Catacumbas de Kirigakure: CASCADA DE LA VERDAD

Última edición por Borsalino D el Mar Abr 07, 2015 4:24 am, editado 2 veces

Esta son las instalaciones construidas desde antaño por los fundadores de la villa oculta de la niebla, estos cuando consiguieron la información necesaria a la hora de adquirir un jinchuriki destinaron un espacio subterráneo de cara a dominara todo el poder del bijuu. El sitio solo es conocido por aquellos descendientes de los fundadores y el Mizukage de turno, pues solo los descendientes han guardado con recelo el jutsu sellador de las bestias con cola y la vasija donde se encierra al bijuu previamente.

No obstante los fundadores pensaron también en que estos salones deben de ser tan solo exclusivos para aquellos ninjas de Kirigakure, es por esto que la única entrada al lugar es mediante un pozo común en el núcleo mercantil de la aldea. El único método de ingreso es mediante la ejecución del jutsu suiton "Elemento Agua: Jutsu de Ocultación en el Agua", donde el futuro jinchuriki y sus acompañantes deberán de usar para bajar a más de 50 metros de profundidad y terminar al fin en la estancia, un jutsu simple que todo genin nativo puede conocer. Este es el único impedimento que pusieron los fundadores por aquel entonces, el uso exclusivo para verdaderos ninjas de la niebla.

Catacumbas de Kirigakure: CASCADA DE LA VERDAD JDwvOXgD-DzdFV0GG60iMkS9gOOrwExhwmTUVHruVh1RMkggG0eGxo8tTzhbKGrtIrfe1QFzF0YhT2qM73fF14ApGH4=w426-h240-n

Como es lógico, estos majestuosos salones cuentan también en su epicentro con la llamada "Cascada de la Verdad" donde el jinchuriki de turno deberá de usar en su entrenamiento para dominar a la bestia.

Última edición por Borsalino D el Miér Abr 01, 2015 1:41 pm, editado 1 vez

FLASHBACK Primera cola

Perfección.... pues eso era lo que se me pedía para conseguir dominar las colas del Sanbi, pero sin embargo ¿La perfección existe? En cuanto al significado de la palabra podemos decir que algo perfecto es algo sin defectos, sin fallos y el caso era ¿Eran los humanos perfectos? Era obvio que no y por lo tanto un humano no podría hacer algo perfecto ya que el mismo es una maquina con fallos, puede hacer cosas muy buenas y excelentes, pero algo en su plenitud que fuese perfecto.... ni soñarlo. Aun así para alguien que reflexione tal y como yo lo hacía se podría de dar cuenta, y que hacer algo perfecto simplemente podría ser realizar algo con éxito, por lo que el adjetivo no tiene su valor autentico, pero el caso era que desde que interné aquí me mentalicé de que realizaba un entrenamiento exhaustivo y que lo culminaba con buenos resultados, el dominio del manto de chakra se podría decir que fue casi perfecto.

De modo que motivado por aquella sensación de poder conseguirlo, de poder controlar a la perfección al 3 colas me levanté finalmente tras descansar 5 días después de conquistar la fase 1, 5 días de relajación para el cuerpo y la mente que tan solo se destinaban a controles básicos del chakra, descanso pleno, y continuos masajes por parte de los 2 ANBU que acompañaban a Kazuki por distintas partes del cuerpo donde se agarrotaba la tensión para liberarla. Kazuki con varios toques en el hombro me despertó - Arriba jiinchuriki, debes de continuar con el entrenamiento - dijo el jounin esperando la reacción del joven a que se levantase y dirigirse a su nueva zona de entrenamiento donde continuarían como la primera vez y donde se esperaba culminar la primera cola. De entre legañas y la cara hinchada, me desperté y recuperé la verticalidad, busqué de entré un arcón que trajeron los 2 ANBU de la superficie algunas piezas de fruta para tener algo en el estomago por la mañana. - Bien veo que ya sabes como va esto, a si que solo vengo por si las cosas se te van de las manos y actuar, pero te dejaré solo para no incomodarte cuando estés en pleno proceso, recuerda que para controlar la primera cola, tan solo debes de ir un paso más allá después de usar el manto, hazlo con cabeza y que no se te vaya de las mano Borsa - las palabras del jounin parecía entrarme por un oído y sin llegar al cerebro para tomarlas en cuenta salir por el otro, aunque a decir verdad, a estas alturas y por experiencia propia era de necio despreciar las palabras de Kazuki, pues las cuales siempre iban cargadas de sabiduría y habían mas que ayudado al chunnin en sus inicios, pero mi estado actual la verdad que no era el más apto, estaba recien levantado y masticando un trozo de manzana algo seca, un guantazo del jounin me cruzó la cara para que me despertarse plenamente al comprobar este mismo que aun no estaba en la condición optima para afrontar de nuevo esa segunda "prueba" - ¡Ouuch!.... ¡Okey, okey! esta bien ya me espabilo, tampoco hacía falta eso gruñón, dame un respiro - dije frotándome la parte de la cara agredida y que tomaría en breves un color rojizo-rosado, me había sentado como una verdadera puñalada - Si vas a afrontar el segundo entrenamiento hazlo al 100%, si no te puedes volver a dormir si así lo deseas... - dijo el jounin algo serio, quizás molesto por mi pasiva actitud, tenía bastante razón, ya que era algo que para nada se debía de hacer a la tolera sin embargo el mismo sabía que el chunin no era tonto y que si hacía algo lo haría de la mejor forma posible y sereno.

Una vez partimos Kazuki y los 2 ANBU se pararon cuando llegamos donde la primera vez entrené y Kazuki se alejó algo de la zona dejando al chunin solo, de un momento a otro cerré los ojos y estuve varios minutos en silencio, la concentración para sacar la 1era cola había iniciado y si no fuese por la presencia de ambos shinobis en el lugar se podría decir que allí no había nadie. En cuestión de minutos, un suave aura visible apareció a mi alrededor, este tenía un color azul pálido que me rodeó por completo, era sin duda el manto de chakra que desperté días atrás, el cual emitía un leve burbujeo que para el oído fino rompía con la monotonía del lugar, en principio un chakra azulado-transparente que conforme el tiempo pasaba iba cogiendo mas tonalidad, un azul mas intenso y translúcido, que apenas dejaba ver como su anterior el conjunto de cosas de la caverna que se posicionaban atrás mía. Pero algo perturbó esto, algo que hizo que me alterase, una sensación nueva para mi y a la vez aterradora - Con que tu eres el contenedor eh - una voz rasgada y potente se propagó desde el interior de mi cuerpo, abrí ligeramente los ojos para comprobar si de verdad alguien me habló desde fuera pero craso error, de nuevo cerré los ojos y me encontré dentro de una estancia, con una enorme puerta con barrotes dorados frente a mi, un lugar onírico que nunca antes había visto. Detrás de esos barrotes una impenetrable sombra bloqueaba mi visión para lograr ver lo que había más allá - Quien está ahí - dije sin poner ni un solo toque de interrogación a las palabras, pues eran más bien una orden, de repente un movimiento intimidatorio surgió desde esas sombras, como si una montaña hubiese cobrado vida propia y se dispusiera a levantar y caminar. El estruendo dio lugar a algo más sorprendente, las sombras poco a poco se disipaban dejando ver a través de los barrotes una mole gigante posada en el piso, una silueta enorme que en cuestión de segundos ganaba nitidez dejando ver detalles - Con que tu eres el Sanbi - dije un tanto inquieto pero intentando aparentar lo contrario, cruzándome de brazos y mirando a la bestia sin admiración alguna.

Finalmente la oscuridad se disipó por completo alejándose hacia el interior de esa especie de celda - Puedo ver tu inquietud necio, aquí no tienes nada que esconderme - la bestia habló de nuevo, retumbando con su voz todo el extraño lugar, una potente voz vieja, como si el mismo mar pudiese vocalizar y comunicarse conmigo. Ciertamente había dado en el blanco el Sanbi, estaba algo nervioso tras tener la primera toma de contacto con él, no obstante recobré la posición de meditación que tenía juntando las palmas de las manos, el 3 colas permanecía quieto y pasivo, no parecía darle mucha importancia a lo que tenía en frente, yo. Pero no me quise distraer, recobré de nuevo la cordura y empecé a amasar el chakra, cada vez más y más, soltándolo y cogiéndolo de nuevo. Visto desde el exterior yo aún permanecía inmóvil y callado, el aura se volvió opaca finalmente cubriéndome mientras que en el interior de aquel sitio mantenía mi habitual aspecto. Los minutos pasaban repitiendo el proceso de amasar, soltar, amasar, soltar y amasar chakra, desde el exterior se me veía como una criatura celeste-blanquecina que estaba en concentración, pero mi mente aún estaba en la estancia onírica. De pronto algo nacía a mi espalda a la altura de la cintura, un brote, el nacimiento de la primera cola que por momentos crecía hasta tomar una longitud de aproximadamente metro y medio, reí levemente levantando con suavidad uno de mis parpados, pudiendo contemplar como la bestia estaba mirándome sorprendida y perpleja, había conseguido 2 cosas importantes, una de ellas completar la primera de las 3 colas y la segunda, captar la atención del Sanbi.

~ 88 líneas ~

Jounin Spoiler: Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015

FLASHBACK Segunda cola

Pasaron al rededor de 2 días donde descansé, la verdad que cuando llevabas cierto tiempo aquí abajo perdías la noción del tiempo, y Kazuki tampoco es que diese muestras o interés de saber cuanto tiempo llevábamos con el tema del bijuu. El jounnin priorizaba en tareas relacionadas con el Sanbi, quería conocer mi estado cada 2 por 3 y se interesaba en si surgía algún nuevo contacto entre el 3 colas y yo, hecho que tan solo surgió cuando conseguí dominar la primera cola. Ese tipo de preocupación se debía más a lo que pudiese pasar en el peor de los casos con el Isobu y sus efectos en la villa que conmigo en realidad, era palpable o al menos a mi parecer, pero al fin y al cabo era, es y será más importante el estado global de la villa que el estado de cualquiera de los integrantes que la conforman y la defienden ante cualquier amenaza.

Matábamos el tiempo con juego cutres echos de pequeñas piedras de la zona, también contábamos entre los 4 alguna que otra anécdota para distraernos y estrechar lazos los unos con los otros, a pesar de Kazuki y los otros 2 jounnin pertenecieran al servicio secreto de Kirigakure, la sección AMBU. Pero esa muestra de confianza la apreciaba y me motivaba, pues debía no solo estar descansado fisicamente si no psicológicamente también, y creo que el objetivo final de eso era el simple echo de desconectar de cara al siguiente entrenamiento o etapa. Hubo unos instantes en el que sentados los 4 alrededor del fuego reinó un silencio entre nosotros, un silenció que se veía entrecortado por algún que otro chasquido de la madera al partirse por las brasas, Kazuki se levantó, y una vez recuperó la verticalidad sacudió sus ropas y tomó la palabra - Bien, basta de cháchara Borsa.... - dijo mientras terminaba de expulsar impurezas de su ropa y recolocaba su chaleco - Creo que ha sido suficiente descanso, ahora debes de continuar, la segunda cola te espera....... Kyu, Kai ya sabéis el protocolo, asegurad el perímetro..... Marchemos - era la hora de continuar, de llegar al ecuador de esta travesía, me sentía tonificado y con ganas de afrontar la siguiente prueba, pues una vez superada tan solo faltaba una más, por lo que de emplearme a fondo con esta significaría impulsarme de buena manera a completar el entrenamiento exitosamente, como dijo Kazuki, llegó la hora.

Nos adentramos donde tuvo lugar el último entreno, parándonos el jounin y yo en la ubicación exacta - Bueno Borsalino, como la última vez, ya sabes que esto es un tira y afloja entre el bijuu y tu, amasa su chakra poco a poco y fusionalo con el tuyo, después liberalo en gradualmente repitiendo el proceso una y otra vez cogiendo más de su chakra..... Puedes hacerlo - dijo el jounnin, pero justo cuando acabó de hablar y se disponía a dar media vuelta para alejarse de la zona, lo interrumpí, quería decirle algo de la vez pasada - Kazuki, pude ver y hablar con el Sanbi mientras sacaba la primera cola, no sé si eso es ir por el buen camino - se notó que mi confesión caló en el jounnin, pues este desconocía de la experiencia, por lo que perplejo clavo sus ojos en los míos y de nuevo quiso hablar - Entonces después del manto se tiene contacto ya con la bestia.... Interesante, que más te pasó Borsalino, debo de documentar todo esto para el consejo de la villa, colabora conmigo, es un hecho muy importante - el jounnin irradiaba curiosidad por los costados, por lo visto debía de recoger todo tipo de información acerca de mi como jinchuriki y del Sanbi, no tenía ningún tipo de objeción si con eso ayudaba a la villa a mejorar y progresar - Puede ver como en pleno entrenamiento, mientras estaba en contacto con su chakra y tras cerrar los ojos, me encontraba como en un tipo de estancia, sin paredes o vayas pero rodeada por una oscuridad infinita salvo por una parte, en esa parte estaba una gran puerta metálica con detalles muy antiguos, la puerta era de gruesos barrotes y su altura se perdía metros y metros hacia arriba - tomé algo de aire para continuar y me crucé de brazos - Pero sin duda lo más llamativo de todo era lo que había detrás de esa enorme puerta.... El Sanbi me miraba fijamente, como analizándome - tras esto último Kazuki se sobrecogió, me interrumpió entre el desconcierto y su interés para catalogar cada palabra que nacía de mi boca - De modo que lo viste, ¿Te dijo algo o hizo algo? - Si, por lo visto en esa estancia debe de habitar él, conoce y siente cualquier cosa que esté dentro de ese lugar, el caso es... A parte de mí ¿Quien o que más puede estar en ese sitio? - había cierta incertidumbre entorno a eso, no sabía con exactitud el alcance y el poder de lo que estaba viviendo, y Kazuki tampoco es que se le viese que tuviera muchas respuestas - Lo mejor es que sigas con el entrenamiento, solo y quizás de esa forma logremos saber más en referencia al bijuu, empieza ahora Borsalino y avancemos-

Terminada la conversación con Kazuki, este por fin se apartó de mí, dirigiéndose hacia un punto donde la distancia ante mí fuera segura. De modo que junté las palmas de las manos hasta quedar los brazos paralelos al suelo, cerré los ojos y fruncí el ceño adquiriendo en esta posición una postura para concentrarme al máximo. Volví a los ejercicios anteriores amasando y acumulando chakra y más chakra como me dijo Kazuki, así durante 30 minutos. Como anteriormente el manto salió, un aura azul y blanca que me rodeaba y emitía un fino burbujeo, semi transparente ya que poco a poco se cernía más a mi contorno y tomaba una tonalidad más opaca, creciéndome a la par unas orejas y el conato de lo que era la primera cola. Por momentos tomaba la apariencia monstruosa que capté la primera vez perdiendo toda fachada humana, la ropa se me deshizo y tan solo quedó conmigo las 2 katanas que tenía. Una vez más me situé en la habitación extraña.

- De modo que vas en serio eh.... Y no se te da nada mal - reconocía aquella majestuosa voz, la voz del propio océano, un estruendo entendible que ya me era familiar - Por supuesto, y no estaría mal que colaboraras, al fin y al cabo eres mi "huesped" - sin encontrar explicación alguna me encontraba frente aquellos barrotes, vestido y sin posición de concentración y aura azulada, empezaba a pensar que eso era una dimensión interna en mí o algo parecido - Si fuera cualquier otro de mis hermanos ya habría salido de aquí y destruido tu villa, has tenido suerte con dar con el pasivo de la familia- el Sanbi volvió a la carga, sus palabras no eran sumamente ofensivas, pero su mera presencia ya era lo suficiente como para intimidarme - Lo mismo podría decirte, tienes suerte de que yo sea tu contenedor y mis intenciones contigo sean muy distintas a las de cualquiera.... En fin, voy a continuar - calado o no mis palabras en el 3 colas era algo que desconocía, no obstante a sus oídos llegaron.

Volvía cerrar los ojos desde aquella onírica estancia, al volverlos abrir me encontraba de nuevo en las catacumbas de Kirigakure, sin embargo puede contemplar como mis mano adoptaron una forma, color y textura nada normal, tenía como las zarpas de una bestia solo que al parecer con la capacidad de poder manipular ya que los dedos eran largos y estaban separados entre sí. Otra cosa que me llamó la atención era Kazuki, que caminaba hacia mi - Enhorabuena Borsa, la 2º cola es tuya - extrañado, como si todo ese tiempo en el que había estado en aquella habitación con el Sanbi se hubiera alargado en la realidad lo suficiente como para dominar una cola, cuando en verdad en aquel lugar había estado no más de 2 minutos. Habría que seguir aprendiendo de este nuevo poder y hasta donde podía llegar.

