Brujería

Tema: Brujería Sáb Ene 17, 2015 3:30 am

B R U J E R Í A

La casa de Noro se ubica a las afueras de la aldea de la Hoja a aproximadamente una milla. Esta completamente rodeada de naturaleza y es difícil de ubicar sin saber en que dirección ir. Únicamente aquellos que Noro admite la han podido encontrar. Posee forma de choza, siendo esta bastante tétrica en su exterior en complemento con los arboles que la adornan. Sin embargo, posee varios arreglos florales que la hacen mas acogedora. Su interior no tiene mucho espacio. Noro la tiene decorada en con varias estatuas hindú, calaveras entre otras reliquias y objetos extravagantes. Es bastante desorganizada, encontrándote miles de objetos en el suelo si te adentras en ella. La iluminación es poca y la que hay es con velas. Tiene olores a incienso y plantas naturales.

Tema: Re: Brujería Sáb Ene 17, 2015 4:14 am

{ P E R I H E L I O N }
C H A P T E R - I - H A U N T I N G

UNA singular lágrima corrió por la mejilla pálida de Noro, llegando al borde de su mandíbula hasta desprenderse y caer para perderse en la oscuridad que lo abrazaba. Sus ojos se notaban humedecidos, reflejando la luz filtrada de la luna en un hueco formado por las ondas de sus cortinas. Y es que había sido una larga noche, una noche de esas donde todos sus recuerdos lo atemorizaban. No era alguien que pudiese ser descrito como emocional pero en ratos de soledad era vulnerable, así como cualquier otro.

Demasiado ruido ondeaba por su cabeza; absorbía cada sonido como esponja, una incapaz de derramar el agua que la hacía tan pesada. El soplido del aire que escapa por los hoyos de la frágil estructura donde vivía, el movimiento de la maleza en las afueras, las gotas caer del lavamanos de su baño….tic...tic...tic...clack...clack...clack… Veía correr una imagen, como si la parte exterior de su córnea fuese compuesta de vidrio, reflejando en movimientos sutiles lo que parecía una masacre. Él solo estaba ahí con la mirada perdida, sin vida, ahogado en un abismo. El temor lo invadía, a ese ser tan frío y despiadado que parecía carecer de emociones. Podía oír gritos, unos más cerca otros más lejos, todos repitiendo su nombre con clara desesperación y merced. - Basta - Apenas alcanzó a soplar sin dejar escapar su timbre de voz. Inconscientemente empezó a rasgar con las puntas de sus uñas el borde de la cama, donde se encontraba ya sentado toda lo que llevaba la noche. Sin parpadear dejó escapar otra lágrima, aglomerando sus ojos desérticos de agua. La escena le era más clara ahora. Soñaba despierto, siendo él el protagonista de su recuerdo.

Veía las caras llenas de horror, de súplica suspirar una y otra vez su nombre. Podía verse acercándose a ellos a paso lento, sin darles alguna palabra y perdiendo con cada movimiento las voces aterradoras. Poco a poco su respiración tomaba las riendas de su escuchar, el movimiento de sí mismo y el eco pronunciado que creaban sus pies al pisar. Las caras borrosas de las almas se hacían cada vez más claras. Una y otra, pasando de ser un mero espectro a una figura sólida con sus propias características. Pero había algo que Noro no lograba entender. Cada vello de su piel se erizó en una contradefensa ante semejante horrorosidad. Él conocía a cada una de esas caras, reconociendo a todas al revelarse dentro de su mente. - ¡No! - Gritó por sus adentros en desesperación, nuevamente fallando en emitir correctamente su voz. La situación había vuelto a él, entendía lo que estaba reviviendo. Su corazón empezó a latir aceleradamente, podía sentir sus músculos contraerse y temblar de la frustración. La respiración profunda y claramente alterada mientras que sus nervios mandaban vibraciones de amenaza, como si estuviese al borde de morir. Encajó sus uñas negras en la madera que previamente había rasgado, penetrandola hasta formar pequeñas fisuras en ella. - Maldición. - Se dijo así mismo viendo como cada uno de sus conocidos moría a sangre fría a manos de él mismo. Degolló a cada uno sin remordimiento alguno, deslizando una oz de sangre fría solidificada por sus cuellos como si estuviese rebanando agua. Dejó andar un río por su cara, sin poder evitar despojar cada lágrima que caía. No se trataba de un juego despiadado de su mente, era simplemente su realidad de la cual no había salida.

