Edward emergió de entre la tierra, en un callejón oscuro dentro de la aldea. Su traje cubierto de tierra por su reciente batalla, y su mente bombardeada por pensamientos, todo bajo la dama solitaria y brillante que se erguia sobre el manto nocturno. De pronto, un sujeto salto de entre las sombras, con puñal en mano. Una mancha de sangre mancho el suelo esa noche, fria como el acero que corto la garganta de Nygma. Sin embargo, eso era lo que Edward habia estado esperando toda su vida. Un escape de este mundo que le habia arrebatado todo. No estaria solo nunca mas, no se preocuparia nunca mas, no se mortificaría nunca mas. -¿Mama? ... ¿Papa? Aquí estoy...-