~ 91 líneas ~

Jounin Spoiler: Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015

FLASHBACK Tercera cola

-.................... ¿Que es de verdad lo que quieres chico? ¿Poder? ¿Respeto? ¿Atemorizar a todos? Eres simplemente un humano, uno más del montón, yo sin embargo provengo del chakra madre, la partición de fuerza de una deidad siendo en mi campo único - era consciente de que había dormido, esa noche Kazuki, Kya, Kai y yo cenamos pues en teoría era la última cena y nos iríamos por fin ya, porque por después de levantarnos nos pondríamos manos a la obra con la tercera y última cola. Una vez ya en sueños, pude presenciarme de nuevo en la estancia del Sanbi, frente a el como otras veces, solo que lo raro fue que él mismo inició el diálogo - Sé que este no es tu sitio, quizás hasta esté algo en contra, pero ahí a fuera hay gente que de estar en el sitio donde estoy yo no te harían nada bueno, malas artes. Piensalo de esta manera, al fin y al cabo aquí estarás cautivo, pero esta cautividad no se asemejará a otras, hasta podríamos llegar a entendernos bien, pero eso solo será si los 2 ponemos de nuestra parte, ya sabes... Mi nombre es Borsalino D. Shin - intentaba negociar con él, poniéndome en su lugar lograba captar un esbozo de como se sentía, una mole de tal calibre, que hasta el propio mar se le quedaba justo, pero a mi parecer mis palabras eran sinceras y claras y no menos sinceras a la par de realista, por que sabía el tipo de personas que se ciegan con el poder tanto de la propia villa como del exterior, e imaginaba de que si el consejo de Kirigakure me había elegido a mi como jinchuriki del Sanbi yo no caía en ese error.

- Ya te dije que aquí no puedes esconderme nada, ni si quiera tus íntimos pensamientos.... Y si piensas que con 3 palabras puedes llegar a embaucarme o a domarme estás demasiado equivocado - - Creo que no han sido con palabras con lo que te he hecho que empezaras a hablar, si te digo la verdad, creo que no te esperabas en absoluto que dominara a estas alturas tus 2 primeras colas, en tampoco tiempo. Si con palabras no soy capaz de crear una simbiosis entre ambos estoy dispuesto a demostrártelo con hechos..... Voy a descansar, mañana voy a conseguir la tercera - sembrar la duda, crearle desconcierto y abrirle la mente era lo que intentaba hacer, que de verdad pensase que yo era diferente al resto y que en mi podía confiar. Pasaron algo más de 5 horas de descanso hasta que desperté, en cambio Kazuki y los otros aún seguían dormidos - Esta vez tomaré la iniciativa, acabemos pronto - me quité la ropa y mis espadas y caminé desnudo hasta la zona donde practicaba y conseguí las otras colas, si esta salía bien sería la última vez que lo haría.

Mis pasos me llevaron finalmente al sitio, donde si no fuera por el continuo chapoteo del agua que emergía de una cascada cercana el silencio reinaría. Adopté una posición de concentración, juntando las palmas y quedando los brazos en paralelo al suelo, agachando levemente la cabeza a la par que cerraba los ojos. Pasé así no más de 5 minutos, comenzando a tomar y manipular pequeñas porciones de chakra, una tras otra y siendo evolutiva cada cantidad que tomaba, poco después el ya familiar manto de chakra aparecía conforme iba soltando más cantidad. Continuaba con el mismo proceso, recreándome e intentando manipular el poder que me ofrecía en contra de su voluntad el Sanbi, pero no me quedaba otra, solo y de esta forma podía llamar su atención, demostrándole de lo que es capaz un humano común como me había llamado, pues con el esfuerzo y con sacrificio se es capaz de conseguir cualquier cosa que uno se proponga.

Los minutos pasaban cuando el manto poco a poco se ceñía a mi contorno y tomaba una tonalidad más opaca, un azul malva que me rodeaba y daba una imagen singular, seguido de un burbujeo que se iba apagando. Amasando más y más chakra, volvía a sentir como la primera cola nacía, mi cuerpo adopto una forma de bestia y los ojos se me volvieron grandes y blancos, se perdió cualquier rastro de humanidad, del exterior por supuesto, pues por dentro aún seguía concentrado y esforzándome al máximo. La segunda cola nacía, siendo cuestión de tiempo que la tercera y última hiciera lo mismo, pues el ritmo que que llevaba era el idóneo. Podía notar fuerza, una energía dentro de mí que nunca había conseguido ver, como si de algún sitio se hubiera destapado algo y ahora su contenido me llenase tranmitiendome un poder ilimitado - Ahora te estas dando cuenta.... Si no logras controlarlo perderás el juicio - el eco de la voz del Sanbi me llegó, como si de una segunda conciencia se tratase. La energía crecía a un gran ritmo increible, podía notar la 3 cola ya moviéndose junto con las otras, lo había conseguido pero podía notar que algo se avecinaba algo que enfrentaría para controlarlo.

Me invadía un impulso destructivo, podía palparlo, y podría con un simple movimiento destrozar estas catacumbas y condenar a Kirigakure sin que la misma lo esperase, pero lo controlaba como el borracho que soporta el síndrome de abstinencia. Era bastante difícil, pero me aferraba a no desistir ante tal fenómeno, controlando unos extraños espasmos musculares, sin duda el esfuerzo iba mermando mi aguante y desgastándome tanto física como psicológicamente. Los minutos pasaban lentos mientras soportaba esa ola de energía en mi interior, notaba todas mis extremidades agarrotadas por la contención, había abierto una grieta y un poder fluía por mis venas a chorro, había que mantener este esfuerzo constante para domarlo, había que conseguir controlarlo para que todo acabara bien.

---------------------------------------------------------------------------

- Sorprendente, lo has conseguido - abrí levemente los ojos y aparecí tendido en la habitación donde el Sanbi habitaba, su voz me despertó para bien por suerte, y lograba llegar a suponer a lo que se refería, aquel calvario había finalizado. Pero seguía inexpresivo la bestia de 3 colas, aunque denotaba cierta... ¿Admiración? - Entonces lo logré.... Por fin conseguí que te abrieras - le dije al bijuu mientras me iba incorporando con serias dificultades, estaba muy cansado y cogía grandes bocanadas de aire para rellenar los pulmones con oxígeno - No lo des todo por hecho Borsalino, aún te queda lo más dificil - - Lo más difícil ya lo he conseguido, tu reconocimiento, y hasta me llamaste por mi nombre, dejame descansar y te aseguro que superaré cualquier cosa que me plantees - le dije una vez más, pero no obstante fue lo último ya que los ojos se me cerraron y noté levemente como mi cuerpo se desplomaba - Ya lo veremos joven.... Ya lo veremos -

De nuevo abrí los ojos, topándome con la cara de Kazuki, cual me abofeteaba las mejillas para que ganase el sentido - Maldita sea Borsa, ¡Lo lograste! - su alegría era notable, el objetivo de la misión se había conseguido - Buff... ¿Todavía seguimos aquí? Me va a reventar la cabeza de dolor..... dios - me encontraba hecho una verdadera mierda, me sentía peor que un trapo sucio tirado en el suelo, sin fuerza alguna y deshidratado - Si no te preocupes, ya hemos recogido todo y acabo de terminar el informe, saldremos de aquí en cuanto te repongas, toma esta pildora del soldado, te esperaremos en la entrada.... tomate tu tiempo - y por fin llegó la ansiada hora, el momento de marcharse llegó, dejaría el sitio durante un buen tiempo hasta que volviese a retomar aquello que el Sanbi me dijo, pero eso sería más adelante, ahora solo quedaba ir puliendo el nuevo poder que había adquirido.

~ 87 líneas ~

Fase 2 Colas de Chakra
-Aprobada-

FLASHBACK Primera cola

Dolor, sufrimiento e incomodidad. Eso era lo que provocaba el tener un monstruo incontrolable e imparable dentro de uno mismo, al menos eso le provocaría a una persona normal y corriente, aunque muchos tienen ese monstruo dentro y no se dan cuenta hasta que sale y ya no lo pueden parar, teniendo como ejemplo a un asesino en serie. Sin embargo, mi caso no era este, ese monstruo no estaba conmigo desde mi nacimiento, acababa de ser insertado a la fuerza dentro de mi cuerpo hacía ya tres semanas y dos días. Aunque ya controlaba el manto de chakra a la perfección, pudiendo estar con él mucho tiempo, incluso días, en el ambiente era palpable la tensión cada vez que lo usaba para entrenar y combinarlo con mis técnicas naturales. Kuro se mantenía a bastante distancia, mientras Aka y Shizuko se mantenían en alerta constante. No podía nada más que suspirar y proseguir con el entrenamiento tranquilamente, sin preocuparme por las personas a mi alrededor mientras lo controlara. En este día, no iba a entrenar nada nuevo, solo terminar de practicar mientras la novata Shizuko leía los pergaminos entregados por Borsalino para ver qué es lo que proseguía en mi entrenamiento.

Al día siguiente, si es que era de día en el exterior, fui levantado a grito limpio por Shuzaku de la cama que había fabricado, junto con la nueva cabaña de madera. Vamos, despierta Tyr, es la hora de cambiar tu entrenamiento a uno mas duro y difícil, pero a la vez más controlado. Según los pergaminos del anterior jinchuriki que entrenó aquí, el Mizukage, tienes que meditar en una sala signada al número de colas de tu bestia. Estaba recién levantado y ya me habían dado el plato de información que necesitaba para empezar mi trabajo. Era como cuando te levantaban deprisa porque llegabas tarde a la academia y te metían el desayuno a toda velocidad para ir aún más rápido a llegar tarde de verdad a la primera clase. Recién me había sentado en el borde de la cama mientras me acariciaba la marca que estaría ahí de por vida o hasta que muriese. He de suponer que ahora tendré que aprender a controlar una cantidad muchísimo más alta de chakra que antes. Pronuncié dichas palabras lentamente mientras salía de la cabaña después de acomodar mis atuendos para beber el agua que corría por un riachuelo artificial que llegaba de la cascada al pozo. Me encontraba allí, agachado, bebiendo y perdido en mis pensamientos cuando sentí un golpe en la nuca, era Shizuko algo enfadada. ¡Deja de hacer el vago! ¡Si me has escuchado acompáñame a la sala de entrenamiento! No había hecho nada, simplemente beber agua, tal vez se sentía así porque la ignoré dado mi aturdimiento matutino, más sin rechistar, solo me acaricié la zona golpeada y la seguí hasta aquella puerta.

Para activar la entrada simplemente había que darle a un botón oculto cercano que venía detallado en los pergaminos, pues la kunoichi lo encontró sin mucho problema. Al pulsar el ya mencionado, sonaron varios mecanismos hasta que hubo un silencio breve antes de desplazarse parte de la pared para dejar hueco a una habitación en la que no había nada, literalmente. La habitación consistía en un simple hueco blanco, pareciera estar fuera del plano de lo que estaba y no en este mundo. Shizuko me empujó por la espalda para que comenzara a caminar y con determinación, entré al habitáculo. Era curioso el sentir el suelo sin verlo y el notar que había un límite en todas direcciones sin verlos, algo extraordinario. No había venido aquí para simplemente observar el lugar. Me coloqué en el centro, me senté con las piernas cruzadas y antes de hacer nada, Shizuko, la única que había pasado a la estancia, me comentó brevemente lo que debía o teóricamente debía hacer, aunque más bien eran sus preocupaciones. A partir de este punto no puedo ayudarte ni controlarte a no ser que te salgas completamente de control, mostrando el chakra de tu bestia, para lo cual tendría que robarte todo su chakra con mis técnicas de madera y tendrías que volver a empezar desde cero. No quiero meterte presión, pero por el momento no se puede hacer nada más. Sólo sé que has de meditar profundamente. Parecía que no metía presión alguna, a mi persona no me importaba, sabía que estaba en un lío bastante gordo y que cualquier error podría ocasionar una muerte prematura. Mientras escuchaba sus palabras pude escuchar susurros repitiendo todo lo que indicaba posesión en la frese de la muchacha. Bien, nos veremos en un rato. No pronuncié más palabras antes de juntar las manos y cerrar los ojos. Sólo pasaron unos segundos antes de perderme en el interior de mi propio ser, de mis pensamientos… de mi cuerpo.

Ahora, todo mi ser mental, mi representación interna, se encontrada en un lugar extraño. Unas pareces viejas y destartaladas de gran tamaño y el suelo permanentemente con unos centímetros de lo que parecía agua. Caminé por los enormes pasillos de este nuevo lugar sin dudar en unos solo de mis pasos, sin preocuparme por ser atacado, al fin y al cabo era mi propio mente, físicamente no podía hacerme nada. Al cabo de un rato caminando, al girar en un esquina, encontré unas enormes puertas de barrotes con una cerradura central, con un papel de las mismas dimensiones que la cerradura en el que se hallaban inscritos los kanji de la técnica de sellado junto a un cinco, refiriéndose al número de colas de la bestia. En estos momentos estaba a varios metros de esa puerta, intentando ver más allá de la misma sin poder ver nada más debido a la iluminación del lugar, que dejaban todo lo alejado de esa puerta a oscuras. Pasaron unos minutos antes de poder escuchar un sonido parecido al que produciría un caballo al trotar, cada vez más cercano hasta que de pronto, de las sombras aparecía un monstruo blanco que rompía la tranquilidad y golpeaba con su cabeza aquellas puertas que siquiera se vieron afectadas por tal impacto. ¡Tu eres mi nuevo contenedor… algún día saldré de aquí y te mataré! ¡Yo no te pertenezco! Me había sorprendido con el impacto, pero no me había movido ni un milímetro, no por valentía, si no por inconsciencia en esta ocasión. Al parecer ese monstruo estaba intranquilo, parecía amenazador, pero sabía que no podría salir de allí, al menos de momento. Tranquilízate bestia, parece que no puedes romper estas puertas. Planeaba hablar tranquilamente con ella, no nos podíamos separar, por lo que lo más óptimo era tratar de hacer un contrato verbal. Ahora mismo ni yo te pertenezco ni tu me perteneces, ambos somos el mismo dentro de mi cuerpo. El monstruo, aunque cabreado, se sentó a escucharme, no tenía anda más interesante que hacer. Te propongo un trato, si logro controlar todo tu chakra aquí dentro, pelearé contra ti, si ganas,serás libre, si pierdes, haré que cambies de idea. Ante dicha propuesta, el monstruo blanco se mantuvo un rato pensativo hasta que golpeó el suelo y una sustancia azul oscuro salió de la jaula para rodearme y agarrarme por todo mi cuerpo. Esto será divertido, si logras controlar todo este poder ahora mismo aceptaré el reto. Lo que me rodeaba ahora mismo era el chakra de la bestia en versión disuelta en el agua. Lo que tenía que hacer era aguantar la presión, absorberlo y moldearlo como con el anterior manto, pero con más cantidad. Estuve cerca de una hora conteniéndolo hasta que por fin, a mi alrededor se formó un aura con una cola a la altura de mi cintura y unas pequeñas extensiones en la parte posterior superior de mi cabeza. Estaba sonriendo mientras miraba a la entidad blanca. El trato está confirmado.

89 líneas

FLASHBACK Segunda cola

El primer paso estaba terminado, no me había tenido que esforzar demasiado en esta ocasión, algo que me hacía dudar de si en verdad ese monstruo quería matarme o no. Sabía que era bueno controlando mi energía, pero llegar a tal punto, controlar prácticamente el doble de mi chakra en algo más de una hora era excesivo, más por el momento mantendría el silencio respecto a este tema. Estaba sin decir palabra de brazos cruzados, frente al monstruo, con la cola de su chakra moviéndose lentamente, podía moverla con la mente, algo asombroso si lo piensas. Le miraba fijamente, estaba demasiado calmado como para acabar de perder una quinta parte de su energía, aunque fuera por el contrato. Pasaron unos minutos hasta que pude ver, en su enorme boca, un atisbo de sonrisa a la vez que volvía a golpear el suelo con una de sus patas delanteras. Como en el acto anterior, una fuente de chakra azul oscuro intentaba agarrarme para que la absorbiera, o lo intentara. Ambos sabíamos que si intentaba adueñarme de otra de sus colas antes de siquiera tomarme un pequeño descanso y regular el chakra que actualmente poseía, me desbordaría y aquél monstruo me controlaría para liberarlo sin poder hacer nada. No podía permitirlo, por lo que salté hacia atrás para esquivar dicho intento de “ataque”, más no podría huir demasiado dado que el lugar era pequeño, al menos ahora, pues al encontrarme con la enorme puerta los caminos por los que había venido desaparecieron sin previo aviso. Estaba atrapado y en pocos segundos me atraparía, por lo que intenté, liberarle de la cola que ya poseía para poder asimilar la otra. La bestia, astuta como ella sola, sabía lo que intentaba y como era su chakra, no po conseguiría. ha ha ha Es interesante ver lo que intentas. Es una lástima que aquí acabe todo tu ser, idiota. En el mismo instante en el que terminó si frase, salté en dirección a la puerta y otra masa azul me golpeo directamente, agarrándome y tirándome junto a la otra masa que me había estado persiguiendo. En consecuencia a esto, como si fuese una esponja en el agua, comencé a absorber todo aquél poder desbordante y caótico que una de las nueve bestias me estaba dando.

En el exterior, mi cuerpo en estado de meditación comenzaba a cambiar. Al controlar la primera cola, éste había mostrado el mismo aspecto que en mi interior, siendo rodeado por el manto de una cola, conservando la piel intacta y la calma completa. Sin embargo, cuando fui atrapado por el poder de las otras dos colas, no corrí tanta suerte. Mi cuerpo, en el exterior comenzó a cambiar drásticamente, al igual que en el interior. La piel comenzaba a quemarse en el chakra, mostrndo una capa de sangre y más chakra de la bestia bajo la misma mientras las otras dos colas aparecían de forma simultánea. Shizuko, que estaba observándome a unos dos metros, notó el cambio cuando empezó a darse, alarmándose como lo haría cualquiera en esa situación. Tan pronto se dio cuenta, hizo los sellos pertinentes para que, de ese suelo invisible pero tangible, saliesen cinco columnas de madera que me tenían a mí como centro. Antes de actuar de cualquier forma, quería asegurarse de hacer lo correcto y no matarme en vano. ¡Si aún puedes controlarte hazlo ya! ¡De otras morirás aquí y ahora! Parecían gritos de desesperación, la kunoichi no era muy fan de matar a una de las mejores armas existentes en la aldea, por lo que intentaba darme tiempo para intentar algo y salir de ese estado. Desde el interior podía escuchar todo lo que ocurriese en el exterior, dado que dicho interior era simplemente una parte de mi mente. Reaccioné ante tal hecho, pudiendo hablar en el exterior. E… esta… todo… bajo con.. trol… Pude decir entre jadeos para volver a quedarme en aquél estado de completa meditación. Unas palabras para tranquilizar a la chica de la que dependía por completo mi vida.

