El pánico esta en las calles, los gritos eran incesantes, la locura de la gente empeoraba la situación, según informes y por lo que se podía notar, dos criminales sin identificar y sin saber sus verdaderos motivos destruyeron la entrada de la aldea y el centro de la ciudad, yo me encontraba por la ciudad para saber si podía ayudar en algo, un informante de la aldea se acerco a mi y me dijo -Lleva a todos al refugio, quiero que las personas que quedan vivas, estén a salvo. sin más que decirme el informante se fue,  entonces recordé que existe un refugio oculto detrás de la aldea, opuesto a la entrada, me subí a un techo de una casa, mientras señalaba extiendo mi brazo derecho la parte posterior de la aldea, grite -¡Tranquilos, por favor mantengan la calma! ¡En forma ordenada vayan hacía allá! la gente se tranquilizo al menos momentáneamente, caminaron despacio y ordenados hacía atrás de la aldea, mientras todos avanzaban los cuerpos de los heridos ahora eran visibles, cuerpos llenos de sangre y golpes, uno de los edificios más grandes del centro de la ciudad se empezó a mover, era de esperarse que se cayera ya que había sufrido grandes daños en su estructura, la multitud enloqueció al ver tal movimiento del edificio y empezó a apresurar su paso mientras gritaban y empujaban al resto, el edificio empezó a caer, debajo de este había un niño y una niña aproximadamente ambos con 6 años, aparecí entre los niños, con mi brazo izquierdo agarre al niño y con el derecho a la niña, y en un simple y rápido movimiento desaparecí por unos segundos y aparecí cerca del grupo que iba al refugio, el edificio había colapsado, el choque de este contra el suelo creo mucho pánico además de polvo, solté a los niños y los deje ir con el grupo, corrí hacía la ubicación del refugio y abrí una puerta que triplicaba mi tamaño, esta puerta estaba en el suelo rodeada por un par de Anbus, me aleje de la entrada para poder observar que todos entraran, la gente seguía angustiada y los gritos no se detenían a pesar de que ya la mayoría se encontraba a salvo. Los Anbus cuidaron de la entrada mientras yo me alejaba en busca de más sobrevivientes, el camino estaba lleno de cuerpos, ya empezaba a sentirse el intenso olor de putrefacción, las casas cubiertas en llamas, el polvo moviéndose de lado a lado, las estructuras de edificios y casas estaban completamente dañadas creando la posibilidad de más destrucción.

Aproximadamente a 10 metros de mi observe como una señora embarazada estaba sentada y hacía respiraciones muy rápidas y superficiales en una esquina, me acerque y pregunte -¿Señora se encuentra usted bien? a lo que la señora respondió con enojo y frustración -¡NO! Ayúdame creo que estoy en labor de parto. Yo no tenía conocimientos de medicina, entendía el porque me respondió con ese tono y le dije calmado -Yo no soy médico, pero la llevare al refugio, ahí hay muchos médicos que la atenderán adecuadamente. Las lagrimas de la señora se hicieron notar su esfuerzo era obvio, la levante con mis brazos recargandola sobre mi pecho y corrí en dirección al refugio, llegando a la entrada del refugio grite -¡Requiero de un médico! un Anbu se acerco a mi, tomo a la señora que me agradeció por traerla y se metió con ella al refugio, mi deber era todavía seguir buscando cualquier otro sobreviviente, regrese de nuevo al centro de la ciudad en busca de más personas que estuvieran vivas, el único sonido que era perceptible era el sonido que hacían las llamas al ondear de un lado a otro, a lo lejos se podía observar como los muros se estaban desmoronando, una nube de humo y polvo se elevo rápidamente a lo lejos, me acerque para observar si alguien estaba bajo los escombros, estando tan cerca note tres cuerpos, dos de ellos eran de mujeres que al parecer no tenían ni pulso ni respiración, pero el otro cuerpo era de un señor mayor de edad que no tenía una de sus piernas por lo tanto estaba en un grave nivel de hemorragia y que parecía estar respirando forzadamente causada por la misma perdida de sangre, tome del señor y lo subí en mis hombros sin siquiera pensar en que podía estar muerto, lo traslade al refugio, al llegar volví a gritar que necesitaba de un médico, uno de los Anbus que estaba de guardia se acerco, agarro al señor y se metió sin siquiera decirme si estaba o no vivo, me encontraba cansado por tanta ida y vuelta pero era mi deber como ninja de Kumogakure y como Gennin, volví a regresar al centro de la aldea.