{Noro fue obligado a matar a 6 de sus compañeros de cuarto a la edad de 5 años. Todos capturados para ser sujetos de experimentación y con los cuales creció desde bebé siendo para él como hermanos. Tras una operación de implantes, Noro quedó trastornado. Creó otra personalidad para salir de sus problemas, desarrollando una contraparte del niño que todos creían conocer. En uno de sus ataques de demencia su doctor y el cerebro del proceso de experimentación, se aprovechó de su situación encerrándolo en un cuarto con los otros seis. Después de dos días de estar apresado, Noro se descontroló acabando en la muerte de todos los presentes siendo esta una escena trágica, no sólo por ser niños sino también porque Noro no tuvo piedad, dejando los cuerpos decapitados y apenas reconocibles. }

...Cerró los ojos obteniendo control de estos después de horas, ocultando el rojo intenso de su iris. Se dejó ir, cayendo de espalda al colchón debajo de él donde extendió ambas manos hacia afuera con las palmas caídas hacia los lados. Algún par de palabras murmuró como si estuviese rezando. Todo regresaba a la normalidad, pero estaba drenado y completamente seco. Su olfato capturó la esencia del incienso que había prendido horas atrás, estimulando sus sensaciones hasta darse cuenta de lo que hacía. Decidió no moverse, esperando el ascenso del inevitable amanecer citando en un lenguaje desconocido algún que otro vocablo.

Om bhur bhuvah svah
tat-savitur varenyam
bhargo devasya dhimahi
dhiyo yo nah pracodayat

Jounin Mensajes : 43 Fecha de inscripción : 05/01/2015

Bajo un cielo casi iluminado por los rayos del sol las copas de los arboles se agitaban fuertemente por el viento furioso, hojas de los arboles se desprendían de sus respectivas ramas oscuras, en aquel bosque algunos arboles adoptaban un raro color oscuro en el tronco y sus ramas, dándole un toque tétrico. El viento parecía soplar una leve melodía que consigo llevaba hojas que rejuntaba del suelo, aves cantaban por el salir del sol, el cielo comenzaba a tomar un color mas claro y los rayos de luz parecían bañar los arboles y las aves.
Dentro de este escenario, un muchacho caminaba dando pasos cortos y lentos, de sus labios parecía salir un chiflido en el cual emitía un sonido agradable, este copiaba el sonido del viento con un silbido suave.
Las aves imitaron el sonido que provenía del muchacho miles de silbidos resonaban en aquel lugar al mismo tiempo [Cinsajos traviesos] Pensó, el albino callo por un segundo, dirigiendo su mirada al cielo, las aves cesaron al instante y entonces se dibujo una sonrisa en su rostro, el muchacho silbo dos veces y al mismo tiempo sonó sus dedos con el pulgar derecho. De pronto miles de aves bajaron de la copa de los arboles postrándose frente a el, Ken les dirigió su mirada plateada interesado[Aves entrenadas]Pero entonces analizo profundamente y se detuvo por un instante—Ho hechizadas…Debó estar cerca—Se dijo así mismo volviendo a silbar dos veces, las aves regresaron a su respectivo lugar y el joven siguió su camino aun silbando.
Había amanecido ya, nuevas aves resonaron el cantico del amanecer, el sol acariciaba la copa de los arboles y el mar de nubes parecía desprenderse de sus compañeras. El albino se detuvo frente a una choza vieja, miles de plantas de todo tipo habitaban a su alrededor y rápidamente Ken percibió ese aroma tan único de aquel lugar, prosiguió su camino topándose frente a la puerta de aquel lugar tan excéntrico, dio pequeños toqui dos toc..toc… Resonó dentro de la choza, pero nadie atendía, supuso desde luego que dormía, o tenia algún otro asunto atendiendo, así que decidió entrar por su cuenta antes de que alguien mas le abriese la puerta.
Al entrar al excéntrico lugar el aroma baño las prendas del muchacho, humo denso se percibía en el lugar y aquel incienso parecía tocar una parte de su alma llevándolo a otro mundo, Ken percibió de golpe la presencia de alguien mas, era a quien había venido a buscar después de largo tiempo[Balla…Parece que Noro se esconde de esta dimensión aburrida] Dirigió su mirada en el lugar donde se encontraba el hombre, mientras tomaba asiento en una de las sillas del propietario.

