Tyr
Jounin
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Sellos explosivos (5 Usos)
Ryous : 1400R Mensajes : 225 Fecha de inscripción : 16/02/2015
| Tema: Patrulla y reconocimiento [Misiones Rango D] "Pasado" Sáb Mar 07, 2015 2:37 pm | |
| El conocimiento hace la desdicha y en mi caso, era la de trabajar internamente para el superior de todos en la aldea. Mi nueva tarea sería la de evaluar los sistemas de seguridad que nos mantenían a salvo del atacantes externos, o eso es lo que pretendían, lo más seguro es que alguien con la confianza de atacar una aldea fuera capaz de evadir o simplemente inhabilitar cualquier sistema de seguridad. Me encontraba en mi nuevo hogar, más bien, mi nueva habitación, levemente mejor que la antigua, cuando la secretaria, a la cual supuestamente debía quitar el puesto, golpeó y abrió la puerta con toda la confianza del mundo sin importarle el hecho de que podría estar como mi madre me trajo al mundo. Tienes tareas que hacer. Extendió su brazo con una carta, la cual tuve que recibir prácticamente obligado. Sin decir una palabra la abrí y leí su contenido, tras lo cual me puse en pie y marché a terminar el encargo. Lo haré lo más rápido posible. Esa area mi forma de despedirme, desde pequeño no me hacía gracia este tipo de cordialidades. Lo primero que haría sería ir a la entrada, a comprobar si el sistema de sensores funcionaba correctamente, la tarea no era demasiado exhaustiva, simplemente era comprobar la seguridad.
Después de salir de mi nueva casa, en el edificio del despacho del líder, fui directo, sin titubear hacia el puente de la aldea. Unos minutos después, por fin me encontraba en el puente que daba lugar a la entrada, un puente de una longitud demasiado exuberante. En dicho puente se encontraban los puestos de vigilancia a los que debía realizar la inspección. Como de costumbre, golpeé la puerta del puesto varias veces para dar aviso de mi presencia y pasé dentro, donde se encontraban tres sujetos sensores. Tengo que comprobar que estáis capacitados para comunicaros con el puesto del otro lado, realizaremos una prueba de comunicación. Me habían informado que para realizar la tarea al menos dos tenían que concentrarse en la comunicación mientras el otro daba apoyo, por lo que realizamos turnos por rotación para comprobar que los tres eran válidos, el mensaje que enviamos era siempre el mismo. "Comunicación de prueba, respondan la clave". La clave era secreta para todos excepto los sensores de la entrada en general y siempre cambiaba dependiendo que quién comunicaba, es decir, cada uno tenía un fragmento de envío y recibo. La comunicación era correcta por este lado, ahora tocaba realizar exactamente la misma tarea en el otro lado del puente, por lo que me puse en camino. Caminando por el puente, como sensor y teniendo el conocimiento del sistema de espejos, comprobaba mediante ondas de chakra la muy leve atenuación que provocaban. Parecía que todo funcionaba correcto. Ahora tocaba realizar la misma tarea en el otro puesto. Las rotaciones fueron bien, excepto con una persona, un joven novato que acababa de llegar de la academia y no tenía mucha idea. Sin importarme los sentimientos del chico, su trabajo había terminado. No tienes la experiencia necesaria para realizar esta tarea. Serás sustituido por alguien más experto mientras practicas. El chico asintió con la cabeza y según mis indicaciones, le acompañe hasta la entrada de la aldea, cruzando nuevamente el largo puente. No se dijo nada durante el camino y en cuanto llegamos, le indiqué que fuera directo al despacho para que le asignaran un nuevo lugar donde estar para poder entrenar. No dejarás de trabajar como sensor para la aldea, irás al despacho a que te asignen un nuevo puesto más simple y que requiera menos esfuerzo para que puedas entrenar sin la presión que requiere la puerta. Llévale esto al kage. Le entregué el reporte de la misión, o mejor dicho, de la primera parte de la misma para mantener al tanto a quien le interesaban los resultados de dicho encargo. Por lo demás, la primera parte de la misión estaba terminada, la entrada ahora funcionaba correctamente y sin ningún tipo de deficiencia, por lo que tocaba adentrarse en los bosques con niebla para la segunda parte de la misma.
