Nueva misión, atrapar unos simples criminales, no creo cause problemas, si no, pues el uso de mi ''Yahika'' no pueda resolver, como siempre. Necesito llegar a un callejon por una de las zonas importante de la ciudad, en el informe solo dice que son unos pandilleros que se hacen control de el.
-Un trabajo facil-
Un martes por la mañana, eran las 8:33 am, ya era hora de cumplir mi mision, ese es mi unico deber servir a mi kage, que para eso existo. Prepare mi equipo, al igual que mi Yahika la afilaba como toda mañana. Al salir estaba soleado y fresco, un buen dia en mi parecer. Empece a caminar rumbo al callejon, no habia de que apurarse, igual no podran escapar. Dos horas mas tarde ya estaba a 3 calles de llegar al problematico callejon, estaba caminando en una zona concurrida pero al llegar ahi, todos evitaban pasar por ahi, el callejon era comun y corriente al igual que otros callejones, uno que otro arbol y hierbas cajas, hojas y anuncios pegado a las paredes.

Iba entrando ya, estaba tranquilo, un simple callejón, de esta estúpida ciudad. Al ir pasando por el largo callejón, empece a ver como una choza en medio de este, era un poco pintoresca pero se veía abandonada. Era una choza como de 4 x 7 mts., nada especial, entre a investigar a ver que encontraba, al dar el primer paso en la choza el piso de madera empezó a rechinar como cualquier casa vieja, dentro solo se veía un par de mesas y sillas. Habia un viejo sentado en una silla en una de las esquinas de la casa, era un poco bajo como 1,67 canoso con barba, un sombrero le tapaba el rosto, solo se le veía su barba, al quererle hablar el señor desapareció en una explosiona de humo gris. Tres hombres aparecieron al rededor mio formando un triangulo con kunais en sus manos, ni los voltee, sabia eran los pandilleros que me mandaron a capturar o eliminar, que me complacia mas la segunda opcion.
-¿Son ustedes los que fastidian a los pobladores?-
Uno responde, -Tal vez... o mas bien somos los dueños de esta zona.-
-Ja, aqui el unico dueño, es mi señor El Kage, y es hora de limpiar la basura de este lugar, pero ustedes eligen, no resistirse o... Morir jaaaajaja...-
Los 3 criminales se confundieron un poco, al escuchar la risa un poco psicótica de Akantor, 1 dio un paso atrás llendo hacia la puerta, queria escapar.
Un clon aparecio en la puerta como si estuviera esperando fuera.

Spoiler:

-De aquí no podrás escapar jaajaa.-
Akantor saco a su Yahika, mostrando lo brilloso y filoso que es, poco a poco saliendo de su funda.
Al ver esto el que queria escapar solo se tropiesa al suelo de nalgas, viendo la larga katana con temor.
-Les presento a mi Compañera de batalla, Yahika. La afilo todas las mañanas, creo no tendria problemas de cortar tu brazo.

Los 3 ladrones, se paralizaron, vieron como Akantor los miraba de una forma un poco sádica, el primero en rendirse fue el que trato de escapar.
-Me entrego!!... Pero no-no me hagas nada.-
-Muy listo de tu parte, basura. Y ustedes, que eligen.-
Uno se quedo parado sin saber que hacer, terminando cediendo al temor producido, el ultimo trato de escapar por la ventana, cuando salio el clon de afuera le corto una pierna.
-Tu ya haz elegido.-
Cae el ladrón, esta pidiendo clemencia, pero Akantor no lo escucho, y sin titubear le atravesó el corazón. Los llevo ante la justicia, al que quedo muerto pidió si podían limpiar.
-Otra misión cumplida.-

Akantor se sentía satisfecho, una sensación extraña para el ya que casi nunca la sentía, sabia que esta siendo útil a su aldea y mas importante a su Kage. Pero aun no era suficiente para el, el quiere hacerse mas fuerte y serle mas útil a sus superiores. Aun faltaban unas misiones mas para poder subir de rango, no tenia tiempo que perder.
Fue a Reportar que termino su misión para que le dieran su paga, no fue gran cosa, pero era acorde al rango de la misión.
Llegando a su casa se quito su ropa dejando solo sus pantalones, se sentó en su cama tomo su espada y la saco para afilarla un poco, mientras lo hacia, recordaba su pasado antes de llegar a la aldea, cuando estaba en el laboratorio y le hacían dolorosos experimentos, y gracias a eso se convirtió en lo que es ahora.