Ya dentro de mi cuerpo, en mi mente, las cosas se ponían feas. Como había ocurrido hace apenas unos momentos me encontraba en pie, pero atrapado entre una enorme cantidad de poder. A dichas palabras, el monstruo con colas no pudo resistirse a comentar acerca de éstas. ¿Bajo control? No me hagas reír, veo claramente cómo mi poder te está devorando lentamente hahaha Su risa resonaba completamente por todo el lugar. Mientras, yo, como ente de un chakra azul oscuro con dos colas ya formadas, me mantenía firme, quieto y con una sonrisa en mis labios dando la sensación de una gran confianza. Tú mismo lo has dicho, monstruo, lentamente… Al escuchar dichas palabras no pudo nada más que cambiar su posición, de sentado a cuatro patas observando cómo mi estado comenzaba a revertirse. ¿Cómo eres capaz de soportar todo ese poder sin desbordarte? ¡Es imposible, no tienes esa capacidad! Ese monstruo, que hasta ahora tenía una total confianza en sí mismo, parecía haberla perdido por completo al verme volver muy lentamente a la normalidad. Yo reía fuertemente antes de comenzar la explicación de dicho porqué, ya que ahora mismo no me encontraba tan capacitado como para controlar todo el chakra de tres colas sin problemas. ¿Crees que con mi experiencia y mis capacidades no me había dado cuenta de que el pasillo por el que pasé hasta esta zona había desaparecido? Era una pregunta retórica, solo quería ver la reacción de mi enemigo. El hecho de moverme por todo el lugar era para ver cómo era posible que sacaras tu chakra a través de la puerta y de si aquí también era capaz de usar mis habilidades corporales. El rostro del biju comenzaba a cambiar de sorprendido a una leve curiosidad por qué estaba a punto de contarle. Este sitio es mi mente y por lo tanto puedo manipularlo. Me di la vuelta y extendí el brazo, abriendo un pequeño agujero en la pared que antes fue un pasillo y lo volví a cerrar. A estas alturas, mi piel había regresado prácticamente por completo y me mantenía con una capa de dos colas tanto en el interior como en el exterior, permitiendo a Shuzuko descansar y guardando las columnas. Sin dejar rastro en el suelo, algo de lo que ella se percató. Mientras seguía con la explicación, volviendo a mirar al biju. Sin embargo no puedo manipular el interior de tu jaula por un simple hecho, es tu mente y no la mia. Con estas dos separaciones me pregunté una cosa, ¿cómo eres capaz de invadir mi mente si sólo tenemos en común que nos encontramos unidos corporalmente? Como si quisiera participar, el monstruo abrió la boca, más no le permití responder a dichas preguntas, puesto que todas eran retóricas. La primera vez vi que tu chakra salía por el agua desde varios puntos para centrarse en un punto de mi mente, algo que me extrañó, podías haberlo enviado en masa. Con este intento me di cuenta de que en realidad, es el hecho de estar invadiendo mi mente el que te impide enviarme más cantidad por un solo gran punto, mi mente podría colapsar y yo morir, matándote a ti en el proceso. Esquivando la segunda cola seguí viendo ese patrón y cuando me golpeaste con la tercera masa desde el aire, la conexión de la segunda se cerró para fusionarse con la otra. Hice un breve descanso. En ese momento dejé que se absorbiera la segunda cola sin controlar la cantidad, dando lugar a la pérdida de mi piel y un leve descontrol. Para evitar la tercera, simplemente corte la entrada a mi mente con mis papeles, haciendo que se dispersara. Señalé a la puerta, en la que había una fila de papeles taponando la entrada de más chakra del biju. Es por eso, que en esta ocasión no has podido conmigo. Una deducción rápida a la que el biju respondió con un simple soplido y se volvió a sentar. Parecía más tranquilo que antes, era extraño, ¿Estaría tomándome cariño? ¿O curiosidad por cuanto tardaría en matarme?

80 líneas

FLASHBACK Tercera cola

Acababa de descifrar los entresijos de aquello que significaba conversar mente con mente con tu inquilino permanente. Lo que significaría que si esas puertas se abrían, las mentes se toparían una con otra y vencería la más poderosa, es decir, una absorbería a la otra. Ahora mismo su mente era la más fuerte de las dos, por lo que siempre ganaría él. Sin importar que éstas se abrieran, pues aún era pronto para intentar cualquier cosa y él no podía abrirlas por su cuenta y no conseguía poseerme para obligarme a abrirlas dada mi habilidad de escapismo. En estos momentos seguíamos sin decir una sola palabra, mirándonos fijamente como si fuésemos dos enamorados a punto de besarse con el único inconveniente de que ninguno tenía intención de hacer eso, más bien habría intención de asesinato premeditado, pero eso no iba a ocurrir. Como si fuese un colega, me despedí del monstruo para descansar, lo que había hecho era agotador. Nos vemos luego. Di media vuelta y caminé en dirección contraria al biju para desaparecer poco a poco. … Él se dio media vuelta y se difuminó entre las sombras.

Abría los ojos lentamente, mientras la capa de dos colas volvía a mi interior. La escena que observaba era un tanto desalentadora. En la escena se podía ver a una kunoichi de rodillas con sudores de cansancio dentro de la habitación de entrenamiento mientras que en la misma puerta, puerta que acababa de abrirse pues al comenzar el entrenamiento se cerró, se podía ver las siluetas de dos personas en posiciones de defensa, con armas en las manos, preocupándose de ellos mismos y no de quiénes estábamos dentro del lugar. Patético… Salió de mis labios para mí mismo, sería extraño que cualquiera de los presentes lo hubiese escuchado con el ruido ambiental de la zona. Me levanté, apoyando mi mano en la rodilla para hacerme de sujeción y caminé hasta colocarme frente Shizuko para extenderle la mano. Ella la aceptó y tiré para levantarla al son de mi voz. Buen trabajo, tenemos que descansar. Ambos estábamos exhaustos, ella de soportar la presión de mi descontrol, teniendo su propia vida en juego constantemente y yo tenía más cansancio mental que físico, pues lo que había hecho era un entrenamiento en mi propia mente. Caminamos fuera de la habitación mágica y su puerta volvió a sellarse, pareciendo como si nunca se hubiese abierto. Mirando de reojo a los escoltas seguimos hasta llegar a la pequeña cabaña y ambos nos echamos en la cama, sin importarnos si era la misma o no.

No sabía cuánto tiempo había estado durmiendo, tampoco si era de noche o de día, la luz siempre era la misma en aquél lugar, una luz creada por las antorchas que parecían eternas. Cuando abrí los ojos, me encontré con algo que no me había pasado desde que estaba en la villa, despertarme con una chica abrazándome, había pasado tanto tiempo ya… Tal y cómo estábamos, no podía moverme ni un ápice, me tenía agarrado por debajo de los brazos, apoyando su cabeza en mi pecho mientras que mi brazo derecho se encontraba por debajo de su cabeza, haciendo brazo y pecho de almohada. Como es lógico, mi brazo estaba completamente dormido y, cuando eso me ocurría parte del mismo de deshacía en papeles, una de las cuestiones del por qué odiaba esta habilidad hasta hace relativamente poco. Sea como fuere tenía que levantarme y ella también, teníamos que volver al entrenamiento, aunque lo más extraño era que los guardaespaldas seguían sin hacer nada, estaban fuera, sin hacer mucho. Shizuko, despierta, tenemos que… No pude acabar la frase, pues cuando me quise dar cuenta ella ya estaba prácticamente de pie. Ajmm. Volvamos al trabajo. Más rápida que un shunsin, algo curioso. Solo afirmé con la cabeza para levantarme y despertar mi brazo y que recuperase su forma original. Con dos movimientos sirvió. Caminamos nuevamente a la sala, después de nutrirnos como se debía y entramos en la misma. La puerta se cerró, yo me puse a meditar en el centro y todo comenzó nuevamente.

Nuevamente me encontraba dentro de mi propia mente, pero esta vez aparecí directamente frente a la puerta. Buenos días monstruo. Con un tono despreocupado frente a la bestia aún entre las sombras. Ésta salió rápidamente, golpeando esta vez la puerta con sus patas delanteras. ¿A qué viene esa tranquilidad? ¡Y no me llames monstruo! Me había sorprendido bastante reacción. Sobre todo lo referente a la palabra monstruo. ¿Y cómo quieres que te llame? ¿Bestia? ¿Anomalía de cinco colas? ¿Bestia con cola? ¿Acaso puedo llamarte de alguna forma que no parezca ofensiva? Biju o bestia con colas tampoco es que sea muy agradable de escuchar… aunque tengas cinco colas a tu espalda. El monstruo me había escuchado, ya en su habitual posición, sentado frente a la jaula mirándome para contestarme con ciertas evasivas. Los humanos sois demasiado egocéntricos, os creéis que sólo vosotros tenéis… A ese punto de su frase giró la cabeza, mirando hacia el vació y me volvió a mirar. Escoria egocéntrica. Simplemente dijo eso y puso una expresión que parecía la de una persona cabreada mientras se recostaba sobre sus patas para tumbarse y mirarme más de cerca. Yo seguía quieto hasta el momento, pensando que una simple palabra le había hecho daño a sus… ¿sentimientos? Hasta ahora no había pensado que una anomalía de ser vivo así era lo suficientemente inteligente como para mostrar algo más que simplemente enloquecimiento y destrucción como únicos “sentimientos”. Caminé hacía la puerta y me paré justo en el límite, si asimilaba que tenía sentimientos, tendría que tratarle como una persona, ya que no parecía tonto en lo absoluto. Como persona, podría asegurar que tendría un nombre, o simplemente que querría uno cual dueño con su perro. Dime… ¿cuál es tu nombre? Ante dicho sonido, el de mis palabras, la bestia saltó hacia atrás sorprendida. ¿De verdad te interesa, sabiendo que algún día te podría matar? Sonreí levemente y crucé los brazos. Al parecer si tienes nombre, vamos, llevarnos bien es nuestra única salida, estaremos juntos hasta que eso ocurra. Vamos, está claro que lo tienes. La bestia volvió a su posición habitual. Solo si puedes con esto. Se refería claramente a la tercera parte de su poder, tercera de un total de cinco.

Sin decir una sola palabra, simplemente recibí el chakra, esta vez parecía que él me lo estaba dando de buenas maneras, mas aún no podía fiarme. La capa me rodeo y se mostraron dos colas a la altura de mi cintura para comenzar a formarse una tercera más lentamente. Tanto en el interior como en el exterior se comenzaba a formar. Esta cantidad de poder era ya considerable, comenzaba a controlar ahora más de la mitad de su poder, siendo este punto el de inflexión en nuestra relación, ya que podría intentar domarlo en este momento, más mi personalidad y mi afán de curiosidad evitarían este suceso. No tardé mucho en controlar la tercera cola, mostrándose ya parte de mi. El primer número impar divisible por dos número que poseía a mis espaldas y el poder equivalente al del monstruo con colas que controlaba mi aliado Borsalino. Simplemente le sonreí. Eres diferente a mi anterior contenedor… El nombre que me pusieron es Kokuo… ah, y soy de sexo femenino… Una frase llena de incógnitas, primero, no era el su primer contenedor; segundo, no dijo “mi nombre es”, sino que alguien o algo se lo puso, dándome curiosidad; tercero, a qué se refería con que es del sexo femenino, no le había nombrado de ninguna manera, además que su voz sonaba a dicho género. Suponía, sin darle demasiada importancia, que esa parte fue dirigida más bien al narrador que le nombraba constantemente como él en lugar de como ella, mas no era de mi interés. . No te confíes tanto…

89 líneas

FLASHBACK Cuarta cola

Las bestias con colas, aquéllas que son tan codiciadas por todas las naciones de shinobi para acrecentar su enorme poder, no eran lo que todos pensábamos, simples monstruos con la capacidad de destruir y aniquilar todo a su paso. Eran más bien mentes inteligentes con la capacidad de mostrar emociones y sentimientos en un cuerpo incapaz de hacerlo, aunque no era excluyente a lo anteriormente mencionado. Se conocían nueve de estos monstruos repartidos por el mundo, no se sabía si había más, aunque la leyenda decía que era ese número. Tampoco se sabía con exactitud cómo eran todas, solo había retratos vagos y relatos que un juglar cantaría para entretener a la muchedumbre en una noche de luna llena. Sin ponernos a divagar demasiado, de esas bestias tan codiciadas por todo el mundo, una de ellas estaba en una persona que realmente no la quería con tanta ambición o simplemente no le importaba no tenerla ni que existiera, yo mismo. En estos momentos me encontraba delante de ella, Kokuo según decía que se llamaba o mejor dicho, que le llamaban. A través de la jaula podía observar sus enormes ojos celestes contorneados de un color rojizo por la parte inferior, de cabeza alargada terminada en unos cuernos enormes y poderosos que bien podrían usarse para hacer sufrir al oponente y un cuerpo de forma similar a la de un caballo, con patas similares y la única diferencia de tener un total de cinco colas en su extremo. Todo esto en un cuerpo de gran tamaño cubierto de un pelaje completamente blanco con una tonalidad hacia el azul. Estaba ahí, sin decir una palabra, como ya era costumbre.

Le miraba directamente a los ojos, o lo intentaba, como había estado haciendo desde el principio, sin preocuparme su gran tamaño ni su fuerza, de todas maneras se encontraba al otro lado de la puerta con ánimos de parecer la de una jaula. En mi cuerpo se encontraban tres de las cinco colas ondeando a mi espalda y no pararía de obtener más números hasta conseguir el total de cinco que poseía este. Como si no supiera nada de las bestias, aunque no sabía mucho a decir verdad, me propuse informarme preguntando a lo que podríamos llamar mi inquilina. Oye Kokuo, me ha intrigado eso de que el nombre te lo pusieron y no lo elegiste por tu propia cuenta. ¿Tienes padres? Lo que los humanos conocemos como aquellos que nos cuidan y nos protegen además de darnos la vida. Ella se dio media vuelta para adentrarse en la penumbra de su mente, sin importar que le preguntara. En ese momento una onda de energía me golpeo y perdí toda la concentración, saliendo del estado de meditación que tenía que alcanzar para hablar y obtener la fuerza de mi bestia. Abrí los ojos en el exterior, aún poseía el manto con todas las colas conseguidas. Shizuko se encontraba apoyada en la pared invisible con los brazos cruzados y mirándome fijamente. Estaba tranquila, ya que por el momento yo no mostraba ningún rasgo de haber perdido el control. ¿Ya has acabado por hoy? Preguntaba inocentemente con un tono algo altanero para ser una persona frente a alguien que podría matarle si perdía la cordura o entraba en estado de rabia. Me tomé mi tiempo para contestar, pues no quería acabar por hoy, quería conocer la historia del ser de mi interior sin importar qué. No, voy de nuevo a hablar con el “monstruo” de mi interior. Ella simplemente hizo una señal de entenderlo y yo volví a cerrar los ojos para meditar nuevamente. No me había levantado ni perdido el manto, por lo que no requería de ninguna acción nueva a parte de la ya mencionada.

En esta ocasión entrar en estado de meditación fue más tardío, dado que la bestia no estaba realmente de acuerdo en conversar conmigo. Aparecí nuevamente, esta vez a más distancia de la puerta, como si mi propio subconsciente intuyera que no debía acercarme demasiado o podría pasarme algo. En realidad no pasaría nada, no había hecho nada para enfadar a Kokuo, solo preguntarle sin más. Me acerqué nuevamente a la puerta. Kokuo, quiero que me contestes. Parecía mas un mandato que una petición. Esperé lo que parecieron unos minutos en mi mente y ella no apareció. De verdad le afectó la pregunta sin mala intención que formulé para que respondiera y poder conocer dicha información. Como no mostraba signos de aparecer, decidí realizar la acción más imprudente que podía realizar en dicha situación, adentrarme dentro de la mente de mi inquilino sin pensar en que al hacerlo, me podría poseer sin corromper mi mente y matarme, pudiendo liberarse de mi cuerpo y ser libre nuevamente. Caminé varios metros, adentrándome en la penumbra hasta que me encontré la enorme espalda del biju. Parecía estar descansando, aunque cuando salté sobre su lomo tenía los ojos abiertos. Cuando me notó, sin moverse del sitio, suspiró. Confías demasiado en ti mismo como para estar dentro de mi mente. En ese momento se movió levemente, haciendo que perdiera el equilibrio y rodara por su lomo hasta caer cerca de sus patas delanteras. Vete, te dejaré salir en esta ocasión. Parecía verdaderamente afligida por la pregunta anteriormente realizada. Mis pensamientos solo daban lugar a una posibilidad, algo malo había ocurrido para ella en el pasado, aunque fuese un monstruo tan colosal. ¿Qué es lo que te ocurrió en el pasado? Quiero… no, necesito saberlo. Si quiero entablar una buena relación contigo necesito que me lo cuentes, pero no te seguiré presionando, es tu elección. Mis palabras parecieron afectarle, pues cuando terminé mi pequeño monólogo, pude ver cómo de su ojo salía lo que parecía una lagrima. Se levantó y me agarró con una de sus colas, dándome su poder poco a poco y formándose la cuarta cola. No parecía tener intención de poseerme, simplemente me llevó hasta la puerta y me lanzó cuando la cuarta ya estaba formada.

