El día estaba comenzando para Kûhaku, se acababa de levantar y como todas las mañanas era común escuchar una pelea entre Sora y Shiro, -¡Sora Levántate! ¡Eres demasiado Flojo!- -Ya, ya, me estoy levantando, no dejas descansar en paz- -Hoy es un bonito día, presiento que hoy sera un gran día- Kûhaku escucho un picoteo en la puerta, se acerco y abrió lentamente la puerta y entro una paloma, se puso en el hombro del lado de Shiro esta paloma traía una carta con ella que tenía el sello distintivo de Iwagakure, Kûhaku agarro la carta y a la vuelta de esta decía "Rango D" -Otra misión...¿Shiro pediste una misión?- -Jajaja, Si la pedí porque me estaba aburriendo- -¡Shiro! Hoy es domingo, toca descansar- -Ni modo, ya esta aquí la misión no podemos rechazarla- el Contenido de la Carta decía...

La paloma salió volando por la puerta mientras Kûhaku salía de la casa, empezó a correr por las calles de la aldea para así poder llegar rápido al poblado afectado, en el camino los malos gestos de los habitantes era algo común, la apariencia extraña de Kûhaku les daba miedo y hasta cierto punto asco, [Ve esos aldeanos como nos observan, debería de matarlos] [Es una reacción normal en ellos, ellos son comunes y nosotros somos únicos] [Que buenas palabras haz elegido Shiro, somos únicos] [Yo siempre elijo buenas frases] [¿Te importaría si matara a algunos aldeanos?] [No seas tonto, somos ninjas de Iwagakure, nuestro deber es proteger la vida de los aldeanos, no acabar con ellos] [Bueno, solo era una idea] [Una muy mala idea Sora] [Cambiando de tema, ¡pediste una misión de labor de rescate? eso es aburrido] [Es una buena forma de ayudar a los aldeanos y nos necesitan] [Espero que la siguiente misión sea de asesinato, nada mejor que tener sangre en tus manos o en nuestro caso, en la boca] [Eres repugnante Sora, prefiero misiones como esta, son más calmadas aunque no se como vayan a reaccionar las personas del poblado con nuestra apariencia] [Te aviso de una vez, si nos insultan los matare a todos] Kûhaku seguía corriendo por las calles de la aldea pero para evitar las miradas de miedo decidieron ir saltando de casa en casa, pasando por los techos, su paso seguía siendo constante al llegar al poblado se podía observar el miedo en las caras de algunas personas, Kûhaku se bajo del techo y se acerco lentamente a uno de los encargados de rescate -Buenos días, mi nombre es Kûhaku y fui mandada aquí para ayudar en lo que pudiera- [Esas personas nos tienen miedo, me están dando ganas de matarlos a todos] [Tranquilo, no tienen miedo por nosotros, tienen miedo porque tienen familiares sepultados] el encargado de rescate dijo -Bien, ya necesitaba ayuda, según el informe que nos dieron tienes habilidades para mezclar tu cuerpo así que necesito que busques personas entre los escombros- -¡No sera problema!- Kûhaku se alejo del encargado y se acerco caminando a los escombros, parecía como si fueran al menos 5 casas las que estaban sepultadas y lo más probable es que hubieran muchas personas enterradas, Kûhaku se arrodillo, el brazo izquierdo dominado por Shiro empezó a escribir unos Kanjis en el suelo, luego puso la mano de ese brazo sobre ese Kanji [¿Los ves Sora?] [Si Shiro, son 3 la verdad son pocos para los que yo pensé que serían] [Si, son pocos pero así sera más fácil la misión, recuerda donde están] Kûhaku se levanto y camino 9 metros sobre los escombros a la derecha, grito -¡Aquí hay uno! ¡Saquenlo!- los rescatistas alertados fueron a la ubicación de Kûhaku, ella siguió caminando y luego de 7 metros se detuvo, [¿Aquí había uno verdad?] [Si, pero esta muy profundo para que los miembros de rescate lleguen a tiempo] los rescatistas estaban cerca de Kûhaku ya que sabían que ella los guiaría al resto de sobrevivientes, -Esperenme aquí- junto sus manos y empezó a realizar sellos, al terminarlos su cuerpo se empezó a mezclar con los escombros desapareciendo en su totalidad en forma física, Kûhaku llego rápido hasta donde estaba un señor, Kûhaku saco la parte superior de su cuerpo hasta sus rodillas y observo como estaba encerrado en el baño que hasta ahora no se había desplomado pero el señor se encontraba inconsciente, Kûhaku saco un pergamino de su bolsillo, abrió el pergamino, recargo la mano del señor sobre el pergamino y este se empezó a meter en el pergamino, Kûhaku cerro el pergamino y lo guardo en su bolsillo, volvió a mezclar su cuerpo con el escombro y se dirigió hacía arriba, estando arriba saco la mitad superior de su cuerpo a partir de sus rodillas, saco de su bolsillo el pergamino y lo abrió poniendolo sobre el suelo, toco el pergamino y de este salio el cuerpo del señor que estaba grave, tomaron al señor mientras Kûhaku cerraba su pergamino y lo volvía a guardar, volvió a mezclarse con el escombro y se transportaba a la ubicación del ultimo cuerpo, este ultimo estaba cerca de la parte superior de los escombros, Kûhaku saco su cabeza para observar que daños tenía el señor pero eran demasiado graves, [Dudo que logre vivir, tiene una penetración en ambos pulmones y no tiene piernas] [Tienes razón] el señor con su ultimo aliento observo la cabeza de Kûhaku y pregunto -No siento dolor ¿Estaré bien verdad?- la cabeza de Kûhaku se dio la vuelta -Si señor, usted estará bien- al terminar esas palabras Kûhaku se mezclo con los escombros y salio a la superficie, todo su cuerpo salió de los escombros para así dejar de mezclarse, uno de los miembros de rescate se acerco a Kûhaku y pregunto -¿Encontraste a alguien más?- Ella empezó a caminar para irse de la zona pero antes de irse dijo con un tono serio -Si, bajo tus pies hay un señor sin piernas y sin vida- camino durante varios minutos alejandose de la población que ya estaba a salvo, los daños estructurales eran altos pero los daños humanos eran mínimos, Kûhaku entro a su casa y se sentó frente la ventana -Shiro, haz estado muy callada desde que viste a ese señor- -No es nada Sora- -Sabes Shiro, así es el destino, nacer, crecer y morir de eso trata la vida- -Lo dices como si fuera justo- -No es justo, por eso odio la existencia misma, nacer solo para morir es una estupidez- -No puedo creer que no pudimos hacer nada- -A veces no hay forma de ayudar, no importa que tanto quieras salvar la vida de alguien, simplemente es su destino- -Entiendo-