Tyr
Jounin
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Sellos explosivos (5 Usos)
Ryous : 1400R Mensajes : 225 Fecha de inscripción : 16/02/2015
| Tema: El movimiento comienza... Vie Ago 07, 2015 4:00 pm | |
| Localización: un bar perdido en las entrañas de la aldea. Hora: 23:17
La humedad alta provocaba que los cristales de aquéllas desgastadas ventanas de madera con moho se empañasen, difuminando el tránsito de los aldeanos bajo una lluvia incesante. El jolgorio de los voluntarios más experimentados, aquéllos que en otras tierras eran conocidos como herramientas bajo la tutela de un líder al que no se le podía desobedecer, camuflaba las habladurías absurdas del trío de borrachos que solían encontrarse siempre en la barra desgastada, bebiendo alcohol barato con el único afán de alimentar su propia adicción. La oxidada puerta chirriaba constantemente a cada movimiento y la superficie de madera crujía cada vez que sentían cualquier peso sobre sí. Las mesas y sillas desgastadas del lugar soportaban cada día la presencia de los voluntarios, soportando peleas, observando estafas, compadeciendo a los pobres de rotos corazones... Detrás de esa vieja barra, un viejo hombre de canosos cabellos y bigote extravagante, atendiendo a su clientela sin importarle la edad, sexo o procedencia, siempre limpiando sus vasos sin atender a la polvareda acumulada en los estantes llenos de licores a medio terminar. Un bar viejo y desolado que era frecuentado más por voluntarios jubilados que por aldeanos y por el que pasaban personas con estrés postraumático provocado por las guerras y problemas acontecidas en el resto de países colindantes que azotaba amegakure como si ocurriesen allí mismo.
En el centro de esa extensa barra en comparación con el tamaño del local, se encontraba mi presencia, frente a un pequeño vaso que contenía uno de los mejores licores que el barman poseía, vaciando el vaso muy lentamente. No poseía adicción alguna, el sabor de ese licor me traía recuerdos de hacía años. Llevaba tiempo frecuentando ese local de nombre irreconocible, la lluvia había oxidado el cartel y borrado las letras. Durante estas frecuentes visitas, que se extendían desde el medio día hasta la media noche, había escuchado mil historias de cada voluntario, sus anécdotas, sus batallas de machote y sus encuentros amorosos, entre las demás historietas. Me caracterizaba por mi habilidad de espionaje e infiltración y el arte de escuchar y acumular la información importante era algo necesario. De entre tantas conversaciones escuchadas, pude conocer la evolución del país del viento, cómo pasó de ser una metrópolis del caos a un intento de un nuevo país con la obtención de su nueva sombra y lo ocurrido en el país del rayo, en el cual también hubo cambio de sobra, algo que dada la poca información conocida antes de dichos acontecimientos, no sorprendía. Los rumores acontecían a que mi objetivo de aquél entonces, la supuesta nueva gobernante de la aldea de la hoja, había desparecido, lo que no me agradaba demasiado y desbarataba el intento de cumplir con el recado de un personaje del que había perdido toda pista por falta de contacto, al menos hasta hace varias semanas, cuando supe por la conversación de algún voluntario que había rumores de una decadencia enorme en el país del agua.
Di un sorbo del licor añejo, manteniendolo para notar más su sabor antes de tragar. En estos días había algún que otro rumor de un cambio en el poder de la aldea de la roca, algo extraño, pues los indicios dados por los dos al mando de forma simultánea daban esperanza de un liderazgo largo y duradero. Los acontecimientos confirmaron aquéllos rumores. Un voluntario, nacido en mis tiempos, entró en el bar, pareciendo el dueño del lugar al entrar. ¡Jefe! ¡Una ronda para todos! El ruido cambió de depresión a alegría por un alcohol barato gratis mientas el mencionado se acercaba a la barra y sentándose a mi lado. Parecía haber ganado la lotería o haber hecho un gran logro, pero simplemente, su motivo era que era su jubilación, aunque también poseía cierta información que comenzaba a divulgar a su allegado, el otro tipo a medio emborrachar a su otro lado. Unos compañeros de la frontera están nerviosos. ¿Sabes por qué? Es algo increíble... Parecía que fuera un simple charlatán escupiendo información, como hacían antiguamente los juglares en sus cánticos. Otro charlatán más... sigues perdiendo el tiempo aquí Tyr. El tiempo había aumentado nuestra confianza, tanto que era más común ahora que me hablase sin tapujos. He reunido información relevante de todos los países principales de entonces, excepto del país de la tierra. Mientras tanto, el amigo del charlatán intentaba hacer que ese amigo que quería decir la información hablase, tal como un juego. El país de la tierra carecía de sombra hasta ahora, al parecer los dos antiguos desaparecieron de la faz de la tierra jajaja. Están nerviosos por que no saben qué va a pasar con el nuevo kage, ES EXTRANJERO, pobres desgraciados jaja.
La última noticia que necesitaba, no iba a seguir aquélla misión de entonces, estos eran mis planes actuales, algo que llevaba planeando desde que me había desligado casi por completo del país del agua, excepto por el cuervo que seguía conmigo, el cual me acompañaba a todos los lugares que fuera. Bien, primero vamos a Iwagakure, vamos a visitar a ese extranjero. Erguí mi cuerpo del roñoso asiento, vacíe el vaso de un trago y dejé un billete a la par que le comentaba a ese barman que había estado junto a mi presencia durante tres años casi completos. No volveré, espero esto siga igual cuando regrese. Di media vuelta y atravesé la oxidada puerta, comenzando a empaparme. Vas a hacer lo que me dijiste... espero no se tuerzan las cosas compañero. La preocupación de Kokuo no era en vano, era lo más normal en estas situaciones.
En el exterior caminé hacia mi pequeño alojamiento, el cual no destacaba en el lugar y extendiendo una mano, se desmoronó en papeles y se ocultaron entre mis ropas sin ocupar espacio, dejando un suelo seco que se oculto rápidamente entre el resto del suelo. El cuerpo se posó en mi hombro, no podía volar bien con las alas mojadas y marché directo hacia mi primer destino, Iwagakure. |
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