Un dia en casa estaba recordando lo que sucedió hace unos meses; Era muy tarde, casi las 7, tocaron a mi puerta ¿Quien carajo puede ser a esta hora? Pensé mal humorado, -¿Señor Etienne?- Si y no, si me vuelves a decir señor te mato..... Y si, soy Etienne, ¿Qué rayos quieres a estas horas de la noche? Comente molesto mientras mi ceja se arqueaba y veía al gennin mas pequeño cohibirse, y si, aunque tuviéramos el mismo rango, en definitiva no teníamos el mismo poder.
-Sucede que la hija del señor feuda- ¡Ay! Cállate niño, me da dolor de cabeza, el señor feudal esto, el señor feudal aquello, ¿Ahora que hizo su pequeña zorra?, ¿Beber y destruir la vía pública?- Si bueno, pues como le explicaba, creemos que hay una conspiración en contra de la señorita - ¿Señorita? jajajajajajajajaja que buen chiste, aja sigue, jajajaja es que no puedo parar de reír, eres bueno con las bromas, debiste haber considerado una carrera en la farándula y no de shinobi, en fin, tienen un jodido traidor y ¿Quieren que me encargue de él, cierto? - El chico me miro apático, seguro le cansaba mi actitud pero a mí me importaba un pepino si ya estaba fastidiado - A ver, dame los papeles y tráeme algo de tomar, que no sea con cafeína porque me pongo nervioso, ándale ve, ve ve,!-
Que estúpida misión, estar cuidando a la pequeña zorra del feudal, la cual gustosa vive como reina en su acaudalado palacio, comandando sirvientes y portando alta costura, por mi que maten a la pequeña perra, seguro seria menos costoso tenerla muerta que viva. En los papeles enviados desde la oficina especificaban que debía infiltrarme como un mozo -¿Que? ¿De mesero? Preferirá entrar en una caja de muerto, así de simple. Hice un simple henge convirtiéndome en parte del personal que entraba y salía del edificio.
Me dirigí rápidamente a la cocina -Si que tiene lujos esta perra- varios chefs cocinaban estresados la comida, las sirvientas corrían de un lado al otro, sin embargo el gerentillo ese solo visitaba de vez en vez los platos, como para probarlos y sean del gusto de su real majestad, como me repugnaba este sitio, no tenía más que ganas de hacerlos bailar con mis títeres la danza de la muerte. Escondido entre las sombras lo observaba, pero que tonto, no tardo demasiado en sacar un frasco, ese era un gotero, estaba poniendo algo en su comida, ¿Veneno? No lo sé.
Siguiéndolo de cerca, me di cuenta que esos trastos viejos no serian para la porcina privilegiada hija del feudal, eran para las sirvientas, a penas una de ellas lo tomo y cayo desvanecida, convulsionándose hasta la muerte, el rumor se esparció como ebola en África y pronto todo el "palacio" estaba enterado y formado en los jardines, siendo interrogados detalladamente sobre sus actividades.
Espere a la noche, pero esta vez era el whisky del encargado el que se encontraba saturado de soluciones preparadas especialmente por mí, no quería fallos, no, mas que no querer errores, quería degustarme un poco con su sufrimiento; Ya ven como va el dicho, si te va mal en la feria, jodele la vida a todos ¿No era así? Que mierda me importa, tenía permiso para torturarlo un poco y vaya que lo aprovecharía, solía tener conejillos de indias para probar mis venenos, pero todos sabemos que no es lo mismo en humanos.
Tuve que soportar observar como se preparaba con su ropa de cama, puesto que me encontraba oculto en su habitación, no sé que tanto se veía en el espejo si de todas maneras es un despojo de ser humano el bastardo ese. Se puso algo raro en la cara, supongo era crema, podía olisquear el perfume barato de sus utensilios diarios, por fin, sirvió un poco de whisky en un vaso y dio un gran sorbo, era ya más que suficiente, pero tuve el placer de ver como se tomaba hasta tres, seguramente su obesidad le impedía dormir adecuadamente, apago la luz, vaya mierda, como odio que tarden en hacer afecto, apenas escuche el crujir de su cama cuando como un costal topo de lleno con el suelo.
