GoGo`s House

Tema: GoGo`s House Sáb Mar 28, 2015 1:22 am

Habitaciones altas, frías, de casi 5 metros, encuadradas por arcos con quicios de madera tumefacta del vaho, que solo el tiempo puede hacer colar por la cantera fría. La humedad se respira perfumada de caoba, engalanando sus pisos con sepias avejentados, estriados en negro por el uso, las paredes carcomidas de color intentan retratar una historia perdida. Largas y aterciopeladas cortinas cubren los inmensos ventanales, que empolvados difuminan de por si la luz que entra.

Los portones son tremendamente pesados, forjados al calor de la herrería, moldeando en la gruesa capa de madera los garigoleados marcos de metal. Algunos candelabros cuelgan, todos en mal estado, la mayoría opacos por el paso de los años, perdiendo el lustroso brillo del cristal, ahora, ahora eran testigos de incontables noches que se derriten gota a gota sobre desfiguradas esculturas de cera.

Dos entradas dos salidas, incluso una de las estancias contaba con un traga luz "traslucido", el otoño había pasado y jamas removí las hojas del tejado. Los muebles eran de los antiguos dueños, era mejor no tocarlos sin esperar a que se deshicieran. Lo mas destacable era la cama, en el centro de la habitación, vestida de algodón rojo, como si las sabanas de once mil hilos sangraran por si mismas, esa si era nueva, de manera no tan literal, ya la había estrenado con algunos de mis.... Como sea, lo mas importante; Apenas a unos pasos, la puerta al paraíso. El closet.

Setenta, noventa, trescientos ¿Quien los cuenta? Cuando puedes hacer trabajar hasta la muerte a los mas brillantes zapateros de toda la aldea, una mujer tiene prioridades, es evidente cual es la mía.

Una las propiedades mas antiguas de la aldea, alguna vez reverdeció, ahora solo es el emblema de una campiña abandonada.El pueblo fantasma tenia mala fama, algunos mal vivientes se refugiaban en los confines derruidos de los alrededores, pero eso no duro mucho desde que llegue yo. Las chicas tienen que comer después de todo.

Estaba exhausta, la misión anterior había tomado días enteros poder planearla, necesitaba darme un baño, estar sola un rato... No es fácil este tipo de vida, aveces pienso como seria todo si fuera diferente, tal vez hasta podría ser una profesionista, o a estas alturas ya estaría.... -¡Que estupidez!- me interrumpo de pronto viendo turbio el cetrino charol de mis ojos, escapo de una tina vieja, con la cabellera aun empapada, los rizos de bronce castaño se escurren por mi espalda pálida, en cada gota un soez reflejo resbala trasminándose por la vieja duela.

Mas tranquila o seca, me vestí con decidía, un top que dejaba descubierto el abdomen, cuero ajustado definiendo mis piernas, y un fabuloso abrigo, todo muy a tono con zapatos ceñidos en piel tan avivada como vino tinto. Nunca me había importado completar con estilo cualquier misión, aun estuviera incomoda en tacos de mas de diez centímetros. Parecía como si una parte del abrigo hubiese salido caminando por las mangas, -¿Que pasa pequeña? ah, tendremos visitas...- Aun conservaba el cabello recogido, aquello no era fácil de arreglar, el negro nublo mis parpados mientras las pupilas se dilataban, dejando escapar una luz verde para correr el rimel con mas facilidad.

Serví una copa de vino, frente al espejo me observaba reflexiva..... ¿Cuando sabre si hago lo correcto?.

Tema: Re: GoGo`s House Jue Abr 16, 2015 2:22 am

“Uno nunca cuenta con suficientes aliados”, dice un refrán que corre por las masas, y cuánta razón tienen estas palabras cuando se avecinan tiempos inconstantes, donde la paz pende de un hilo tan fino como la tela de una araña.

El frio azotaba fuerte, mientras me encaminaba hacia la parte más solitaria de la aldea, las ruinas de una antigua civilización me daban la bienvenida. Muros derruidos por el tiempo daban la impresión de inclinarse sobre ti a cada paso, aplastándote con cada respiración. Era fácil llegar a mi destino, lo había recorrido varias veces desde que conocí a su habitante, si es que puede decirse que se trata sólo de una, tras haberla salvado de una muerte segura en los gélidos bosques. Nunca supe por qué estuvo al borde de la muerte y la verdad es que tampoco pregunté. No es algo que se anda contando a cualquiera, y preguntando mucho menos. Además, tenía la certeza de que si Eloane hubiese querido decirme, lo habría hecho.

Atravesé la puerta de entrada sin mucha ceremonia. Ella nunca ponía el seguro, no tenía necesidad de ello, pues sabía de antemano quien entraba o dejaba de entrar en su casa. Alcé la voz y llamé por su presencia.

—¿Eloane, estas en casa?— caminé por los desolados pasillos, decorados únicamente por los restos de algo que ya no es más y los rastros de sus compañeras de vida. Llegué hasta ella, quien se encontraba frente al espejo en su habitación, tomando una copa de vino tan tinto como la sangre de cualquier alma en desgracia—. ¡Aquí estas! Un gusto verte, como siempre, sin embargo hoy voy a ser un tanto breve, tengo asuntos importantes que reclaman mi presencia.