Tema: Re: Brujería Miér Ene 21, 2015 5:49 pm

Un enmascarado apareció en la habitación, salió de la obscuridad como una sombra silenciosa, nadie lo había visto nunca, nadie sabía quien era, él era eso, una sombra silenciosa, lanzó un pergamino hacia donde se encontraba el sujeto identificado como "Noro" la descripción concordaba. -Ordenes de Hokage-sama.- La sombra desapareció instantáneamente sin dejar rastro alguno, nadie supo quien era, nadie lo sabrá jamás.

Contenido del pergamino:

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Tema: Re: Brujería Miér Ene 21, 2015 6:29 pm

{ P E R I H E L I O N }
C H A P T E R - II - C O M R A D E

Un rayo de luz acarició la cara de Noro, causándole una sensación de cosquilleo que provocó el fruncimiento de su nariz y cejas. Aún estaba despierto, pero el molesto sol había interrumpido su meditación, la cual aun llevaba a cabo después del incidente nocturno con el motivo de calmar sus nervios. Se quejó con un sonido extraño, semi-abriendo sus párpados para dejar que sus ojos se acostumbraran al brillo, dándose cuenta que la culpa la tenía aquel hueco que seguía en sus cortinas. En eso pudo escuchar el chillido de la puerta principal abrirse liberando más luz y apagando momentáneamente la oscuridad del tenebroso hogar. - ¿Ken? - Dijo con la voz seca dejando caer sus pestañas para cerrar sus pupilas nuevamente. El tono de pregunta estaba demás pues sus habilidades sensoriales estaban más que bien activadas; medidas preventivas que tomaba debido a la paranoia que sufría. - Sabes bien que me molesta la luz, apúrate a cerrar la maldita puerta. - Escuchó la puerta sellarse y posteriormente los pasos del joven que hacían eco contra la madera del lugar. - Antes de tomar asiento, ayudame con las cortinas. - Le comentó suavemente y un poco condescendiente, sabiendo que el muchacho ya lo conocía bien y no se tomaría su humor tan a pecho. La oscuridad se apoderó del rayo de luz hasta apagarlo y Ken procedió a sentarse.

-...Esta visita es extraña. - Susurró intentando romper el hielo. Se estremeció parándose con paciencia de la cama en dirección a un candelabro de velas que se encontraba puesto sobre un buró con varios libros y hojas regadas. Con su dedo creo una llama de fuego, pasándola arriba de cada una ellas así revelando el estado deteriorado de la cera. La iluminación se derramó por el cuarto ocasionando que un cuadro a contraluz como aquellos del arte barroco. El juego de sombras provocaba una intensidad inusual en sus ojos, aumentando la saturación de rojo en ellos. Vio a su invitado directamente, examinando sus pequeños detalles faciales como la línea marcada debajo de sus ojos indicando la depravación de sueño. Noro no toco tema alguno, simplemente apreciando la presencia de su viejo amigo. No solían verse muy seguido a pesar de ser el único ser con el cual Noro se identificaba. Ambos tenían un pasado que los castigaba y eran tratados como solamente una herramienta para el beneficio de la aldea la que pertenecían. Además que Ken sufría de bipolaridad y podía llegar a ser igual o aún más peligroso que Noro.

Debajo de su manga sacó una aguja emanando un esplendor por su composición plateada. La dejo descansar contra sus dedos para pasarla al frente y así jugar con ella entre ellos. Tomó unos pasos al frente sin retirarle la vista aburrida que poseía y lanzó en un movimiento rápido la aguja, impactando en el antebrazo. El senbon perforó la piel del albino sin llegar a profundizar y no hubo derrame alguno de sangre. - Con eso podrás dormir mejor... - La seriedad se hacía notar en el comentario de Noro quien pasaría a tomar asiento enfrente de él, enseguida de una estatua dorada a la cual sólo podía apreciarse su base. Nunca preguntó el propósito del encuentro y esperaría que fuese él, su camarada, quien diera inicio a la conversación.