Al estar en el centro de la aldea de nuevo, revise la entrada de todas las casas, para saber si alguien pedía auxilio, mientras pasaba de casa en casa revisando las entradas con cada paso que daba aplastaba un charco de sangre y demás fluidos, estando cerca de las entradas de las casas eran más obvios los cuerpos, ahora se podían ver con amputaciones y con fracturas obvias principalmente en el cuello, al pasar por una casa escuche una voz muy baja -Ayuda... pero a pesar de ser una voz casi imperceptible era lo suficientemente clara para entender que pedía ayuda, entre a la casa y en la cocina se podía observar a 4 personas, una de esas personas era un niño de aproximadamente 5 años con fractura y penetraciones mortales causadas por algunas varillas de la casa y rodeado por un charco de sangre oscura, las otras 3 personas (un señor, una señora y un joven) estaban apretando las fracturas pero era más que obvio que iba a morir por la hemorragia tan grande pero lo que al parecer era su familia se negaba a aceptarlo, el señor me grito -¡Ayúdanos! Tenemos que llevar a mi hijo al refugio. Una tristeza profunda me hizo sentir ya que no había nada más que hacer por ese niño que no podía ni abrir los ojos, me acerque y tome el hombro del señor mientras le decía calmado y con un tono serio -Lamento lo que le voy a decir señor, su hijo tiene heridas mortales y por lo tanto no lograra sobrevivir al traslado, no hay tiempo que perder debe dejarlo ir. El Señor entro en llanto junto con su esposa y su hijo mayor ya que me escucharon, el señor se levanto junto con su familia y me dijo cubierto en lagrimas y con las manos llenas de sangre -Por favor, llévelo al refugio, solo para tener su cuerpo y enterrarlo luego. me acerque al cuerpo del niño y lo subí sobre mis hombros, el niño dejo de sangrar ya había perdido toda su sangre, con los padres detrás de mi avance hacía el refugio, al llegar le entregue su hijo al señor, su esposa con una sonrisa falsa me abrazo para agradecer el que siguiera buscando personas, la familia entro al refugio mientras lloraba, volví a regresar a buscar personas, ahora estaba un poco triste porque el niño no tenía la culpa de la desgracia que estaba ocurriendo en Kumogakure, mientras caminaba lentamente por la ciudad en busca de más personas encontré un libro en el suelo, lo levante y al abrirlo solo tenía una hoja y esta decía...



Arranque la hoja y la guarde en mi bolsillo, tire el libro a un lado y seguí caminando, la hoja serviría para el futuro, para recordarme que una persona puede perder muchas cosas y superarlo pero nunca podrá superar la perdida de alguien cercano. Observe a todos mis ángulos, la ciudad por unos momentos estuvo en completo silencio, ya todos los edificios y casas estaban destruidos, la sangre y demás fluidos se encontraba estancada en las calles, los cuerpos de personas inocentes se encontraban petrificados, las aves no se acercaban a la aldea, los animales rastreros se ocultaban, las hojas de los pocos árboles restantes no hacían ningún tipo de movimiento, las llamas que cubrían gran parte de la entrada y del centro de la aldea se extinguieron en su totalidad, ninguna pisada más aparte de las mías, parecía como si el tiempo se hubiera detenido por tanta crueldad, como si la paz fuera posible. Momentos después de apreciar la tranquilidad al notar que nadie más podía ser localizado junte mis manos y realice sellos, al terminarlos lo único que podía localizar a 80 metros de diámetro eran animales muy diminutos, me acerque a la entrada del refugio y le dije a los Anbus con mirada perdida y con un tono serio -Cierren la entrada al refugio, no queda nadie más. Entre junto con los Anbus que cerraban por dentro, sellado total del refugio, esperando que todo se acabara o que el Raikage se acercara a la entrada y dijera "Todo esta bien".