--------------------------------------------------------------------------------- Parte dos de esta aburrida misión de comprobación de la seguridad de la aldea, era algo importante, pero realizar comprobaciones no era muy emocionante que digamos, no como cuando tienes que defender a un mercader de personajes llenos de orgullo y los ves caer uno tras otro delante de ti, como si fueran hojas de papel. Tras despedirme del muchacho con un empujón para que avanzase, me puse de camino a al primera de las diez edificaciones que proporcionaban ojos y oídos a todo el territorio para la prevención de ataques externos, básicamente lo que había en la entrada, pero con un perímetro inmensamente mayor por contradictorio que pareciera al encontrarnos en una isla en medio del mar. La primera de las construcciones se encontraba aún lejos, aunque ya me hubiera adentrado bastante en el bosque. No era nativo de la aldea, pero había aprendido a orientarme sin problemas entre la espesa niebla que acechaba en todo el lugar, algo que realmente me confortaba al saber que cualquiera se podía perder por una equivocación. Caminando unos minutos más podía ver en la lejanía una de las atalayas del sistema de vigilancia. No había pedido ningún mapa a la secretaría, por lo que caminaría a ciegas de no ser un sensor como también lo eran los guardianes de la construcción. Una vez en la base, pasé por la entrada, oculta tras una palanca secreta. Al cruzar la entrada se cerró y ascendí por la enorme escalera de caracol que formaba era lo único que se encontraba en la atalaya. Se habían construido hace ya un tiempo, se notaba por el material, roca sólida, casi sin cimentación, obra de un experto en el uso de la tierra. Varios cientos de escalones después, alcancé la cima, la cual estaba custodiada por dos personas, cada una independiente que se comunicaban con las dos atalayas más aledañas a la actual. En este caso, la comunicación era prácticamente perfecta, o debía serlo, pues un fallo en una provocaría un gran punto ciego en el territorio, aunque con eso la comunicación de las contiguas a las faltantes mejorara enormemente. Para la comprobación, primero haría que ambos se intercambiasen para saber si podían redirigir correctamente la comunicación. En esta atalaya eso funcionaba bien. La segunda prueba era provocar interrupciones con mi comunicación, haciendo ruido en la que debía funcionar. Nuevamente, en esta funcionaba correctamente. La última prueba que realizaría sería la de cortar completamente la comunicación, haciendo que el que aún se comunicaba tuviera que realizar el doble de esfuerzo, aumentando el estrés, según parecía, ambos funcionaban a la perfección. La siguiente atalaya, la número dos se encontraba cerca de la costa, más que la anterior al menos. La distancia con respecto a la otra era mayor y con diferencia a la del puente, por lo que la caminata, de varios kilómetros, la tendría que realizar de cualquier manera. Un tiempo después acabé en la atalaya. Mismo sistema de seguridad, mismas comprobaciones. En esta ocasión eran dos "kunoichi", la presencia femenina se hacía mayor en las tropas de la aldea. Algo que de verdad era una alegría. Como esta atalaya funcionaba a la perfección avancé a la siguiente. Tuve que acampar en la siguiente, se había hecho de noche y tenía que descansar, no era tan joven como para aguantar día y noche vagando por todo un territorio. Cada edificación tenía todo lo necesario para cuatro personas y para vivir temporalmente allí, por lo que no me suponía problema el hecho de dormir en una de ellas. A la mañana siguiente proseguí con el trabajo. Todas, hasta la séptima funcionaban todas perfectamente, sin ningún tipo de deficiencia. Sin embargo, la octava tenía problemas, uno de los sensores había trabajado sólo durante más de cinco días y no se encontraba en plenas facultades, por lo que se tendría que tomar un descanso en cuanto el reporte de mi misión llegara a Borsalino y mandara un par de sustitutos para darles descanso. Por fin, al atardecer de ese mismo día, la encomienda terminaba, de todo el sistema de vigilancia, sólo había dos fallos, uno por falta de experiencia, el otro por cansancio, lo que me llevaba a pensar que el gobierno del nuevo líder no era malo, no tenía fallas y pretendía crear nuevos sensores capaces de realizar tareas complicadas. Con la misión acabada, partí directo, sin descanso hacía mi nueva casa. |
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