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Jounin Mensajes : 43 Fecha de inscripción : 05/01/2015

Al asomarse la silueta del hombre justo en el suelo, el muchacho albino se mantuvo con una sonrisa en su rostro. Noro lo recibió con una orden típica del hombre, pues este detestaba la luz por completo y los rayos del sol iluminaban la habitación con su fuerte resplandor, Ken hiso caso omiso y accedió a ayudarle a colocar las cortinas del respectivo lugar, de pronto la luz parecía extinguirse dejando solo un cuarto oscuro, hubo un breve silencio, pero el hombre recostado en la cama lo rompió al instante y agregando un comentario, el muchacho soltó una risa burlesca levantando la mirada hacia Noro.
De pronto un resplandor surgió de uno de los rincones de la habitación que provenía de las llamas que mantenían las velas de un candelabro colocado en un pequeño mueble, adornado por hojas dispersadas y libros justo a su lado; El rostro de Ken se ilumino por completo, dejando escapar su mirada plateada posándola en los ojos de Noro, el muchacho tomo asiento y mantuvo la misma mirada. En la sala parecía ser una guerra de miradas, ambos se observaron detenidamente estudiándose cada detalle, de pronto la mirada del albino entristeció un poco al mirar con mas detalle a su viejo amigo en el rostro del hombre, se reflejaba dolor y cansancio parecía haberse lamentado por varios hechos y Ken sabia de que sucesos se trataba, El joven entre cerro sus ojos y soltó un bufido de desesperación. En la mente del muchacho parecía reflejarse el pasado de su amigo, sangre, lágrimas y lamentos se apoderaban de su cabeza. La mirada de Ken parecía distorsionarse en un momento de desesperación, sus ojos parecían perder su color, su sonrisa se borro de pronto y aquellas marcas que se posaban justo debajo de sus ojos parecían resaltar en un tono oscuro. Justo en el momento, Ken cerro el ojo izquierdo en señal de dolor, dirigió su mirada en la aguja que permanecía en su antebrazo y rápidamente volvió su mirada en su amigo.
El hombre de la mirada carmesí enfoco su vista en el albino y de su boca salieron unas cuantas palabras que cambiaron al instante la mirada de Ken, los ojos del muchacho se volvieron luminosos y una sonrisa se dibujo nuevamente en su rostro representando por completo la inocencia que duerme dentro de el—Gracias Noro—Se escaparon las palabras de sus labios pálidos, Ken no solía recibir mucho aprecio por los demás, de hecho toda su vida fue utilizado a gusto de los demás, un esclavo de ordenes que seguir por parte de sus amos. El albino se levanto de su asiento y comenzó a merodear por toda la sala — El motivo de mi visita no solo es para deducir tu estado actual— Hiso una pausa—Veras…Me entere de la presencia de un nuevo Hokage, ¿no crees que deberíamos presentarnos? — Lo miro con una risa sarcástica en sus labios.
De pronto un hombre hiso acto de presencia en medio de la habitación, avisando que aquella llegada era por ordenes del Hokage, aquel misterioso sujeto le entrego un pergamino al hombre de la coleta y como acto final desapareció. Ken observo detenidamente al sujeto que apareció, al principio su conclusión era pensar que se trataba de algún truco de Noro, pero no era asi, al escuchar mencionar al Hokage no pudo evitar soltar una risa de ironía, espero a que aquel—Hmp, aparentemente el nuevo Hokage desea mover sus piezas del tablero…¿Me equivoco? — Agrego en tono irónico esperando la respuesta de su compañero.

Tema: Re: Brujería Sáb Ene 24, 2015 11:07 pm

{ P E R I H E L I O N }
C H A P T E R - III - T O O L

HABIA nuevo Hokage. Se apartó del mundo, transfiriéndose a sus inestables pensamientos sin tener noción del tiempo y espacio. El jounin tenía ya bastantes meses sin colaborar con la aldea permaneciendo la mayoría del tiempo en su choza, dando vueltas por el bosque, meditando, rezando y haciendo bastantes rituales. ¿Qué sería de él sin el kage predecesor? ¿Cuál sería su posición en la aldea ahora? Preguntas que rotaban interminablemente por su cabeza. Después de todo, Noro era un simple emigrante, uno que perfectamente podía ser despojado como un trapo sucio. Pero en realidad ¿eso era tan malo? De hecho, quizá era la opción que prefería.