Me había sorprendido bastante, ya eran muchas sorpresas con Kokuo. Lo que más me extrañaba era el hecho de que me concediera el poder de la cuarta cola, con esto no quedaba nada más que una “ínfima” parte de su fuerza. Esto que te voy a comentar es un secreto y no debes contárselo a nadie, deberá permanecer entre tú, yo y tal vez el poseedor de Isobu. Afirmé con la cabeza mientras suponía que ese tal Isobu era el Sanbi, la bestia de tres colas que Borsalino portaba en su interior. No siempre hemos sido grandes, fuertes y aterradores, aunque si más grande que los humanos, a decir verdad. Hace ya milenios, tanto tiempo como para que el haber shinobis era algo muy reducido en dicha época. Nosotros, somos nueve, contándome a mí, cada uno distinto y con sus características únicas. En un principio formábamos parte de un ente malévolo, más de lo que vosotros creéis que somos nosotros ahora, un único monstruo con el primer número de dos cifras, las diez colas. Eran tan poderoso y malvado que allá por donde pasaba todo desaparecía. Todo era así hasta que nuestro padre apareció junto a otra persona. Se enfrentó ferozmente a dicho monstruo y consiguió sellárselo a si mismo. En el momento de su fallecimiento, decidió hacer algo inimaginable, separar el chakra, la energía de esa bestia en nueve cuerpos nuevos. Él nos creó. El que vosotros llamáis como Sabio de los Seis caminos era quien nos dio vida y forma. Cada uno distinto. Solo creo a dos del sexo femenino… De momento sólo sabrás eso, si te ganas mi confianza te contaré cómo es cada uno. No dijo más, simplemente volvió a ocultarse en la oscuridad y me vi obligado a salir del estado de meditación nuevamente porque ella lo quería, parecía melancólica, ya que en su historia, su padre moría cuando ellos, los nueve nacían.

88 líneas

FLASHBACK Quinta cola

Estaba fuera, como expulsado de mi propio subconsciente porque un ente con una fuerza superior lo quería. Ahora no tenía manera de entrar al mismo por mi cuenta, por lo menos tras haberme rechazado. No quedaba de otra, así que me iría a descansar por el entorno de las catacumbas. Me levanté lentamente mientras el manto con las cuatro colas desaparecía, se adentraba a mi interior como ya había hecho anteriormente. No tenía ganas de hablar con Shizuko, dado que estaba inmerso en mis pensamientos acerca de la nueva historia que conocía, por lo que para indicarle que acabásemos por hoy simplemente me acerqué a ella y le di un golpe amistoso en el hombro. Como ya habíamos hecho antes, abrimos la puerta haciendo presión en ella y salimos para que luego la misma se cerrase. La pareja de guardianes inútiles andaba por allí, sin mucho que hacer dado que no enloquecí en ningún momento después de aquella vez. No tenía mucho que hacer y no estaba cansado dado que en esta ocasión el poder de la cuarta cola me fue dado sin mucho más que una simple conversación en la cual obtuve valiosa información que nadie podría conocer. Fui directo a aquélla cascada en la lejanía, que daba origen a los riachuelos que unían el pequeño lago de la catarata junto con el pozo de la entrada para tumbarme al lado del mismo lago, sobre el césped pensando sobre la historia de los monstruos con cola.

Las palabras de Kokuo no me dieron lugar a dudar en ningún momento, además de que dada mi habilidad de deducción podría saber si mentía, al menos sin un monstruo con cinco colas seguía los mismos patrones de chakra que los de un humano ordinario. Rikkudo Sennin o el Sabio de los Seis Caminos, aquél que poseía el dojutsu más poderoso y legendario del mundo, fue el que tuvo el poder para crear nueve bestias a partir de una con diez colas, era algo que hasta para las leyendas sería legendario. La leyenda también contaba cómo fue capaz de crear la Luna a partir del cuerpo original de esa bestia, aunque eso no lo mencionó en ningún momento y me daba a entender que, o era mentira, o era imposible que pudiera recordar todo. Optaba por la segunda opción, pues dada que parte de la leyenda era cierta, la otra parte podría ser verídica sin lugar a dudas. Sea como fuere, tenía que pensar en alguna manera de ser más allegados en lo que a confianza se refería, pues aparte de ganar su fuerza, también me permitiría conocer en mayor o menor medida el resto de bestias con cola y sus habilidades. Estaba tan sumido en mis pensamientos, que perdí la constancia del tiempo y de mi propia consciencia, quedándome totalmente dormido. No estaba cansado, pero por una vez, después de entrar en las catacumbas, podía descansar tranquilamente sin preocuparme por tener el descontrol del inicio.

¡Oe! ¡Despierta! ¡Cabronazo, he dicho que despiertes! Sentí un golpe que me desplazó hasta entrar en el lago, despertándome por completo. Asomé la cabeza por la superficie del agua, quien me golpeó era Aka, al que casi mato. Me señaló hacia la cabaña en la que es encontraban los otros dos, era hora de comer… o cenar, quien sabía, simplemente había hambre en estos instantes. Comimos en total silencio todos nos fuimos a hacer nuestros deberes, el mío claramente era dormir para descansar la mente, aunque en realidad no había descansado lo suficiente. El despertar, unas horas después, fue el momento en el que el resto estaba descansando de sus quehaceres, durmiendo la mona. Sin importarme mucho las repercusiones de alguna disputa con ellos, me levanté sigilosamente de la cama y fui directo a la sala de entrenamiento. Abrí la puerta con el botón oculto y entre para comenzar a meditar. En las ocasiones anteriores, estaba siendo supervisado por otra persona que era capaz de controlarme en caso de descontrol, pero en esta ocasión estaba solo por completo.

Una vez dentro, me vi nuevamente frente a la jaula, no me había tomado mayor esfuerzo el adentrarme en mi mente, no como en la vez anterior, que el propio biju simplemente me impedía adentrarme con su propia fuerza. Kokuo no aparecía, como en la vez anterior, pero esta vez no iba a entrar dado el peligro que corría si esta vez decidía atacarme, ya que ahora si que no podía conocer su estado de ánimo, por lo que decidí simplemente sentarme en el suelo empapado en agua y esperar a que ella misma se acercarse a la puerta para conversar como tantas otras veces habíamos hecho, bueno, en realidad solo tres veces contadas, pero parecían eternas. Espere lo que pareció media hora, dado el lugar el tiempo era relativo, hasta que se dignó a aparecer. Por fin apareces, ¿cuánto tiempo planeabas dejarme aquí esperando? Pasaba ya de los formalismos de ser desconocidos. Ahora le conocía y dado que era mi inquilino no le hablaría como a uno desconocido. Te tomas las cosas con demasiada confianza. Simplemente me recosté. Ya te dije que si ibas a estar en mi interior, que por lo menos confiásemos el uno en el otro, total, no queda otra. Ya poseo una gran cantidad de tu poder. Lo decía con total tranquilidad. Por mucho chakra que me hayas quitado sigues sin poder producirlo. Esas palabras me reconfirmaban la humanidad de ese monstruo al que llamaba Kokuo y que hicieron que me levantase del suelo y comenzara a manipular mi propia mente para flotar hasta el sello de la puerta. Claro, por eso quiero que tú sea quien lo comparta conmigo y no sea yo el que te lo robe. Quiero abrir esta puerta, pero primero tengo que ser capaz de confiar en ti y en mi fuerza. Palabras que parecerían necias para cualquiera, pero no para un ente que parecía más preocuparse por la supervivencia del que lo llevaba en su cuerpo que por la de salir libre, pues si fuese lo contrario, cuando me adentré en la jaula me hubiese matado y sido liberada. Simplemente Kokuo comenzó a reírse con fuerza. Está bien, ansío ese momento haha. De momento toma, el poder que te hace falta para abrir la puerta. Cuando lo hagas, lucharemos para ver quién es el que se queda con tu cuerpo… y que no se me olvide, te hablaré del resto de mis hermanos haha Parecía haberle gustado mi oferta. Ahora, me encontraba con las cinco colas a mi espalda, el control parcial de Koukuo estaba completado. Volveré tarde o temprano, solo espera el momento. No dijo más, simplemente se quedó esperando a que dejara de meditar.

Fuera del entorno de mi mente, me levanté y salí de esa sala por última vez, sin que nadie me hubiera echado de menos, todos seguían durmiendo. Miré la cascada el pequeño montículo en el lago, no estaban ahí por casualidad, más no era el momento de intentar algo que estaba fuera de mi alcance en estos momentos. Fui hasta la cabaña y golpeé la puerta con fuerza al son de mis palabras. ¡¡Es hora de irnos panda de vagos!! El entrenamiento ya está completado. Dije mientras Shizuko y el resto se despertaba. Cuando estos estuvieron despiertos, les mostré las cinco colas del biju ondeando a mi espalda, el segundo número impar yacía tranquilamente en mi poder. ¿Lo conseguiste? ¿Cuándo has he.. ? Le sonreí simplemente y ella se dio cuenta de que lo había hecho por mi cuenta. Guardé las colas nuevamente y todos marchamos de regreso a Kirigakure, a la superficie a través del pozo, sin dejar ni un rastro de aquélla entrada. Habían pasado varios días, pero ahora mismo era de noche, como la vez en la que entramos.

83 líneas

Fase 2 Colas de Chakra
-Aprobada-

Última edición por Borsalino D el Sáb Mayo 16, 2015 1:01 pm, editado 4 veces

THE CHICKEN IS COMING

~ Entrenamiento final bijuu ~

No era nada más que atrasar lo inevitable, demorar la llegada a una meta que de alcanzarla abriría una puerta muy beneficiosa para mi, y sería un necio despreciar la oportunidad de obtener un poder ilimitado, el poder del Sanbi, que hasta el mismo me ofrece siempre y cuando superase su prueba, que no es nada más y nada menos que vencerlo en un combate cara a cara, un reto interesante a la par que peligroso, pero un reto que debía de superar si o si.

Y una vez ya salimos los 2 del edificio con las últimas noticias llegadas, nos dirigimos hacia el lugar donde finalmente se completaría el entrenamiento, con un andar inalterado pero transmitiendo una imagen imponente, el Nidaime Mizukage y su mano derecha afrontarían la última y más difícil etapa para dominar completamente todo el poder que encierran. La atmósfera que irradiábamos estaba envuelta de misterio, pues la misma Kirigakure estaba presenciando delante de sus propias narices al tipo que la mantenía y a su ayudante, al cual trataba con respeto y cordialidad.

La gente miraba curiosa como si de 2 celebridades se tratase, nuestra gran envergadura apartaba como si de una fuerza invisible se tratara a los humildes aldeanos que se cruzaban a nuestro paso, algunos de ellos murmuraban hacia mi persona, corriendo la voz a sus paisanos para que el rumor de la primera vista pública del Mizukage había sucedido. La verdad era que referido a ese aspecto de mostrarme a la aldea, poco lo había tocado, me había ceñido al papeleo y tareas diarias que yo mismo me impuse, como leer fichas de shinobis de la aldea, firmar permisos comerciales, etc… Poco a poco nuestros andares nos llevaron hacia la calle comercial, me mosqueaba hacer esto a plena luz del día, pero no disponíamos de más tiempo, y aunque el lugar secreto durante generaciones quizás se destapara, la situación lo requería - ¿De veras estas ya preparado Borsalino? Demasiado tranquilo te veo – La profunda voz del sanbi me habló, con cierta intención de desquiciarme, pero ya poco efecto iba a surtir - ¿He de estar tan tenso como tu isobu? Mi victoria se acerca – Le contesté a la bestia marina, la cual me la devolvió con una mueca burlona, guardaba sus mejores cartas ante lo que estaba a punto de venírsele encima, pues pondría a prueba todo el poder de un bijuu frente al de una katana, pero no al de una cualquiera, si no a la de mis raíces, a la de mi clan. Pero el sanbi sería el único privilegiado hasta la fecha de probar a kentsue y sobrevivir, pues no me quedaba otra… - JAJAJAJAJAJAJA algunas veces me arrepiento de esta amistad, aunque el sentimiento de amor-odio aún lo tenga vigente… No vayas de sobrado, no eres necesariamente un arrogante, menos debes serlo ante un bijuu – en verdad era cosa seria lo que me estaba esperando, pues hasta la fecha mantenía una extraña relación de amor-odio como bien dijo el sambi durante todo estos años con él, pero según sus vagas insinuaciones, hasta que no le venciera en un combate de verdad no me ganaría plenamente su respeto, era algo crudo y difícil de comprender hasta que no llegara el momento, tanto tiempo en aquella estancia y tantas veces verlo detrás de aquella verja me habían creado cierta estima hacia él, no obstante había que afrontarlo de la mejor forma posible y garantizar el éxito, la aldea lo necesitaría.

De vuelta al mundo tras salir de mi limbo, pude lograr ver el callejón donde el pozo se encontraba, apartado y descuidado como antaño - Llegamos Tyr – Dije al chunnin, el cual me igualaba en edad y corpulencia, sin parar ni un paso y dejando atrás aún los susurros del pueblo ante mi rango. Escasos metros nos separaban de la entrada cuando al fin nos topamos con el pozo, este algo derruido y con una tapa de chapa que lo tapaba oxidada y doblada, realicé un gesto cortés a Tyr para que se adelantara él primero y me internara yo después de él, una vez él se coló por la abertura yo le seguí, realizando un salto controlado hacia la boca del pozo y convirtiendo mi cuerpo en agua conforme la gravedad me hacía bajar entre los ladrillos y fusionaba mis partes con el agua, empezando por las piernas hasta desaparecer completamente. Bajaba y bajaba a gran velocidad, a metros y metros de profundidad, volviendo a vivir y a recobrar aquellos recuerdos de hace años donde oficialmente me convertí en jinchuriki, por aquel entonces me acompañaban Kazuki y los 2 shinobis ANBU de los que ya no recordaba el nombre. Pude sentir de nuevo aquella curvatura de la tubería, como la cañería ganaba grados de horizontabilidad para dar paso al final del túnel, hasta que este finalmente desembocaba en aquella charca donde vertía sus aguas.

Desde aquella abertura broté, pudiendo identificar a Tyr y a las imponentes columnas que soportaban una parte de la villa y que se perdían entre alargadas sombras que emergían de la cálida luz de sus antorchas. Aquí se volvería a iniciar todo, con desarrollo diferente pero con el mismo victorioso final, o eso al menos esperaba.

~ 64 líneas ~

Estábamos ambos caminando sin demasiado apuro hacia un destino incierto en el que podría ocurrirnos la peor de las desgracias o conseguir al aliado más importante y poderoso que una herramienta querría para cumplir su obligación, la de obedecer a su líder. Nuestros andares daban tal sensación de seguridad que por las calles por las que pasábamos parecían las gradas de un concierto, todos observando y murmurando sobre las imponentes figuras a las que daban lugar nuestras presencias. Mi pensamiento nunca fue el de atraer las miradas curiosas de los aldeanos, muchos miraban con adoración mientras otros mostraban cierto resentimiento hacia nosotros. Aún por ese hecho, el caminar con el líder de la aldea impedía pasar desapercibido dada su fama de nunca abandonar su despacho, no como era mi caso, la gente me solía ver caminando alrededor de la aldea la mayoría de los días.

Íbamos directos a aquél pozo por el que una vez crucé para conseguir la confianza con ese monstruo llamado Kokuo que la aldea quiso sellarme en mi interior. No guardaba resentimiento por eso hacia la persona a mi lado, y menos cuando ese monstruo en realidad no era nada más que una mente de persona, con sentimientos y emociones dentro de un enorme cuerpo que a los humanos les imponía demasiado. Parece que ya quieres enfrentarme Tyr… Kokuo comenzó la conversación sin que yo le impidiera tal acción. . Enfrentarte… En realidad no quiero provocarte daño, pero para abrir las puertas antes debo conocerte por completo. Respondí mostrando una apariencia tranquila en el limbo interior. Parecía complacida por el hecho de mis palabras, más ahí no terminé. . Usaré todo mi poder para abrir las puertas Kokuo. No era una broma, la firmeza de mis palabras tomaban una seriedad abrumadora. Sabía que el hecho de tener que derrotar a una bestia no era algo fácil, pero simplemente la emoción que sentía era más fuerte que cualquier temor que pudiera levantarme. Pienso lo mismo, si no luchamos en serio no podré tomarte como alguien realmente confiable ni respetable, hig. Ella parecía contenta de escuchar esas últimas palabras. En poco tiempo acabaría tirando esas puertas abajo, haciendo que ambas mentes funcionaran como una sola siendo dos entes separados. Lo más necesario para conseguir este hecho era tener la fuerza y la confianza necesaria como para ser inquebrantable e inamovible.

