Establecer un modo de viaje, una forma muy astuta de guardar energías antes de la batalla y cautela además, si bien podría tardar un poco pero la prudencia frente a aquellos guardias de aquella aldea era lo primordial, los contactos de los guardias con los mercaderes que provenian de diferentes aldeas era de gran ventaja.
Unas cuantas monedas y se hizo un acuerdo, todo estaba preparado, una mochila simple para que no estorbe en el camino y unas comida baja en calorías, y muy ricas en vitaminas, el viaje iniciaba de esta manera, de cierto modo el respeto de parte de los guardias se habia ganado y de esos beneficios gozaba, fieles cual perros, se arrodillaron hasta que en un momento la persona a la cual admiraban habia desaparecido de su vista y de la luz de sus antorchas, entre la oscuridad de la noche.