Tomé asiento en cualquier lugar, cuidando de no ejercer demasiada presión, no me gustaría terminar en el suelo rodeada de un montón de escombros viejos.

—Haciéndote un rápido resumen, ahora soy Tsuchikage y, como tal, debo asegurarme de ganar tantos aliados como pueda. Dadas las relaciones tan precarias que Sesshomaru mantenía con las demás naciones, es necesario ir a presentarnos y conseguir algún tipo de alianza o convenio. Para esto, voy a enviarte como emisaria a la Aldea de la Niebla para entablar un contacto amistoso. Tengo el presentimiento de que va a pasar algo malo muy pronto y necesitamos unir fuerzas —hice una pausa para entregarle un pergamino sellado con el emblema oficial de la aldea—. Este es el pergamino que debes entregar al Mizukage cuando llegues allá. Tu misión es ir y regresar con una respuesta de su parte, sea cual sea.

Contenido del Pergamino:

Cuando Eloane hubo tomado el pergamino me puse de pie dispuesta a marcharme, sin embargo, me detuve pensando en algo importante, lo cual expresé en voz alta.

—Eloane, no puedo garantizar que salgas sin un rasguño de esta misión, por lo que debo asegurarme que nada de lo que sabes sea comprometido si llegan a capturarte, eres mi amiga y me importas, pero ahora también debo velar por esta aldea y resguardar sus secretos con mi vida, si es necesario —hice unos sellos rápidamente y un pequeño resplandor brillo dentro de la boca de la chica, unas marcas negras engalanando su lengua por un instante antes de difuminarse lentamente. Había sellado todo conocimiento de la aldea que hubiese en ella, pasado, presente y futuro, asegurando así el bienestar de la aldea durante un poco más de tiempo. ¿Cuánto? No lo sabía, pero estaba casi segura que pronto lo descubriríamos.

Detalles de la Misión:

Jutsu utilizado:

Tema: Re: GoGo`s House Lun Abr 27, 2015 1:58 am

Montaba el peinado de un lado al otro, el espejo me revelaba solo lo que me gustaba oír, la puerta crujió en un espasmo con la vieja madera, di un sorbo antes de girarme para verla, hace un tiempo que no podíamos reunirnos. La luz fría presenciaba nuestro breve encuentro, exhalando el vaho en bocanadas de vapor humano, -¡Hola querida! - salude con amabilidad, le sonreía despreocupada, reconocí su voz desde que cruzo el portón, era de las pocas personas que realmente me alegra ver.

-Jhmmm Imagino que "asuntos"- mencioné poniendo énfasis en la última de mis palabras -¿Sigue siendo impredecible, ah? Bueno, Todos los hombres lo son, créeme, a veces dudo como es que pueden hablar y moverse al mismo tiempo... Cambiando de tema, supongo que algo gordo te trae por aquí, ¿No es así?- Dejaba hablar a la nueva Tsuchikage, mientras se ponía cómoda terminaba mi copa, -Mierda-, apenas esta mañana me preguntaba si hacía lo correcto y ya estaba enfilandome en dirección a una nueva hazaña, -vaya que se las tenia pensadas en grande-. Era lo que me agradaba de ella, lo que vi desde un principio, los tenia bien puestos, mejor que varios que conozco, tal vez Sesshomaru era mi líder, pero mi lealtad siempre estuvo con Dayne, bueno, eso y porque salvo mi trasero de la tundra helada hace algunos ayeres.

-¿¡Yo embajadora!? Creo que me sobreestimas vieja amiga, si es que aun te puedo llamar así Lady Tsuchikage… No puedo negarme aceptar el caso, después de todo ya tengo el atuendo puesto- sonreí coqueta levantando el pie izquierdo, entretanto Dayne me entregaba un pergamino, no sin antes asegurarse de que no fuera abrir la boca en el peor de los casos, sellando mi lengua. – ¿Capturada? Querida, sabes bien que preferiría estar muerta que presa, además soy demasiado hermosa como para estar tras las rejas- reí levemente antes de tomar aire para proseguir – Tengo que prepararme, y créeme, no es la última vez que nos veremos-puntualice despidiéndome con un ademan al darle la espalda, el fulgor del esmalte carmín de mis uñas reflejaba la figura de la sombra de la roca.

-Siéntete como en casa, deberías beber algo de vino- Grite al bajar las escaleras en dirección al sótano, donde guardaba mi arsenal. En su interior aguardaban contenedores enormes con veneno, extraído de mis preciosas; Dentro, miles de agujas ninja reposando, me gustaba sorprender a mi enemigo con cada una de mis armas, los senbon siempre son perfectos, resultan ser menos pesados y su finalidad es la misma, tome los necesarios, bombas de humo, ballestas manuales, depósitos, artículos médicos, etc.

Salí apresurada, no sin antes retocar mi labial, me fije que no me faltara nada, tome un extra de papel junto con un bolígrafo que resbalaron al fondo de mi abrigo. Prendí un cigarrillo aguardando entre la nieve a una carreta que me llevase a las afueras, -me vale un carajo lo que piensen, estas zapatillas son caras y punto, bastardos.-