Fuera de aquél limbo, ya nos encontrábamos en la entrada al mercado. Mi expresión facial era simplemente mostraba una mueca que daba la intención de ser una sonrisa. El lugar me era muy reconocible, pasamos por las tiendas en la que cuando aún era desconocido entre la muchedumbre, tuve que lidiar con unas personas de no grata presencia. Sin más que el pasar del tiempo acabamos llegando a la entrada al pozo, pozo que daba lugar a las catacumbas donde una vez estuvimos los dos, Borsalino y yo, ambos en tiempos distintos, pero con el mismo objetivo. En esta ocasión, ambos íbamos juntos, sin la compañía de los jounin de la aldea. Pasamos por ese hueco entre las casas a plena luz del día, algo que no era de mucho agrando para nadie al que le importara la aldea. Para evitar la mirada de fisgones que aún se encontraban en la calle, con mi habilidad del manejo de los papeles, levanté un muro en la entrada que pronto tomó la apariencia de lo que se mostraba desde el exterior del callejón sin nuestros cuerpos presentes en él. Para mí era de esperar que Borsalino actuara primero y pasase él antes de mí por el pozo, sin embargo eso no ocurrió. Él me hizo una seña para que fuese yo primero, dándome el pensamiento de su total confianza en mi persona, aunando el hecho de ser su secretario y mano derecha. Pocas veces me había dado tanta confianza, aquéllos que lo había hecho estaban enterrados gracias a los que se llaman “ninjas”. Sin importar el pasado, caminé frente al pozo y aparté esa tapa oxidada y quebradiza que hacía de tapón en él. Antes de entrar, me coloqué en el borde y miré al cielo. Es el día perfecto para terminar con nuestro odio, Kokuo. Si. Sin más esperas me lancé al fondo transformando mi cuerpo en agua. Pasamos por los entramados pasillos que formaban las tuberías, recordando el anterior paso para no perdernos por el laberinto. Unos minutos después, llegamos a la salida del pozo por la parte de las catacumbas. Los papeles que había colocado, simplemente desaparecieron, dejando la misma escena en el lugar que antes de nuestra intromisión. La única diferencia era una tapa caída de un viejo pozo en desuso, algo realmente sin importancia.

Había salido primero, observando el lugar que me traía recuerdos de Shizuko y esos ANBU a los que casi mato. El lugar seguía emitiendo su aura de magia con sus antorchas y enormes columnas, además de su prácticamente infinita distancia y sus grabados rústicos. Cuando ambos nos encontrábamos ya en el lugar, comencé a caminar en dirección al a cascada en la otra punta de las catacumbas. Si no deduje mal la vez anterior, tenemos que pasar por la cascada, ¿cierto? Hay unas puertas cerradas detrás de ellas. Le comenté a mi allegado mientras nos cercábamos con total serenidad. Muy prontamente comenzaría lo que sería el fin de una historia y el inicio de otra, una en la que dos especies completamente distintas coexistirían completamente en un mismo cuerpo.

63 líneas

Jounin Spoiler: Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015

Tomamos paso introduciéndonos entre las majestuosas columnas, dejando en una de ellas la kubikiribocho, algo callados, quizás por la tensión al suponer lo que nos esperaba más allá o concienciándonos para lo que quedaba por venir. Avanzábamos sin demora, el chapoteo del agua se iba haciendo más notorio conforme recortábamos metros a la cascada, que poco a poco se visualizaba como un gran montículo de entre el liso suelo, ahí era el punto de partida – Al fin llegamos – dije a mi mano derecha mientras levantaba la mirada para ver con más detenimiento la zona, la cual desértica y en silencio nos esperaba.

La cascada aún permanecía allí tan inagotable desde el momento que emergió, como si fuese un individuo que viviese en las catacumbas de Kirigakure desde el nacimiento de estas como un anfitrión que espera a sus huéspedes, nosotros. Cautos nos acercábamos a ella, como si esperáramos que desde sus aguas naciera algo, pronto sabríamos que no estábamos muy equivocados. La cascada no es que fuera realmente sublime, mediría poco más de 3 metros y medio de altura y abarcaba alrededor de 4 metros de anchura, desbordando el agua que le venía desde atrás. Esta con su agua, había creado frente a sí misma una pequeña isla que se aislaba de las columnas, creando una forma circular que en su centro albergaba un parterre de roca y tierra de 5 metros de diámetro aproximadamente.

- Con que ahí es la primera prueba.. – le dije al Sanbi, el cual permanecía en silencio y a la vez expectante, como si de un corredor de apuestas se tratara, esperando a ver cómo me desarrollaba ante tal acto y que hasta ahora tan solo él sabía lo que de verdad ocurriría – Atraviesa el agua y colócate en esa plataforma de tierra…. Luego espera sentado y concentrado a lo que te salga de la cascada, pues eso será tu oponente – sus palabras contenían cierta malicia, incitándome a que no reparase a pensármelo y girarme para escapar, llegó la hora. Concentré algo de chakra en la suela de mis zapatos para andar por encima de la superficie del agua hasta llegar a la pequeña parcela, me sentía algo raro sin portar la kubikiribocho, esa sensación de vacío en uno de los costados y el no poder apoyar la mano en su mango me incomodaba levemente, pero no obstante era algo con lo que tendría que convivir ahora – Bueno sentémonos y esperemos a ver qué ocurre – le dije a Tyr, para adoptar una cómoda posición en aquella islita y sirviéndonos de la espalda del otro para apoyar la propia.

Mantenía mi mente fija en la cascada visualizándola con detenimiento, cuando esta poco a poco si iba abriendo como si fuera una cortina, dejando un hueco en su centro que se hacía más grande en cuestión de segundos, un socavón de oscuridad se dejó ver, y de este mismo para mi sorpresa apareció alguien, o más bien algo… Un hombre imponente con un gran cuerpo, pelo oscuro, vestimenta morada y una gran gabardina blanca adosada a sus hombros… con seguramente marcado en su parte posterior “Nidaime Mizukage”. Mi suposición era seguramente certera, ya que el tipo era yo, un clon mío que emergía de la penumbra y empezaba a caminar hacia mí, pero ese clon me intrigaba, pues no era un bushin ya que en ningún momento realicé sellos ni nada por el estilo, sin embargo, poseía unos ojos extraños, atemorizantes – Ahí tienes a tu adversario Borsalino… Aquí tienes la representación de todo el mal que tienes en tu interior, supéralo y ya hablaremos – la cosa se ponía seria, pues el individuo se movía y actuaba por voluntad propia, estaba ante un samurai de rango kage, sin duda una gran amenaza para mí y sobre todo para la villa, pues desconocía las verdaderas intenciones de mi supuesta parte oscura que como tal, no serían precisamente buenas, era deducible.

- Bueno bueno bueno…. Al fin me topo contigo Borsalino, vengo para abrirte los ojos de una vez y te des cuenta de que soy aquello que eres en la actualidad, de que sin mi no hubieses llegado al puesto que ostentas hoy en día, ni tampoco marchado de tu clan para trazar tu propio camino… De que soy la parte de los 2 que verdaderamente existe y por lo tanto… tu… no debes de existir, yo soy… todo el mal que encierras en tu interior – Mi copia habló por primera vez, con palabras nocivas para amedrentarme, y seguidas de estas, su ataque. Con la velocidad innata que me caracterizaba como samurái, el clon sacó y desenvainó posteriormente a kentsue, empuñándola con una mano mientras que con la otra portaba un kunai, tal y como lo tendría que hacer yo ahora. No me quedé quieto, era de esperar, por lo que contraataqué con el mismo movimiento, siendo consciente de que el ataque se vería reflejado a mi espalda, ya que esa era la particularidad de la katana, por lo que en vez de aguantar la vaina con la otra mano deslicé la libre hasta el porta kunais agarrando uno y destinar su uso a desactivar los hazes que creaba la kentsue del adversario – Me esperaba a que no cogieras la vaina con la mano restante, astuto eso aunque deshonres tu propia y mi propia forma de luchar aguantando el kunai – le dije con cierto aire despectivo, creando con esto una sonrisa burlona en su rostro – No seas arrogante contigo mismo Borsalino JAAJJJAAJAJJA…. ¡Desaparece! – Intercambiamos infinidad de ataques, defendiéndonos al mismo tiempo de los mismos, me estaba siendo imposible alcanzarle un punto indefenso, no era capaz. Había que ser realista, no podía ganarle puesto que peleaba contra mi mismo, ni podía si quiera ganarle terreno, nos manteníamos a raya el uno al otro, la diferencia poco a poco iba apareciendo y la cadencia de ataques, y la parte negativa de esa diferencia jugaba en mi contra, pues los brazos se agarrotaban de los incontables minutos que llevábamos, los tríceps se resentían con cada choque de cada hoja y el hombro del brazo que sostenía el kunai se iba cansando más y más tenía que pensar en algo.

- Uuuhhh te vas pochando Borsa JJAJAAJA – La copia se mofaba, era capaz de deducir mi cansancio o por alguna razón parecía que conociera mi estado a pesar de no estar dentro de mí… o si que lo estaba… Debía de provocar una pequeña pausa, pues el combate se alargaría hasta el infinito, es por esto que ejecuté un intenso ataque pero simple al mismo tiempo, el cual el Borsalino oscuro paró sin complicaciones – Me gustaría saber por qué te empeñas en acabar conmigo joder, resultas… pesado – dije casi sin aliento, cogiendo largas bocanadas de aire para dar un respiro al cuerpo, debía de pensar en algo, pues a la larga no podría seguir el ritmo de la parte oscura, debía de dar con la tecla para que el combate terminara.

~ 83 lineas ~

Nos encontrábamos de camino a la pequeña y majestuosa cascada que había estado allí incluso antes de la aparición de la columnas por obra de los humanos. Un lugar místico que habíamos perturbado para el simple hecho de entrenar, más no cualquier cosa y más que entrenar se podría decir que era una forma de conocer al ente que allí se domaba. El lugar estaba destinado a la aparición de las herramientas a las que se les fuese asignada la dura labor de portar uno de los reducidos monstruos con cola como un anfitrión atiende a sus huéspedes. Ante mi pregunta retórica, Borsalino no dijo nada, simplemente pareció asentir con total tranquilidad. Nos posicionamos frente al pequeño lago que formaba la cascada en el cual había un montículo en el centro, un vacío en el cual el agua no podía penetrar y cubrir, llevándoselo consigo y destruyéndolo. Mi compañero de juegos en estos momentos se adentraba para posicionarse en el montículo ya mencionado. Tienes que sentarte y meditar, ya verás lo que pasa Kokuo no me dio más información, parecía que simplemente su rol en esta acción que llevaría acabo era nada más que la de un observador. Tras dicha frase, El Mizukage me habló amigablemente para que nos pusiésemos a mediar ambos al mismo tiempo, así, tal vez, de alguna manera podríamos intercomunicarnos en ese estado de meditación. Era nada más que una suposición, pero si podíamos hacerlo, podríamos ayudarnos. Sin más esperas, apoyé la espada en una de las infinitas columnas que se encontraban en el lugar para luego concentrar chakra en las suelas de mis pies para poder caminar sobre el líquido transparente sin hundirme en él.

Pareciendo un perro guiado por su dueño y sin decir una palabra al respecto, llegué al montículo, miré a mi compañero y ambos nos sentamos para comenzar con la meditación. Nos colocamos espalda con espalda, dándonos apoyo físico y lo que era más probable, apoyo mental para lo que fuéramos a hacer. Así, de ese modo, pasamos a hundirnos en nuestros pensamientos e imágenes mentales tal como hacíamos, o al menos yo hacía, cuando hablábamos con el monstruo con colas para conseguir el poder de sus colas sin tener su mente en él. Cuando abrí los ojos, me encontraba en una especie de mundo blanco, todo alrededor era blanco excepto el lago con el montículo y la cascada frente a mí. Observando el lugar, vi que Borsalino estaba a mi izquierda, separado varios metros. La representación en la mente no siempre era la misma que la física, así que el hecho de estar juntos en el mundo físico, no implicaba estarlo en el mundo mental. Su rostro parecía algo sorprendido, al igual que el mío cuando vi cómo de la cascada que antes parecía sin nada, salió una persona, pero no una cualquiera, era el Mizukage mismo. Identificable sin dar lugar a equivocaciones dada su gran estatura y corpulencia, sus ropajes de color morado y esa gabardina blanca, a parte de su rostro serio sin ninguna muestra de emoción alguna.

Observé cómo los labios de mi compañero, el real y no esa especie de clon, se abrían sin emitir sonido alguno, más él parecía estar hablando y no simplemente sorprendido. Era algo que me causó curiosidad, por lo que intenté acercarme a él hasta que mi pie golpeó lo que parecía ser una pared invisible. En ese momento apoyé mi mano en el aire, ejerciendo presión para asegurarme que de verdad había algo ahí y no habían sido imaginaciones mías. Según pude deducir, mientras observaba el espectáculo de choques que la otra persona en este entrenamiento realizaba junto a su amigo el clon que no invocó, nuestras mentes eran capaces de observarse, más no eran capaces de interactuar más allá de la simple observación. Miraba atento hasta que escuché una voz que provenía desde detrás de la cascada. Jejeje JEJEJE je… ¿Y tú eres el que me tiene que enfrentar a mí? Sorprendido, fijé mi vista en la cascada y observé cómo una sombra aparecía detrás del agua. Ésta se hacía más y más grande hasta el punto que tenía el tamaño de una persona. Esa sombra apartó a su paso la caída del agua con su parte superior, la cual, tras fijarme, pude ver que era una cabeza.

Cuando la sombra atravesó la mitad de la enorme caída de agua, pude ver que ésta, era una persona, corpulenta, de tez pálida, pelo oscuro… portando una adornada gabardina roja con correas y agarrada por un cinturón blanco alrededor. Su rostro, que debería ser serio, parecía el de un niño cuando le das una golosina que ansiaba por tanto tiempo. Sus ojos estaban semiocultos entre unas gafas de sol, esos ojos abiertos de par en par y de un color tan intenso como el de la sangre me miraban fijamente. No había duda de eso, era una copia mía al igual que el de Borsalino, más como ahora pensaba que había pensado él, yo no había hecho uso de ninguna de mis técnicas de clonación. Era extraño, se sentía nostálgico el hecho de encontrarme frente a él. Jajajaja ¿Sorprendido de encontrarte con tu verdadero yo? Parecía estar burlándose de mí. Antes de ofrecerle una respuesta, intenté comunicarme con Kokou. Todos los intentos fuero fallidos, pues al parecer no quería contarme nada de lo que ocurría en estos momentos, eso suponía, hasta que volví a escuchar esa intimidante voz. JAJAJAJA ¿Crees que dejaría que una copia como tu hablara con MI monstruo? Jajaja Para mi sorpresa era capaz de impedir que me comunicase con Kokuo, por algo me llamó la atención, el hecho de que le llamó monstruo y no por su nombre. Oye, estas diciendo constantemente que yo soy una copia cuando tú lo eres, no menciones así a mi compañera. Me había enfadado el hecho de que un sin nombre como ese sujeto hablase de uno de mis conocidos tan cercanos de esa forma. ¿Oh? Te enfadaste copia, ¿Qué planeas hacer?

Estaba claro que era una gran provocación a la que claramente accedí, no por enfado ni rabia, que si había un poco, sino por el hecho de que me encontraba allí para enfrentarlo. Sin emitir una palabra comencé a flotar, separando mis pues del suelo y comenzando a separarme en papeles. Mi idea era cubrir la zona de papeles para tener el área controlada y evitar que esa copia arrogante pudiera realizar movimiento alguno antes de que yo le diera un fin admirable. Sin embargo, por obra del destino que me acaecía allí, esa burda copia me imitó en todo. Podía usar mis habilidades innatas como suyas sin problema. Hizo mis mismas acciones, comenzó a cubrir el área con sus papeles, únicamente diferenciables por un sensor como mi persona de los míos propios. No podrás hacer nada sin que yo te lo impida, copia barata. Ante dichas palabras lancé shurikens de papel en dirección a él, que fueron totalmente intervenidos por los shurikens del otro yo, como si me estuviera imitando al son de un sharingan activo. Copias todo lo que hago, tú eres el que me está imitando Estaba entrando en su juego, más era inevitable que eso ocurriera. JAJAJA ¡Tú eres el que me está imitando inepto! De pronto, una marea de papel y shurikens gigantes de papel se abalanzaron sobre mí, haciendo que me defendiese con todo el papel que poseía. Ese fue un duro golpe, no había durado mucho el combate, pero el uso de esa gran cantidad de papel para defender tal poder hizo que comenzara a exhalar aire frío y sudara a la misma temperatura. No tenía manera de vencerlo, al menos si no era capaz de descifrar por qué era capaz de imitarme.

86 líneas

Jounin Spoiler: Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015

- ¿Acabar contigo? ¿Tu no te extirparías un tumor si lo tuvieses? ¡PUES LO MISMO DEBO DE HACER YO CONTIGO! – la copia entraba en cólera, pude ver como su mano agarraba con fiereza el mango de kentsue, abalanzándose a continuación sobre mí, lo que provoco ponerme en guardia empuñando bien fuerte katana y kunai, desplazándome hacía mi costado derecho para intentar ganarle la guardia. Algo que me llamó la atención por el rabillo del ojo fue lo que sucedía unos metros más allá, papeles y papeles inundaron el lugar, más sin embargo, estaban como estancados y se apreciaba que permanecían como adosados una superficie invisible, ya que estaban inmóviles y abiertos en su plenitud, algo raro pasaba más allá con Tyr. Pero debía de centrarme ahora en lo mío. Paré el ataque, ambos ataques, y el clon reaccionó de la misma forma, desactivando mi ofensiva, repitiendo trayectorias con las katanas una y otra vez, a una velocidad casi imperceptible para alguien que no fuera un samurái de rango alto, a la par lanzábamos ataques contundentes, capaces de desgastar cualquier brazo no acostumbrado a esto, me estaba dando cuenta de mis propias capacidades como samurái al contemplar lo que la copia podía llegar a ofrecer en un combate, la pena era que el combate era contra mí, yo contra mí más bien, y debía de empezar a obviar cualquier tipo de estrategia típica para ganar pues estaba más que claro que aquí no serviría, aquí ganaría lo inusual en una batalla, la palabra.

