cuerpo tomaba una serie de armamentos, más especificamente un quinteto de Kunais que lanzaba a gran velocidad y con suma precisión, la maxima que mi capacidad me permitia, hacía Frazer. El lanzamiento tenia una razón de ser mucho mayor a la de simplemente impactarlo, más nuevamente, mis intenciones permanecian ocultas a simple vista.

Jutsus:

Naoto dedujo desde el inicio del combate que su oponente, de una u otra forma, tenía en su haber una visión más amplia y compleja de la que ella poseía. No le había sido necesario sobreanalizar sus reacciones ante la macedonia de ataques dirigidos hacia su persona, ni mucho menos intentar comprender cada uno de sus movimientos a la hora de reaccionar; El rubio se dejaba en evidencia desde el minuto uno cuando uno apreciaba cómo sus ojos yacían ocultos tras una venda, sin que este hecho afectara de manera alguna su andar o su destreza en combate. Siendo consciente de este hecho, y ya habiendo puesto a prueba lo explícito, sabía que tocaba buscar falencias a su habilidad, matándolo en los intentos si era posible o separando cada vértebra de su columna, mas por el momento debía mantener las distancias, cosa para lo que ella era buena.

Cuando Hao, con "Hache", "A" y "O" desvió la trayectoria de su arma, la misma salió disparada dando vueltas en el aire en torno a su centro de gravedad, pasando por encima del rubio quien, ignorando la misma al considerar -posiblemente- que la capacidad estratégica de la mencionada había sido reducida hasta ser un mero instrumento fútil. El metal se abrió paso por encima de su primer vértebra torácica, atravesando su cuello y desgarrando cualquier músculo en su camino milésimas de segundo posteriores a que este lanzara sus kunais. Lo que la pelinegra no sabía, es que se había ganado la lotería, permaneciendo su arma en el punto invisible de la visión Hyuga sin que ella lo supiera.

Por otra parte, mientras las armas arrojadas por el rubio se acercaban a su posición, Naoto supo que Diestra y Siniestra carecían del alcance al que ella deseaba mantener esas armas, intentado tomar precauciones más allá de las apariencias. Juntó sus manos una vez más y realizó sellos de manos correspondientes. A su alrededor aparecieron seis carabinas incrustadas en el suelo, refulgiendo por ser usadas. Sus manos rodearon una, ajustó la mira hasta apuntar y disparó. Tomó otra, y repitió. Otra, y repitió, y repitió, y repitió, y repitió... Hasta frenar la trayectoria de la totalidad de kunais dirigidos hacia su posición, dejando estos a una prudente distancia de más de siete metros, misma que se incrementaba en dependencia del orden de derribo. Tras aquello empezó a sentir vibraciones en la tierra, cómo el movimiento de la marea se incrementaba y a lo lejos, a espaldas del cuerpo de Hao, pudo distinguir en el lejano horizonte la sombra de lo que le auguraba. Tragó saliva.