Un individuo se filtró por las sombras, cubriéndose en ellas y haciéndolas sus amigas. Sin embargo, Noro ya sabía que venía y a pesar del pequeño momento de distracción, su reacción fue bastante abrupta. Al momento exacto de su aparición lanzó 3 agujas de entre sus dedos, perforándolo en puntos estratégicos para dañar los músculos y dejarlo inmóvil de las piernas. Su movimiento fue tan minucioso y sutil que Ken ni cuenta se dió y por su lado, Noro no hizo mención del acontecimiento tomando en sus manos el pergamino y dejando al anbu desaparecer. Lo abrió cuidadosamente leyendo el contenido sin mostrar emoción alguna. - Vaya. - Dijo, parándose de su silla y depositando el recado en el piso activando una técnica en el proceso. Después tomó dirección hacia chico, dando una pequeña pausa enfrente de él para verlo unos cuantos segundos. - Será en otra ocasión...Ken. - Estiró su mano, apuntando con la longitud de su uña directamente a la cara del albino y antes de llegar a tocarlo su figura pasó a ser intangible, esfumándose en pequeñas partículas de vapor que pasaron por su cabeza y desaparecieron en el aire.

Noro no podía estar más equivocado, los gobernantes eran todos iguales, y como culparlos cuando el poder podía corromper hasta el más bueno de los hombres. Sus cadenas estaban más que bien enterradas y por ahora volvería a ser lo de siempre: la herramienta secreta de la Hoja.

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Jounin Mensajes : 43 Fecha de inscripción : 05/01/2015

Ken visualizo detenidamente al hombre quien se había levantado de su asiento y se coloco justo frente a el, usualmente el albino suele adoptar un comportamiento agresivo cuando alguien se dirige a el de cualquier manera, pero con Noro era distinto. Para Ken aquel hombre misterioso era lo mas cercano que tenia, con quien podía apoyarse. Es por eso que el muchacho no se movió ni reflejo gesto alguno de defensa cuando el hombre de la mirada carmesí se poso justo frente a el y estiro su mano para tocarle el rostro, la mirada de ken era la misma sus ojos fijos en el hombre y una sonrisa dibujada a medio rostro, justo en el momento que Noro tocaria el rostro del muchacho se desvaneció al instante dejando solo a un Ken pensativo y neutral[Hmp parece que me rechazaron] pensó pero en tono sarcástico y burlesco. Ken dirigió su mirada de plata a la ventana que se encontraba justo a lado de el, observo el cielo que parecía cubrirse por grises nubes y la sonrisa se borro completamente de su rostro— Usar tu cuerpo como herramienta para tus superiores—Pensó en voz alta sin percatarse de ello y prosiguió perdiéndose en las nubes—A fin de cuentas, todos lo somos—Dijo con tono neutral al igual que su mirada, bajo el rostro y nuevamente una sonrisa se apodero de sus labios— creo que Noro no tendrá inconveniencia de que cuide por un rato su morada hasta que de cara—Agrego levantándose de su asiento y comenzando a merodear por el lugar.

Tema: Re: Brujería Sáb Ene 31, 2015 2:58 pm

La sombra se volvió lúcida entre las sombras, frente a él, se hallaba el albino identificado como "Ken." La descripción concordaba, había pasado un día de la partida de Noro y al parecer el individuo se había hecho propio del domicilio. El enmascarado dio unos pequeños pasos hacia delante.
-Hokage-sama solicita tu presencia.- Pronunció.
Desapareció en un instante, como sí nunca hubiera estado ahí.

Jounin Mensajes : 43 Fecha de inscripción : 05/01/2015

Un muchacho caminaba por la cabaña curioso de las pertenencias del dueño de esta, tomaba diferentes objetos, la mayoría se trataba de herramientas de brujería y al albino le llamaba la atención deducir cual era su función aunque la mayoría de las veces se quedaba simplemente con la duda. Paso el tiempo y el albino comenzaba a aburrirse, al parecer Noro tardaría bastante así que estaba decidido a irse del lugar, cuando yacía frente a la puerta de aquella vieja cabaña detecto la presencia de alguien mas justo tras de el. Dio un giro brusco hacia el hombre de las sombras y lo miro detenidamente, pero su desconfianza duro poco al ver que aquel hombre estaba enmascarado al igual que el anterior y so puso bien en pensar que se trataba del hokage. Aquel hombre tenia un mensaje, aquel mensaje especificaba que el líder de la aldea solicitaba la presencia del muchacho. Ken sonrió y simplemente asintió con la cabeza y salio del lugar para dirigirse al despacho de su líder