Mi cabeza maquinaba posibilidades para vencer, me era difícil porque era algo fuera de sí y nuevo para mí, pero no me quedaba otra que hacerlo – No te queda más remedio Borsalino, déjame poder cumplir mi sueño… Déjate aniquilar – las provocaciones del Borsalino oscuro eran constantes, pero el mismo sabía tanto como yo que tenía una mentalidad trabajada y de hierro, y que ese desgaste no iba conmigo, le surtía más efecto alargar y alargar el combate hasta que yo cayera exhausto, y conociéndome bien, era algo que seguro que contemplaba. Había que vencerle de la forma más inhóspita, dar con esa solución era lo que mi cabeza maquinaba – Para ya de decir tonterías y sandeces tío, el que tiene que abrir los ojos eres tu – hablaba, para ganar tiempo pero debía de encontrar la forma de ganar el encuentro y no tiempo, buscar la diferencia entre ambos, aquello de que a pesar de que fuéramos un clon del otros nos diferenciase…. Que podría ser, si ambos éramos una misma persona, un samurái con las mismas inquietudes con otro…. Ah! Pero no con la misma mentalidad… El clon no paraba de decir continuamente que debía de matarme para poder seguir su propio camino en solitario, pero yo durante todo este tiempo tendría que haber convivido con él, ya que si ha sido mi parte oscura, a la fuerza siempre ha estado en mi interior, y la que por lógica ha ayudado también a crear al Borsalino de ahora .

Seguía dándole vueltas hasta que dí con la palabra, aceptación, eso era lo que nos diferenciaba ahora mismo, la copia se negaba a aceptarme llegando al punto de hasta querer asesinarme, borrarme de la faz de la tierra para siempre, pero yo no debía de posicionarme con esa misma mentalidad en mi parte, debía de hacerle entrar en razón de que necesitamos el uno del otro para sobrevivir – ¡Para ya maldito pesado! Y escúchame joder – dije intentando hacer que la copia me prestase atención, que pausara su actitud desenfrenada de querer herirme – Abre la mente de una vez, y acepta que no puedes matarme, ni puedes ganar… pero tampoco puedo matarte yo a ti, ni ganarte – dije, mientras daba algunos saltos para atrás para parar las ofensivas y así de paso recobrar el aliento un poco, la copia parece que acepto esta pequeña tregua en forma de pausa – Discurso de un maldito perdedor, ven aquí y afróntame en vez de parlotear – dijo, pero en seguida le quise contestar - ¡No!, basta ya, despejo toda diferencia contigo pero a la vez saco una… Una sola cosa que nos diferencia, y es que yo si acepto que no somos diferentes - - Que coño estás diciendo ahora, estas como una cabra maldito necio – dijo, para a continuación volver a la carga, pero esta vez no sería igual, guardé a kentsue y esperé su ataque, aun con el kunai agarrado por si las moscas pero con una idea fija en la cabeza, finalizar el combate.

Y ahí vino, esperé unos instantes, clavé mis ojos en lo que el clon pretendía hacer y… cogí su mano, aquella que empuñaba su kentsue, parando su ataque, y sembrando en su boca un gesto de rabia, apretaba sus dientes y fruncía el ceño – Abrí los ojos yo al final si, como tu dijiste, para ya, pues hemos ganado los 2 – los ojos se le tornaron normales, estando en aquella posición a punto de cortarme en dos, con la mano restante en la espalda manteniendo la misma guardia. Poco a poco sentía que su mano se deshacía, y me fuerza aplicada en ella a minoraba, su gesto cambió al normal, pudiendo contemplar que su mirada, aún clavada en mis ojos ya no poseía un mal hacer. La copia se desmigaba hacia arriba, perdiendo cuerpo, tanto el cómo su kentsue, finalmente, el combate había acabado… Con victoria de los 2.

- No esperaba menos de ti Borsa…. Es lo mínimo que pido, el verdadero reto empieza ahora, ves preparándote – de nuevo las palabras del Sanbi hicieron acto de presencia en mi cabeza, hasta las echaba algo de menos – Pues que así sea, estaré preparado Isobu – aún recogía el aliento para recuperarme. Mientras recogía oxígeno, me acerqué hasta aquella gran masa de papeles que se aglomeraban, intentando apartarlos para ver a Tyr, cosa que no pude pues una especie de superficie lisa me separaba de tocarlos, era como una especie de cristal que nos separaba, ahora tan solo cabía esperar, a que todos los papeles desaparecieran y de que Tyr apareciera entre ellos.

~ 73 lineas ~

Última edición por Tyr el Miér Mayo 13, 2015 6:01 pm, editado 1 vez

Me encontraba allí, tirado en el suelo de mi propia vente siendo vencido por lo que parecía ser un clon mío sin serlo. Desde que comenzó la pelea, todo el área era un cúmulo de papeles sin sentido, parecían lienzos de un pintor sin comenzar, como si algo estuviese a punto de escribirse en ellos. En la izquierda se encontraban todos los papeles que no podían pasar a la otra parte de la zona, en la cual se encontraba la representación mental de Borsalino y su clon al igual que yo me encontraba con la mía en esta parte. Llevaba unos segundos tirado en el suelo, sin flotar sobre él hasta que decidí sentarme en el mismo mirándome a mí mismo sin estar ante un espejo. Parecía expectante, como esperando una acción de contra ataque, más de momento solo estaría allí sentado. Sin embargo, para más desgracia que gracia, no se quedaría quieto, pues ambos sabíamos que teníamos una mentalidad estratégica de gran calidad, por lo que él comenzó a lanzarme shurikens de papel a toda velocidad. Como antes había hecho, volvía a cubrir sus trayectorias con mis papeles sin doblar, pero no ocurrió lo mismo que en la otra ocasión. En la anterior, simplemente los papeles fueron empujados por la fuerza, pero en esta atravesaron dichos papeles, resquebrajándolos y haciéndolos pedazos. Gracias a que había concentrado una gran cantidad de los mismos justo delante de mí, no alcanzaron puntos vitales, pero muchos me cortaron los brazos y piernas. Varios de ellos cruzaron por mi cara, destrozándome las gafas de sol. ¿Crees que podrás quedarte quieto sin más conmigo delante? ¿Burda copia? Escuchaba sus palabras y él seguía lanzándome shurikens que yo seguía desviando de los puntos vitales de mi representación mental. La cantidad seguía y notaba lo que ya temía desde el principio, no disminuían en fuerza ni en número, todo lo contrario, cuantos más lanzaba, más aumentaba dicho número y más aumentaba su fuerza, o mejor dicho, más me fatigaba yo al defenderme y desviarlos. Vas a terminar muerto si sigues defendiéndote jajaja En ese momento, me vino a la mente un pensamiento descifrando su frase. ¿Morir? Acaso un clon puede morir, si ese fuese el caso entonces… En mi mente comenzaba a entramarse unas conclusiones que tal vez fuesen erróneas, pero que eran, según mi mente, correctas.

Esas conclusiones eran otorgadas por los puntos que a continuación se mencionan. Primero que todo, él apareció detrás de la cascada en mi mente, en la cual Kokuo me dijo que meditara y no me dio más información que simples pautas. Segundo, sus ojos no eran normales, eran oscuros, como si portasen unos ojos especiales, aunque no había demostrado tenerlos demasiado salvo por el hecho de imitarme en todas mis acciones. Tercero, las imitaciones, aunque eran imitaciones tenían más fuerza que las originales. Las imitaciones no deberían ser más fuertes, deberían ser exactamente iguales a las del usuario. Con esto llegue a la conclusión de que no podía dar lugar a su muerte, puesto que era más fuerte que yo. Él tampoco podría matarme realmente, si hacerme daño y destruir varias veces dicha representación mental, mas no acabar conmigo, es decir, no podría sustituirme. Y como última conclusión que saqué, era que las batallas que realizásemos eran inútiles.

Seguía sentado en el suelo, mientras él seguía lanzándome los shurikens de papel hasta que decidí echarlo a suertes. Decidí dejar que todos esos ataques me golpearan de forma casi mortal, evitando todos los puntos mortales gracias a mi conversión en papel. La verdad, el hecho de que me defendiese de esos ataques fue simplemente por instinto, dado que hace ya mucho tiempo no usaba la capacidad que me concedía mi habilidad innata. Como ya fue mencionado antes, dejé de evitar los shurikens. Muchos me alcanzaron en el pecho, otros en el estómago, mis puernas se convirtieron en un charco rojo y papel empapado y teñido del mismo color. Mis brazos también. Cuando el otro Tyr, el supuesto original se dio cuenta, cesó el ataque y me observó con cara de enfado, una cara de enfado aún mayor a la de antes. ¡¡Por qué te dejas golpear!! ¡¡Lucha!! ¡¡Intenta vencer a tu verdadero yo!! ¡¡Haz lo que querías hacerle a tu padre!! Sus palabras estaban llenas de odio y rabia. De su rostro comenzaban a salir lágrimas de rabia. Unas lágrimas de impotencia. Todos sus papeles se reagruparon junto a él, dejando parte de aquélla pared invisible, aquél cristal que separaba ambas mentes, dejándome ver por el rabillo del ojo qué ocurría, más no vi nada, porque no ocurría nada. No podía ver a ninguno de los dos Borsalino ni lo que hacían, podía pensar o que terminó o que luchaban en la parte que yo tapaba.

Sin importarme más ese hecho, volví a concentrarme en mi mismo. Observé sus lágrimas y produje una leve carcajada. Una carcajada discreta mientras intentaba levantarme del suelo, cambiando la postura de piernas cruzadas a apoyar una en el suelo mientras hacía fuerza con la otra y apoyaba mi mano en la rodilla de la misma. La sangre comenzó a brotar como si de una botella agujerada se tratase. Agh… ¿Has dicho que te hiciera lo que pensaba hacerle a mi padre? Mi respiración se aceleraba y mi visión comenzaba a nublarse por la pérdida de sangre en mi representación mental. Cuando conseguí erguirme por completo proseguí con lo que quería decirle a mi yo. Me tienes mucho odio… cough… eres algo que siempre ha estado dentro de mi y que se acentuó en el momento en que nuestro padre nos atacó… cough… Comenzaba a escupir sangre. Mi ropa estaba completamente teñida del color carmesí de ese líquido vital. Eres… aquello que más odio… no… No eres lo que más odio… Contienes todo ese odio en tu interior… eres parte de mi… todos aquéllos cúmulos de rabia, frustración y cough… Volví a escupir sangre. Si esto no acababa ya, mi representación moriría y el ganaría esta batalla, sacándome de la meditación y dios sabe qué pasaría en ese momento. …odio… No puedo matarte… ni tú a mi… En ese momento, la representación de mis sentimientos y pensamientos negativos comenzó a gritar de su propia frustración e intentó atacarme con Shusui, la cual el sí portaba, mientras que yo no, dado que antes de meditar la había dejado para que pudiésemos apoyarnos Borsalino y yo espalda con espalda. Él saltó, con la espada en ambas manos con la intención de partirme a la mitad, mientras yo, ante dicha acción, no realicé movimiento alguno, por varios motivos, el primero era que no podía moverme a gran velocidad dadas las enormes heridas que me había hecho, el segundo, que simplemente no quería apartarme. Si me mataba ahora, tal vez comprendería que yo no le odiaba a él. Justo antes de golpearme, desvió el ataque que iba directo a partirme en dos desde mi cabeza para golpearme en el hombro derecho mientras lloraba con más fuerza que antes. Yo, sin ningún remordimiento ni nada parecido, simplemente le abracé lentamente. No llores… no te odio… tú eres yo… yo soy tu. No quiero que sigas soportando toda esa presión sobre tus hombros… lo haremos los dos… La espada cayó al suelo por mi espalda él solo pudo decir una cosa. Perdón… Soltaba lágrimas como un crío y comenzó a desvanecerse. No hay nada que merdonar. Desapareció por completo, llevándose consigo todas las heridas que me había provocado.

En ese momento, retiré todos los papeles de la zona y observé cómo de dos Borsalinos, pasó a uno solo, como había hecho yo con mi versión malvada. Mirándole vi que sus ojos permanecían como siempre, por lo que le hice una seña de romper la meditación y volver al mundo real. Desaparecí de la representación y abrí los ojos en el mundo real. Parece que lo conseguiste, ahora viene lo más difícil, tendrás que enfrentarme. Kokuo parecía ansiosa, quería probar todo mi potencial antes de confiar completamente en mí. Esperé a que Borsalino dejase de apoyar su peso en mi espalda para levantarme y poder escuchar cómo, aquéllas puertas que permanecían cerradas tras la cascada, se abrían. Cruzadlas, entraréis en un estado de trance sin necesidad de meditar y tendréis que abrir la puerta. Se notaban sus ansias, antes no me habría ayudado de ninguna manera. Antes de atravesarlas, recogí la Shusui pasando por el lago de la cascada y la coloqué en mi espalda. Tenemos que cruzar esas puertas Borsa, allí dará lugar nuestra última hazaña. Fue lo último que le dije a mi compañero antes de cruzar la puerta junto a él.

100 líneas

Jounin Spoiler: Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015

Al fin todo acabo, pero fue extraño, pues aquella pelea parecía haberse creado de forma real pero en verdad ocurrió todo dentro en mi cabeza, como si estuviera en la estancia con el Sambi, real pero a la vez humo. Pero finalmente se había superado con éxito por ambas partes, recibiendo hasta la aprobación del 3 colas, e incitándome ya a pegarme con él, pronto llegaría ese gran reto, pero antes había que ir más allá de la cascada, atravesándola, donde tendría lugar la batalla contra él y quizás hasta con Tyr y el 5 colas, ya que antes establecimos una especie de conexión al batirnos con nuestras respectivas partes oscuras, quien sabe.

Tyr se levantó al igual que yo, recobrando también su verticalidad, nos sacudimos las ropas y miramos casi al unísono el agua que se precipitaba desde la elevación de suelo que teníamos delante, el pelinegro quiso recoger su katana mientras yo daba los primeros pasos hasta el umbral de la cascada, salpicándome con el choque de sus aguas mi túnica morada, palpaba mi cuerpo para analizar de que mi porta armas y kentsue estaba en su sitio, no quería que me faltara nada para lo que estaba a punto de llegar – Ahora sabrás de una vez todo lo que te espera, no tendré piedad si tengo oportunidad para joderte vivo Borsalino, a si que no bajes la guardia o te veras y meterás a la villa en un lio – la penetrante voz de Isobu se pronunció, aquella que era como si el propio océano hablase, una de las 9 mayores calamidades de nuestro tiempo – Llevo esperando esto desde que me lo aconsejaste Isobu, no me vengas ahora con el discurso para que lo recapacite, estoy decidido y preparado a hacerlo – le conteste a la enorme tortuga mientas esperaba a que Tyr volviera, el Nidaime Mizukage estaba listo a batirse con el Sanbi.

Se posicionó a mi altura y atravesamos el agua, levantando ambos uno de nuestros brazos para apartarla del todo, tocando con ello una especie de puerta con algunos grabados – Vayamos, hay que empujarlas un poco – le dije contestándole segundos después a que hablara él, ejerciendo presión con el brazo para abrir la parte que me correspondía, y adentrándonos con ello en la oscuridad mientras la puerta se cerraba conforme nos internábamos, finalmente, acabamos rodeados por la sombra total, no veíamos, tan solo sentíamos la presencia del otro que estaba al lado, escuchando su respiración, la tensión era más que palpable en el ambiente, pues estábamos ciegos literalmente ante el gran suceso que teníamos que presenciar.

En unos instantes las sombras se disipaban lentamente, emergiendo de ellas las puertas características que encerraban a las bestias con ellas dentro. Nos encontrábamos espalda con espalda, frente a nuestros respectivos bijuus, imponentes y agitados, como perros de presa enjaulados esperando a que los suelten para atrapar y desgarrar a la presa – Debéis de quitar la etiqueta de la puerta y después liberar el sello de vuestro estómago – aclaró el 3 colas – Bien – dije asintiendo a la par con la cabeza, no había mucho más que decir, más bien actuar, por lo que ambos nos dirigimos a los largos y dorados barrotes separándonos, y levitando posteriormente sin explicación alguna hasta un gran papel que pegaba ambas partes de la puerta, retirándolo y bajando justo después de eso – ¡Tyr! ¿Preparado? Abriré el sello mío ya, hagámoslo al mismo tiempo…. uno…. dos….. TRES! – señalé a mi mano derecha, alzando bastante la voz para que me escuchara, ya que me separé de él y no lo tenía expresamente de cara. Palpé mi vientre con las yemas de los dedos apareciendo en estos a los segundos una especie de llamita azul, giré unos grados la mano con un movimiento de muñeca como si del pomo de una puerta fuera, y con esto, el sello que tuve desde hace años empezó a cambiar, a tornarse negro por su centro. Acompañado de esto un sonido mecánico procedió de la puerta, una especia de candado circular bastante complejo y extraño se desplegaba sobre si mismo, hasta que desapareció por completo – Ahí viene…. – musité mientras las rejas que tanto tiempo albergaron al Sanbi, el bijuu marino de 3 colas se evaporaban dejándolo de una vez por todas libre, había llegado la prueba final – Bor…. Sa… li… no…… WOOOOAAAAAAARRRRGHHHHH!!!!!!!! – el estruendo se había desatado en aquella estancia que tantos años presencié, era la hora de hacerle frente.

