Alice Abernathy
Jounin
Ryous : 8700R Mensajes : 531 Fecha de inscripción : 22/12/2014 Edad : 29
| Tema: Laboratorio Del Kazekage. Miér Ene 21, 2015 12:15 am | |
| Laboratorio del Kazekage. - Spoiler:
Sus pasos, lentos, hacían eco en aquel gigantesco pasillo que abarcaba cientos y cientos de metros, un pasillo subterráneo ubicado justamente por debajo del mismísimo despacho del Kazekage y por gran parte de la aldea, aun así, la única entrada se encuentra en su despacho. Aquel definitivamente era un enorme laberinto, lleno de pasajes y celdas, llenos de cámaras y trampas que fácilmente podrían atrapar y matar a cualquiera que no conociera bien aquel lugar. Avanzaba entre las habitaciones de experimentos, entre las celdas donde las sombras se movían lentamente, tomando con la poca fuerza que tenían los barrotes de la celda, poco era lo que se podía ver, las lampara se encontraban ubicadas cada una a metros de distancia, alumbrando solo lugares de importancia, todo lo demás, se veía envuelto en la oscuridad. La sangre escurría por debajo de las habitaciones, manchando sus pies, dejando sus marcas al avanzar, aun así, esta estaba por todos lados, la sangre manchaba tanto el piso como las paredes y hasta había grandes manchas de sangre en el techo, el olor era inconfundible, no era posible no sentirlo, el indistinguible olor de la sangre, de la mismísima muerte.
Llego al fin allí, la luz de la lampara que iluminaba el lugar parpadeaba, era la única luz que apuntaba a la celda de algún prisionero, dio media vuelta y allí pudo verlo, su próximo experimento, un hombre de mediana edad, escuálido, desnutrido, deshidrato y muy pálido, muy débil, definitivamente le quedaba muy poco tiempo de vida. Sabia que su hora había llegado, su expresión era terrible, miedo, terror, pero pronto todo acabaría. La celda se abrió y Sterben simplemente dio unos pasos hacia adelante, el prisionero rápidamente se hecho de espaldas contra la pared, apenas murmurando, tratando de decir alguna palabra, tartamudeando, pidiéndole piedad. No hubo tal, avanzo y rápidamente lo tomo de su cabello, este era largo, llegaba aproximadamente hasta sus omóplatos, maltratado, blanco como el de un anciano. Lo arrastro sin que este pudiera resistirse, no mostraba la mas mínima resistencia al ser arrastrado por los pasillos manchados de sangre, no podía, no tenia fuerzas para hacerlo, parte de sus cabellos eran arrancados de raíz de lo débil y destrozado que se encontraban. Los minutos pasaban como horas para el prisionero que era arrastrado, sus gemidos eran débiles pero aun lograban escucharse.
Llegaron a una sala en especial, en ella habían unas cuantas mesas, donde se encontraban todos los instrumentos que necesitaba para diseccionar a sus victimas y realizar todo experimento que se pasara por su mente. Cabezas de animales, mutilados, se encontraban por todos lados, algunas esparcidas por el suelo, cadáveres de personas muertas colgando, con tubos en sus cuerpos por los cuales se extraía su sangre así también como la de los animales. Todo caía en diferentes recipientes de gran tamaño, dependiendo de la sustancia que quisiera formar, de los efectos que estas causarían, claro también, la sangre no eran sus únicos ingredientes, todo tipo de químicos se utilizaban allí al igual que plantas venenosas, partes infectadas de animales o insectos.
Tiro a aquel sujeto con fuerza contra el piso, casi simplemente dejándolo caer, sin fuerzas, haciendo que este golpeara su rostro contra el suelo muy fuerte, haciendo que su nariz se quebrara, le dio una patada en el costado de su vientre para darlo vuelta mientras este expulsaba gran cantidad de sangre de su boca y se agacho rápidamente para tomarlo de su cuello con una fuerza incomparable, sus dedos comenzaban a penetrar la delgada y frágil piel, aun así, cuidaba de no matarlo, tal vez si de dejarlo inconsciente, pero no parecía posible, se aferraba a cada bocanada de aire que podía tomar, en aquel punto, ¿tal era su deseo por vivir? ¿por aferrarse a aquella miserable vida?. Con fuerza lo levanto del suelo y lo azoto, tirándolo contra una camilla que había en el lugar y ato sus extremidades para que no se moviera, tomo una aguja y la lleno con una de las sustancia que se encontraban en uno de los recipientes para luego, inyectarlo en su cuerpo, tras esto, solo espero, observo y anoto, cuales eran los efectos que esta sustancia producía, definitivamente estaba muy a gusto con el resultado, al final, este murió, en una agonía y dolor interminable o que tal vez, hasta podía que lo siguiera después de muerto.
Todo había terminado, pero no podía dejar aquel desastre así como así si quería usar nuevamente ese laboratorio, debía deshacerse del cuerpo, ya no había abasto para dejar mas colgando alrededor de la sala, aproximadamente había 5 cadáveres de humanos y unos 3 de animales, sin contar cabezas que se encontraban en frascos con extraños líquidos. Adecuo su vestimenta para la tarea que iba a realizar y tomo lo que parecía ser una cierra, con esta comenzó a atravesar rápidamente la piel del sujeto mientras su sangre salpicaba todo lo que estaba a su alcance, cortaba su cuerpo en pequeños pedazos que ponía en bolsas. Tras unas horas había terminado, no había quedado rastros del sujeto, claro, exceptuando la sangre esparcida por todos lados, inclusive su cuerpo. Arrastro y arrojo al menos unas tres bolsas con partes del cuerpo a una chimenea donde dejo que se quemara hasta sus cenizas.
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