Un dolor agudo penetraba desde su laringe hasta sus intestinos más profundos, la parálisis en sus miembros se acentuó rápido gracias a la cantidad que tomo, me acerque sigiloso, -Vaya.. que tenemos aquí- Dije de sorpresa mientras de su gabardina sacaba un narcótico, parecía ser el mismo de en la mañana, al llevar guantes mis huellas no quedaban impregnadas ahí. El tipo intentaba virar para poder verme pero era inútil, me encontraba pegado al techo de la habitación, concentrando mi chakra en las puntas de mis pies. ¿Así que eres tu el culpable? Sé que puedes hablar, yo mismo preparé tu whisky…. Jajaja, tengo todo calculado, ahora, empieza a cantar o prometo que te va a doler mas- EL veneno estimulaba los centros de dolor, incluso inhibía los del placer, incrementando su sufrimiento, debido a la parálisis sus pulmones no eran lo suficientemente capaces para poder gritar, uno de mis pies se puso sobre su cabeza –Bueno ¿Entonces ya o qué?
Despees de dos horas de estar jugando con su televisión y una consola que tenia por ahí arrumbada decido hablar un poco –Oye…. Tu ¿Quién eres?- Nop, las preguntas las hago yo, ¿Por qué? – No… no soy solo yo, por piedad- Bueno pues, si quiere el antídoto explícate. El gordo inmundo develo que la conspiración estaba confabulada por casi 7 empleados, me dio su nombre y ubicación dentro de “mansión” –Muy bien, pero aun no te ganas el antídoto, solo para verificar iré a checar que estos corroboren tu historia, a penas son las 12, espero que para las 6 de la mañana que las criadas se levanten no hayas pasado a mejor mundo –Por fa…vor, espera…-
Después de repetir las operaciones casi con otros cuatro sujetos, corrobore la versión del gordo bigotón, es una pena que no tenga antídotos, pensé. No tarde demasiado en emboscar al resto, sacándolos por las ventanas y puertas una vez paralizados por mi veneno ¿El por qué de todo esto? Pues fácil, un conflicto político para sacar al casique y ala cerda de su hija del poder, pero a mí que mas me daba, nadie iba a extrañar a los conspiradores, después de una notas que les obligue a escribir, prometiéndoles a cambio, un antídoto que nunca fabrique.
Me los lleve como si comandara un pequeño ejército de juguete, sus ojos se movían viéndose uno a otros, mientras un sudor frio inundaba sus ropas. El dolor aun los acompañaba y casi hacia crujir sus dientes, pero poco me importaba, tirando cada vez con más fuerza de los hilos de chakra -¿Y ahora que haremos con ustedes?
Mande entregar la papelería correspondiente, la gorda nefasta estaba a salvo, y su personal había sufrido un reciente reacomodamiento, para mantener su integridad completamente” El sello de cera lo volvía oficial –Oye chamaco, no vayas a olvidar entregarlo, quiero ver mi dinero desbordase de la cartera, por cierto, ya quita esa cara tan fea, ups- reí mientras el gennin me veía furico, - Es solo una broma pequeño, ahora largo-
Baje lentamente a mi taller, estaba aislado del sonido gracias a varios materias acolchados comprimidos con madera hueca, entre, la penumbra apenas y divisaba a siete, siete cuerpo conectados a un suministro constante, algunos estaban desmayado, pero en cuanto recuperaban la conciencia sus centro de dolor volvían hacerlos entrar en shock. Es hora de comenzar, horrorizados veían como empezaba a cercenar partes de uno de sus compañeros –Tranquilos, es el primer muñeco que intento hacer, pero seguro ustedes me quedaran mejor.- dije mientras sonreirá normalmente, apunte los reflectores para poder ver donde cortaba, lamentablemente me interrumpían con sus gimoteos, así que inyecte soluciones nuevas, para que no entraran en shock, así podrían sentir cada paso del largo proceso, que una marioneta incluía, no solo quería que lo sintieran en carne propia, si no que lo vivieran a plenitud, hasta su muerte. ¿Era un entretenimiento bizarro? Quién sabe, a mi me gusta.
Poco a poco y de uno en uno, fui tomando notas, algunos quedaban horrorizados o eso parecía en su mirada, así que por diversión aveces picaba sus ojos, el ultimo en pasar fue el gerentito ese, el gordo era demasiado grande y si de por si, ya me había costado trabajo con los anteriores este si que iba a ser todo un reto. Tome algo de aire mientras empezaba a usar el bisturí, -no es que definitivamente no, estas mur gordo- Lo deje abandonado en el sótano, no estaría mucho tiempo viviendo ahí, y dudo que soportara mas de 36 horas, prendí la tele eh hice una ricas palomita, claro, no sin antes darme una buena ducha..