~ 55 lineas ~

Por fin, el primer reto había sido superado, no sólo por mí, sino también por mi actual compañero de chakras externos, el Mizukage que compartía este destino desde hace más que yo mismo. Tras recoger la espada, nos dirigimos ambos hacia ese río de agua en altura que formaba una cascada. Ambos cruzamos bajo el mismo levantando uno de los brazos para cubrirnos de la fuerte caída de agua mientras cruzábamos para toparnos con aquéllas puertas de piedra con grabados en ellas las cuales empujamos, cada uno una hoja, para poder salir del agua y adentrarnos en la oscuridad total. Caminamos en esa estancia oscura unos cuantos pasos cuando de pronto, como si de una película de miedo se tratase, las puestas se cerraron lentamente hasta que el más ínfimo rayo de luz desapareció del lugar, dejando el lugar en la más completa oscuridad, más que antes.

Ahora, lo único que se podía escuchar era el sonido de nuestros pasos resonando con el eco del lugar junto a la tranquilidad de nuestra respiración. No era extraño para nosotros, personas con bastante experiencia, mostrar ningún indicio de estar alterados por estas cosas. Nos detuvimos, sintiendo la tensión en el ambiente hasta que de un momento a otro, la oscuridad comenzó a alejarse, desde nuestras espaldas hasta la infinidad del entorno donde nos encontrábamos, como si una luz estuviese creciendo entre nosotros sin haber nada. Mientras dicha oscuridad se alejaba, comenzaba a mostrar las puertas que se veían en la colisión de mentes, pero esta vez, ambas se encontraban frente a nuestros ojos, la puerta del amigito de Borsalino se encontraba a mi espalda, pero cuando su monstruo con cola habló, no pude girar la cabeza y ver con el rabillo del ojo cómo era. Una tortuga con un escudo que superaba más aún su caparazón, tapándole incluso la cara, algo excepcional. Las palabras del Sanbi eran claras y concisas, debíamos quitar el sello para poder abrir la puerta, aunque eso ya lo había deducido en un anterior encuentro con Kokuo. Antes de realizar acción alguna, miré a mi amiga, que se inclinó, acercando la cabeza a la puerta y traspasando los barrotes levemente con ella. Ha llegado la hora, espero que des lo mejor de ti. Le sonreí mientras mi mano se separaba de mi cuerpo para tirar del sello al mismo tiempo que la otra abría la gabardina y apartaba la camiseta para colocarse sobre el sello. Si, lucha con todas tus fuerzas Kokuo. Parecíamos amigos a punto de combatir en lugar de enemigos que quieren matarse para tomar el control del uno sobre el otro como parecía que pasaba con Borsa y la tortuga.

Al son de la cuenta de mi compañero, tiramos de los sellos y giramos el susodicho que estaba incrustado en nuestro abdomen, provocando que éste se volviese negro completamente y el sonido mecánico comenzara a sonar. Los engranajes comenzaban a moverse, primero lentamente, para luego aumentar de velocidad de forma gradual, comenzando a abrir las puertas. Cuando estas se hubieron abierto por la mitad, Kokuo, la bestia de cinco colas, el ser con más energía en estos momentos, sonrió y rugió fuertemente. Fue un rugido tan fuerte que sería capaz de reventar los tímpanos de cualquiera que estuviese cerca, más no era un técnica ni nada parecido, era su fervor por la pronta batalla. Las puertas se abrieron completamente y desaparecieron como lo hizo aquélla oscuridad que nos rodeaban hace prácticamente nada. La batalla comienza. Grité con entusiasmo mientras ella comenzaba e emitir unos sonidos que parecían los de una risa aguantada. Alrededor suyo comenzó a mostrarse una misteriosa niebla. La temperatura comenzaba a subir, provenía del cinco colas, al mismo tiempo que sin previo aviso, una enorme cantidad de agua comenzaba a inundar el suelo. Debía de ser el Sanbi, simplemente su aspecto delataba que usaba el agua a más no poder, pero era simplemente una suposición, ya que ahora mismo estaba ocupado con mi bestia. No podía quedarme estático, por lo que actué rápidamente no sin antes avisar a Borsalino. ¡Estaré en el aire, atacaré desde allí, te avisaré cuando piense en una estrategia efectiva! En estos momentos, unas enormes alas de papel habían crecido en mi espalda, mientras mis piernas se habían convertido en papeles y yo ya había recuperado la mano de la acción anterior con la puerta. Salté con fuerza para ascender en el aire. ¡No te acerques a la niebla! No sabía el por qué realmente Kokuo había comenzado a emitir niebla, pero esta no lo hacía para simplemente intimidar, esa niebla debía de ser muy peligrosa. El vuelo había comenzado, pero como suponía, no lo haría sin problemas. De pronto, las colas de ambos monstruos comenzaron a abalanzarse sobre mí. Varias venían a la vez, pero puedes esquivar prácticamente todas, excepto una de las del Sanbi, que atacó a traición. Por suerte al estar convertido en papeles, simplemente me reagrupé, pero noté que había perdido algo de fuerza, como si me hubiese chupado energía con el golpe. Giré para mirar a ambos a la vez, al cinco colas y al tres, viendo cómo estos recuperaban sus colas y la tortuga comenzaba a reírse. A mis espaldas se observaba un ente con mi mismo aspecto sin las alas, subido a mi espalda. No sabía exactamente lo que era, pero debía de usarlo para poder obtener todo lo que Kokuo era.

63 líneas

Jounin Spoiler: Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015

La batalla vivía sus primeros instantes, sentía como algo empezaba a quemarse en mi interior, la adrenalina llegaba a cada punto de mi cuerpo, ya que lo que estaba presenciando era algo especial. Una batalla contra un bijuu no era algo que se presenciara todos los días, no era nada comparable a pelearse contra otro shinobi, ya que no se tenía un límite impuesto, pues la capacidad de destrucción de una bestia con cola era algo fuera de sí.

Por lo tanto era obvio que habría que emplearse al cien por cien, demostrar cada capacidad y virtud para asegurar la victoria, y que mejor que en mi caso que hacerlo con el arte de manejar un filo, es por ello que, desde mi antebrazo emergió un enorme pilar de energía, un flujo de chakra fuuton se alargaba hasta los 5 metros para acabar en punta y cobrar la forma de una espada de doble filo, tiempo que aprovechó Tyr también para mover ficha, de tal forma que se elevaba metros y metros a la par que me alertaba de la peligrosidad de una niebla lanzada por el gobi desde la retaguardia. Al mirar por el rabillo del ojo hacía lo que tenía detrás, pude percatarme como desde mis lumbares nacía una especie de clon mio con apariencia etérea, sin expresión alguna y quieto, la copia no pesaba ni hacía ningún gesto, era algo de lo que debía conocer su porqué.

Había que centrarse, una neblina peligrosa por detrás y el sambi por delante, todo esto acompañado de la tensión que tenía con el sanbi, un pulso acontecido desde hace años y en el que no quería perder. Entonces me decidí rápido, ya que el sambi también lo estaba haciendo, pues a pesar de que era un bijuu bastante lento(he ahí su forma de tortuga) este se enroscó formando una gran masa dura y peligrosa que rotaba desde su sitio, cogiendo y cogiendo más y más velocidad, empezaba a ser una gran amenaza tal magnitud, por lo que frenarla sería una idea estupenda. Corría hacia la bestia con sello en mano, preparando lo que sería una enorme barrera de hielo que emergería desde el suelo y algo que me catapultara, la enorme bola giratoria ya corría contra mi, recortando metros, la carrera hacia ella también me distanciaba de la niebla, impacto en 3… 2…. 1….

Del mismo agua del suelo, un enorme bloque de hielo curvo emergió, de varios metros de grosor y con tal temperatura que quemaría y disminuiría la defensa del 3 colas. La aparición de tal barrera iba acompañada de un salto mío, impulsado anteriormente por un pilar de agua desde mis pies, formando una trayectoria parabólica hasta colocarme 3 metros por encima del sanbi, y soltando mientras estaba suspendido en el aire una gran carga de aire con la espada que sostenía. El bloque no era todo lo resistente como para frenar el ataque, pero si que lo retardaría y cansaría, pero con esto y el impacto de aquella potente onda de choque, el 3 colas se desestabilizaría y recobraría su forma.

El estruendo del impacto se hizo notar, y bastante, desequilibrando tal y como predije a la bestia mientras caía sobre ella por la acción de la gravedad, empuñando aquella gran espada, que se contraía hasta los 2,5 metros aumentando su filo, su potencia y letalidad. Cargaba mi brazo mientras calculaba los tiempos y la distancia del impacto contra el sanbi, tomando cierta horizontalidad en la caída, esta vez probaría la resistencia del caparazón de la tortuga. No le quedaba tiempo de reacción pues casi me tenía encima, incapaz de verme por su forma solo quedaba intentar herirlo, pero de repente una de sus colas apareció como si la cola de una vaca contra una mosca se tratase. No tenía mucha maniobra que hacer, y tenía dos opciones, bien la primera intentando mellar el caparazón impenetrable del 3 colas y que su cola me jodiera, o bien una segunda intentando contrarrestar su cola con el golpe que tenía pensado hacer, sin tener de forma clara como de malparado iba a salir, era un suponer que mejor. Contacto en 3… 2… 1… Bastante desplazado, mucho, a uno de los costados del sanbi, intentando recobrar la verticalidad mientras viajaba por el impacto, que había sido grande también, sintiendo el golpe en el antebrazo y la muñeca – Puede que no te vea Borsalino, pero se cada movimiento que haces… ¡Empléate a fondo! -

Estaba claro que sería inútil medirme contra la potencia de isobu, frente a frente, pero era consciente de todo el arsenal que podía desplegar para vencerle y no había mostrado nada más que una parte de él. Pero debía de ganarle con la cabeza, buscar su punto flaco, un punto débil que ahora mismo tan solo se me ocurría uno, su parte escondida, su barriga, quizás ahí si que podría abrir grieta, quizás por ahí podría meter baza. Ejecuté un sello con ambas manos, ya que la otra quedó libre, apareciendo 2 clones míos, uno a cada lado, efectuando los 3 un mismo movimiento de forma sincronizada, agarrando el mango de ketsue y desenvainándola, ahora me emplearía en serio, tenía los medios y la estrategia, había que lograrlo – ¡ Ahora iré de verdad Isobu! ¡Preparaté! -

~ 63 líneas ~

El clímax de la batalla se acercaba nada más comenzar ésta, no era algo premeditado y destinado, sino la elección de dos de los cuatro combatientes. Una lucha de larga duración contra dos de las bestias más poderosas del mundo sería una locura, es más, simplemente el hecho de enfrentarse a ellas como ahora lo estábamos haciendo era la mayor locura que un simple humano podría estar haciendo. En estos momentos, me encontraba elevado el aire, siendo observando por Kokuo la cual estaba tramando algo con la niebla que generaba mientras yo permanecía atento también a las acciones de Borsalino, el otro loco de los combatientes humanos. Observé cómo el tres colas comenzaba a rodar sobre sí mismo y la niebla se expandía cada vez más y más, algo que no podía permitir. Gracias a mi dominio del papel creé tres clones de mi persona formados por dichos papeles y dos de nosotros comenzamos a crear papeles para enviarlos donde la bestia de cinco colas, haciéndolos girar alrededor y embutidos en chakra fuuton para hacer que dicha niebla se viese envuelta en un tornado de papeles y no saliese del agujero central de dicho tornado.

Mientras esto se acontecía, el tercero de nosotros, el yo real para ser más exactos y el cuarto, creamos dos shurikens de un tamaño colosal con una gran cantidad de papeles. Dichos shurikens aumentaban su filo sin aumentar el número de papeles que los formaban para ellos, más bien su filo era aumentado por la energía característica de eso que llaman ninjas, creando una zona difícil de ver que podía cortar prácticamente cualquier cosa. Una vez terminado eso, las acciones seguían su curso, el Mizukage impedía un ataque en rosca del Sanbi y Kokuo comenzaba a lanzar lo que parecían rayos de energía intentando liberarse del torbellino de papeles, más mientras los controladores de los mismos permaneciesen intactos, seguiría con la misma fuerza, sustituyendo los papeles quemados y desintegrados por otros nuevos. Por supuesto esto no era todo lo que había planeado, primero, crear una cortina de humo, segundo, crear una distracción, tercero, hacer que Kokuo golpease a la tortuga, al menos para hacerle perder concentración, cuarto, golpear con la técnica previamente preparada, quinto, capturar con el ente que había aparecido detrás de mí el ente que Kokuo dejaba ver tras cada lanzamiento de sus ondas de energía, lo que comúnmente se conoce como bijudama o bomba biju.

Era hora de comenzar con el plan, los shurikens comenzaron a rotar a unas altas revoluciones y se incendiaron como por arte de magia, creando dos ruedas cortantes y penetrantes con la temperatura del infierno que bien podrían evaporar el agua que se encontraba en la zona si estaban próximos a ellas. Kokuo no era tonta, más como no le dejaba ver mi posición actual ni la de los clones, le eran imposible que alguna de esas bombas de energía consiguiera llegar a los controladores de las acciones. El primer punto estaba completo, ahora tocaba el segundo. La distracción sería yo ni más ni menos. Mis manos las dejé para controlar la técnica mientras yo me desplazaba entre ambos gigantes al momento en que Borsalino, preparaba lo que parecía su último golpe, dada su gran concentración a simple vista. Al colocarme en ese lugar, aun flotando y medio deshecho en papeles, la cortina de humo se deshizo sólo en la parte en la que estaba yo, para que Kokuo reaccionara ante dicha provocación mientras el resto de papeles seguían controlando la niebla. Odio tus estrategias contra mí, sobre todo si implica que golpee a uno de mis hermanos. Sonreí mirando a través de las gafas de sol mientras veía como el caballo delfín preparaba su ataque cual toro a punto de dar su golpe. De pronto, se abalanzó a toda velocidad sobre mí con la cabeza gacha, dejándome ver sus cinco cuernos. En lugar de realizar una explosión de energía como antes, simplemente usaría su cuerpo para destrozarme. Sin embargo, cual corrida de toros, siendo yo el torero con el capote, simplemente le atraje hasta el punto de que su ataque no podría frenarse dada su velocidad. Fue un toreo, si hubiese público me hubiesen aplaudido dado mi arte. Kokuo siguió su camino cuando yo me aparté, no podía frenar dada la proximidad y el agua del suelo que hacían que se resbalase. Dicha cornada fue directa a impactar al lateral de la tortuga, prácticamente por debajo de su caparazón, pero golpeando en el mismo y, con el levantar de la cabeza del cinco colas para recobrar su postura, la energía fue la suficiente como para levantar por completo al Sanbi, dejando su parte inferior al descubierto.

Eso no era todo, el tres colas debía ser vencido por Borsalino y el cinco por mí, por lo que la técnica que antes había preparado fue lanzada al momento de dicho impacto. Las dos sierras ardientes pasaron por mi derecha e izquierda, haciéndome parecer el pregonero de una carrera ilegal dando el inicio a la misma. Sin quedarme parado, cuando estas sierras golpearon a Kokuo hice que estos se dispersaran en miles y miles de copias de las mismas pero más pequeños al tiempo que agarraba, con el ente, esa copia de Kokuo que salía cuando lanzaba sus técnicas como ahora con la cornada. Los miles de golpes fueron tan intensos que arrastraron el cuerpo real de la bestia varios cientos de metros, hiriendo de gravedad su costado, aunque aquí dudaba mucho que muriese. Ese ente, se quedó en el sitio y fue absorbido lentamente por mi ente, dando por finalizada la corta pero intensa batalla contra mi bestia interior. Unos tokens de madera cayeron sobre Kokuo, apresando sus colas y su cabeza, dejándole totalmente a mi merced. Has ganado, me ha gustado luchar contra ti. Se le veía sonriente y yo también estaba mostrando esa mueca. Con mi control sobre dicho hecho, simplemente levanté las cadenas de madera que apresaban Kokuo, liberándole. No hay necesidad de encerrarte, como te dije, ambos somos uno, si uno muere, el otro también, si un esta apresado, el otro también. No hace falta decir que somos amigos, ¿no? Kokuo no dijo más, yo simplemente sonreí y me deshice en papeles para colocarme sobre su cabeza. ¿Borsalino habría terminado con el Sanbi?

72 líneas

Jounin Spoiler: Ryous : 500R Mensajes : 304 Fecha de inscripción : 05/01/2015

Tenía la táctica en mente, ya solo quedaba ejecutarla. Andaba algo alejado del lugar, lo suficiente como para poder tener una buena cobertura de visión, medía los tiempos, pero a la vez estaba pendiente del 3 colas, pues no me podía permitir que me la jugara. Cerca de los 20 metros era mi distancia con la ubicación de la tortuga, la cual se giraba y clavaba su único ojo en mi, él también tramaba algo, estaba seguro de ello y sabiendo que apostaría yo con algo grande, la orgullosa bestia con cola del océano no se iba a quedar atrás.

De modo que los 3 emprendimos a la vez una carrera contra Isobu, por el camino el filo de kentsue se alargó algunos centímetros en cuanto a su filo y longitud, quería mantener la mítica técnica del sable de samura activa para emplearla luego a fondo, pues iba a hacer falta. No obstante, pequeñas partículas de tonos claros y oscuros se arremolinaban en torno a la boca de Isobu, emitiendo un ruido intermitente, como si inflara un globo pero con otro tipo de sonido más energético, no era precisamente algo que se tomara a la tolera, aquella cosa que crecía frente a su morro me inquietaba, y a la velocidad con la que lo hacía, más. Pero sorprendentemente y como si de la nada hubiese aparecido, el 5 colas emergió desde el costado del Sanbi levantando todo él agua que cubría el suelo, una enorme masa en movimiento se dirigía con el 3 colas, arremetiéndole con violencia y levantándolo varios metros del suelo, esto provocó que esa esfera de energía se deshiciera, explotando en el rostro y haciendo que la enorme tortuga despertara unos berridos de supuesto dolor. Los 3 apretamos la marcha, vimos la oportunidad próxima ya que aquel impacto fortuito de la bestia de Tyr había solucionado en gran parte mis planes y problemas y era el momento de aprovechar dicha acción. Calculando distancias saltamos los 3 bastante alto, lo suficiente como para sobrepasar al bijuu de largo, y es que era irreconocible e inexplicable como dentro de aquel lugar este tipo de cosas podían ocurrir, tal salto seguramente fuera, sería muy difícil de aplicar naturalmente, empezaba mi movimiento para alcanzar el éxito.

Los clones se quedaron algo más abajo mientras yo subía unos metros más hacia arriba, después de esto todos caeríamos, no obstante me preparaba, llevé el brazo de kentsue hacia atrás, creando que el filo invisible que emergió de ella se alargara 4 metros de hoja y 4 metros de longitud, un autentico machete con la ventaja de no tener peso pero si de tener una alta capacidad de destrucción. Con la otra mano iba a ejecutar un sello, este sello provocaría que los 2 clones reventaran en el vientre de la tortuga, que a la par que caía daba algunos giros, tan solo había que prender esa mecha en el momento exacto - Si... no.... si..... no... si.... - contaba mentalmente, y dos terribles estallidos colisionaron con el cuerpo de Isobu, en su parte "más blanda" en teoría, mandándole y estrellándolo también contra el piso. Aprobechando tal rafaga acuática mantuve la misma mano para abrirla totalmente y extender el brazo hacia adelante, el impacto casi iba a ser inminente. Todo el agua que cubría las extremidades del 3 colas se endureció en hielo, hasta por la parte de su caparazón y colas, haciendo que la calamidad del mar se mantuviese fijo los pocos segundos que me hacían falta - Ahí va esto Isobu - me dije a mi mismo, mientras cambiaba la orientación de los brazos para asestar el golpe definitivo. El brazo que apuntaba hacia adelante paso a hacerlo para atrás, y el restante hizo lo contrario, trayendo consigo un tremendo haz azul intenso de dimensiones gigantescas. El poder de aquel ataque era inenarrable, pues había empleado bastante chakra y dependiendo de las dimensiones de la espada podía tener un mayor o menor poderío, kentsue tenía 4x4 metros de acción, algo descomunal y utópico para una espada corriente. Un majestuoso estruendo se hizo notar en aquel lugar, el poder de un Kage empleado para vencer a un bijuu.

Se desató grandes ráfagas de aire tomando como epicentro al bijuu hacia su alrededor mientras yo caía hacia la zona zero a la par que guardaba la katana y juntaba posteriormente las manos, colocando una sobre la otra. Me posé sobre el pecho de la inmóvil tortuga de cuclillas, tocándola con las manos, mientras aquella parte de mi se abalanzaba desde mi retaguardia hasta la parte de pecho que le correspondía, una gran superficie que estaba caliente y humeaba por su zona central. Quedaba rematar mientras aquella cosa recogía el poder del 3 colas - El golpe de gracia - musité ante la noqueada criatura, expulsando tras esto un gran torrente de chakra fuuton para acabar con la batalla, el chakra fuuton golpeaba y dañaba el vientre de la tortuga, terminando con toda probabilidad de que que el 3 colas recobrase un respiro y encontrara un momento para contraatacar. La energía arremetía contra la barriga y se dispersaba luego por los laterales y hacia el frente, incluso despegó mis manos de Isobu, el cual era notable que se estremecía mientras recibía el poder del jutsu, esto estaba finiquitado.

Finalmente cesó, dejando frente a mí una mancha oscura del daño que había provocado, mientras eso aquel extraño clon mío que brotaba desde la espalda aún seguía cogiendo chakra, amasándolo y almacenándolo en mi interior. Me levanté, caminé hasta la cabeza de la tortuga que aún seguía volteada, parándome en su extremo y mirando su inclinada cabeza, no se movía - Tampoco ha sido para tanto Isobu - le dije en broma, haciendo que este al fin reaccionara - No tienes porque quitarme más chakra... quitate de encima anda - dijo con una voz agotada. Haciendo caso de sus palabras bajé dando un leve salto hasta el suelo, por allí también se encontraba Tyr, separado de mi escena varios metros - Listo por aquí Tyr - dije mientras un ruido se levantaba a mi espalda, al pobre Isobu le costaba darse la vuelta como tortuga que era, y si no fuese por su 3 colas, sería una tarea algo dificil de hacer para él - Bueno mirame - dijo el 3 colas en primera instancia, recobrando el aliento - Esta bien, ganas... pero tampoco me he empleado a fondo para que lo sepas.... prefiero poner empeño en enseñaros a los 2 con la ayuda de Kokuo por supuesto en como crear una buena bijuu-dama.... de momento, choca el puño - dijo Isobu, alargando uno de sus brazos hasta casi mi posición, acercándome hasta él y haciendo caso de sus palabras.

El contacto se hizo, y con él mi cuerpo adquirió una apariencia extraña, extraña pero way, como si tuviese un traje de energía azulado que irradiaba poder, con extrañas marcas negras por algunas zonas del cuerpo, presentaba una imagen fabulosa e imponente, pero no tenía claro el porqué - Ahora el chakra de ambos es uno solo, no hace falta que me lo robes o me lo pidas, ya que a partir de ahora es el tuyo mismo también - dijo el 3 colas - Venga, vamos a ponernos con eso -

~ 83 líneas ~

El final para el combate de ambos humanos había dado a su fin. Por suerte o por desgracia, acabe ciertamente antes de que la batalla de Borsalino terminara y vi ese último golpe montado sobre la cabeza de Kokuo. Fue un espléndido, se pudo demostrar la gran habilidad de mi compañero de armas actual con el arte de las espadas, aunque dicho golpe fue agraciado por mi anterior retribución. El Sanbi parecía más atento a simplemente ver cómo demostraba su contenedor que era capaz de todo con tal de conseguir sus objetivos en lugar de como hizo Kokuo, dar todo a ser posible para que su contenedor se esforzara al máximo tanto mental como físicamente, tal y como me pasó a mi, pues yo era dicho contenedor. Tras dicho acto, el de conseguir todo el poder del monstruo de tres colas, Borsalino comprobó que yo ya había acabado y andaba observándole. Ya acabaste, nos ha costado lo suyo. Dije mientras saltaba de la cabeza de mi compañera y un manto, similar al de Borsalino aparecía. Un tono azul oscuro, con mi gabardina pareciendo estar quemándose en sus extremos, al igual que las mangas. En la cabeza se asomaban cinco tenues cuernos, dos frontales haciendo cuernos, uno bastante grande hacia la parte posterior y dos más junto a este último con distinto ángulo. Cuando toqué el suelo ya poseía el nombrado manto. Ya somos algo más que simples compañeros de armas, ahora compartimos nuestra alma hehe. Reí tranquilamente mientras Kokuo se levantaba. Di media vuelta para comprobar algo de lo que me había dado cuenta en mitad del combate. Kokuo, ¿qué era eso que me lanzaba mientras estabas en el tornado? Parecía que tardabas en hacerlo y tenía una gran potencia, tal como para destruir grandes partes del tornado. Kokuo empezó a reir y me miró fijamente para después volver a sentarse.

Antes de comenzar a hablar miró al Sanbi como si pareciese que ambos compartiesen la misma opinión. Esa es la técnica definitiva de un biju. Se llama bijudama y es una concentración de dos chakra distintos, el positivo y el negativo, 80% de uno frente al 20% del otro. Es difícil de controlar, pero ya que somos amigos, te lo enseñaré. Primero has de transformarte en mí, así que volveré dentro de ti y te hablaré desde ahí. El monstruo de cinco colas pareció volverse agua y entró por completo en mi cuerpo a partir del sello que había liberado anteriormente, el cual ahora permanecía en su forma original con una ligera diferencia que rompía el esquema del original. Una vez dentro, me dijo lo que debía hacer. Primero transformarme en ella, es decir, liberarla y quedar yo dentro del biju. Lo hice, aunque realmente fue bastante difícil en un principio, la primera vez ya comenzaba a acostumbrarme. Ahora tocaba entrenar la técnica estrella, la bomba de bestia con cola o bijudama para los amigos. El chakra positivo era fácil de reunir, era simplemente obtenerlo del chakra neutral, pero el negativo era algo más costoso dado su origen. En el primer intento, simplemente la bomba, al quedarse desequilibrada me explotó en la cara, golpeándonos a ambos, Kokuo y yo. Ugh, lo siento. Tranquilo, te avisaré cuando estés cerca. Para liberarla una vez la tengas, comprime el chakra y rómpelo por donde quieras que explote. Ante dicho consejo y ayuda no dije nada, simplemente proseguí.

Así fue señores, cómo tras muchos intentos de conseguir dicha habilidad, al final, mi biju, Kokuo me enseño a usarla correctamente, evitando así dañarme a mí mismo y a mi compañera de cuerpo. No sólo fue eso, sino que también aprendí varias estrategias y a usar el resto de habilidades que haber completado el modo control total del biju me otorgaba, como la capacidad de usar la niebla que antes había usado Kokuo en la batalla final, esa que evadí con un tornado de papeles impidiendo que saliese de un área concreta. Fuera del tema de la antigua batalla y sus detalles, había entrenado la mayor parte del tiempo tras haber vencido a Kokuo en una batalla que podríamos llamar justa en términos de número de combatientes. Ahora conocía el cuerpo de mi alter ego casi mejor que el mío, sabía que los cuernos tenían la mayor dureza conocida hasta el momento, superando la del diamante por varios cientos de veces. También para lo que servía ese cuerpo, era aerodinámico, obtenía una velocidad punta en muy pocos metros recorridos y también que podría usarse para nada a gran velocidad gracias a las cinco colas. En un principio, la transformación de biju no duró mucho, pero cada vez que la usaba duraba más y más, hasta que simplemente, podía usarla tanto como quisiera. Fuera del modo también mejoré en varios aspectos con otras habilidades y noté que tenía más fuerza y velocidad, notablemente con el manto y ligeramente sin él dado el enorme entrenamiento. También, cabe notarse que era capaz de realizar aquella técnica tan poderosa sin la necesidad de estar transformado en Kokou, simplemente con el hecho de estar en posesión de su capa de chakra avanzada podía realizarla con las manos.

Ya habíamos terminado, parecía que Borsalino también saldría conmigo de la sala, tal y como hicimos en primera instancia para ingresar dentro de la misma. La salida fue silenciosa, las puertas se cerraron a nuestro paso. Pasamos por la cascada, colocando una mano por sobre la cabeza para evitar una caída directa sobre la misma y que nos hiciese daño. Mientras caminábamos lentamente hacia la salida del pozo, tras haber descansado lo suficiente como para recuperarnos al cien por cien, observaba el camino para recordarlo, ya que no volvería a pisar este lugar en mucho tiempo o no lo haría jamás. Oye Borsa, no sé por qué me elegiste a mí ni como mano derecha ni como portador de Kokuo, pero te lo agradezco. Eres la primera persona que conozco en la aldea que confía completamente en mí, aún sin ser originario de la aldea. No dije más, estaba agradecido, simplemente seguí caminando, esta vez a una velocidad levemente mayor, adelantando al Mizukage para entrar primero en el pozo. Como habíamos hecho al entrar, realicé unos sellos y me licué completamente, entrando en aquélla tubería laberíntica que me llevaría directo a la aldea a la que ciertamente podría llamar hogar en estos momentos. Salí del mismo, volviendo a recobrar mi cuerpo, para observar el mercado desde aquél callejón del que yacían hasta ese momento papeles míos en la entrada, los cuales, volvieron a mí. Los jinchuriki de la aldea de la niebla, REGRESABAN.

72 líneas
456 líneas

The chicken is done

Última edición por Borsalino D el Mar Jun 09, 2015 12:15 pm, editado 3 veces

Y el humano domó a la bestia, la venció, con el fin de conquistar su inmenso poder y adquirirlo, pero sin duda el poder ganarse el respeto de Isobu era también equiparable a poseer su fuerza, la fuerza del mar, la del inmenso océano que comandaba a gusto y desde el momento en que nació. La gran tortuga de 3 colas estaba preparado para impartir y enseñarnos junto a su hermana algunas de las técnicas que poseen, técnicas con las que se caracterizaba cada bijuu, técnicas que quedaban más que lejos del alcance de la mano del humano sin la ayuda que requería, sin la sabiduría y la destreza de la bestia de la cual es portador o portadora. Es por esto que se podría decir que tanto Tyr como yo ahora mismo eramos verdaderos privilegiados por poder experimentar tal hecho, hecho que nos habíamos ganado justa y limpiamente por derrotar al bijuu que cada uno guardaba dentro, por lo que el contrato digamos verbal que teníamos cada uno debía de cumplirse por parte de las bestias, nos las habíamos ganado.

Ahora solo quedaba que ambas recuperasen un poco el aliento, me dirigí hacia Tyr dedicándole una mirada de complicidad devolviéndomela con un grácil comentario, pues el noble tipo que hice mano derecha tiempo atrás para ayudarme en tareas de Mizukage, aun sustentando el rango chunin había derrotado a su bijuu, algo admirable y épico. Quedamos uno al lado del otro poniéndonos en frente de nuestra respectiva bestia y esperar sus instrucciones, nos esperaba algo tedioso seguramente, pero si habíamos conseguido derrotarlas, poco nos podía frenar de ahora en adelante.

---------------------------------------------------------------------

- Si... sin duda esto une - le contesté a Tyr, aparentando ser como una especie de deidad al igual que él, me encontraba en un estado insólito para mi, pues a pesar de tener tal experiencia, nunca pude experimentar esta sensación. Estaba subido, controlando un poder en mi interior que permitía poder hacer cualquier cosa, casi cualquier cosa, había conseguido romper la puerta que me cerraba el camino a conquistar y domar algo ilimitado, pero que por fin conseguí.

Mi aspecto era difícil de describir, portaba una especie de traje llameante azulado con detalles blancos y negros que no desprendía calor junto con una especia de placas a modo de semi armadura que se asemejaba a la apariencia del caparazón del 3 colas, sin olvidar mi piel, que también tenía ese tono y dejaba ver trazos verticales similares a la piel del bijuu. El sanbi esperaba, pues pretendía con la ayuda del 5 colas enseñarnos tanto a Tyr como a mí, como realizar la bijuu-dama de la que hablaban, una técnica que al parecer requería un esfuerzo máximo pero que a su vez tenía un poder de devastación colosal.

Nos instruyeron a ambos, exhaustivamente, aprendiendo a como amasar el chakra en las cantidades exactas que nos indicaban las bestias, a manipularla, controlarla y finalmente usarla con un fin. Largo tiempo costó, era demasiada energía por controlar, demasiado chakra, un poder inestable pero con una capacidad para destruir asombrosa, pero habría que usarla razonadamente, o quién sabe, tal vez no. Finalmente aquello se completó satisfactoriamente, costó, pero se consiguió pulir y ejecutar correctamente siendo un logro total, como también lo había sido toda esta experiencia, ahora tocaba salir ya de aquí - Bien Tyr, salgamos ya de aquí - le dije al de mi quinta.

La oscuridad de nuevo nos invadía hasta el punto de reinar en la totalidad, de nuevo nos consumió hasta el punto de que no nos veíamos, pero una fina línea vertical de luz calida y parpadeante apareció, acompañada con el sonido del agua precipitándose, haciéndose más ancha y dándonos la salida de aquella sala mística - Si te digo la verdad, pensaba que ni de coña llegarías a esto borsa, no subestimo tu fuerza pero creía que esto superaba a cualquiera... mi respeto tienes - dijo el 3 colas ya desde dentro - Me gusta escuchar eso viniendo de ti - le conteste, sonriendo levemente en señal de satisfacción. Al fin fuera, ambos jinchurikis cruzamos la cascada para tomar el mismo camino que nos condujo a ella, recogiendo de paso la kubikiribocho pues la dejé antes de enfrentar el entrenamiento, entrenamiento que me había otorgado todos los poderes de isobu, desde crear y ejecutar la gran bijuu-dama hasta sentir cada ser de mi alrededor, era un gran plus.

Tomando el camino llegamos hasta la charquita donde acababa, donde brotaba el agua de aquella cañería que conducía a las catacumbas - Ya no volveremos más por aquí Tyr, por suerte - dije antes de descomponerme en agua y moverme entre el chorro de la tuvería que se unía con el agua de mis pies, ascendiendo rápidamente, siendo uno más con el agua hasta acabar llegando al pozo, haciendo saltar la tapa del pozo y desbordándome por su borde hasta tocar suelo, como si fuese el exceso de agua que se derrama de un vaso, recobraba por segundos me aspecto habitual desde la base de mis pies, llegaba la hora de retomar la villa, había que moverse.

~ 39 líneas ~

~ 460 líneas ~

The chicken is done

Fase 3 Modo Control de Chakra del Gobi
-Aprobada-

» Espadas de Kirigakure
» Moderación en Entrada de Kirigakure.
» Puesto de aves mensajeras de Kirigakure

Catacumbas de Kirigakure: CASCADA DE LA VERDAD

Catacumbas de Kirigakure: CASCADA DE LA VERDAD

Temas similares

Temas similares