Desde antes de ingresar a la zona del examen, digase a los edificios de bienvenida, habia retomado la venda en mi rostro y el bastón en mi mano. Era un "Shinobi ciego" para cualquiera que me viese, incluso para aquellos de mi propia aldea, tenia apenas unos dos dias, tal vez tres en acción. Mi "paso" por la academia fue realizado en un evento especial de 1 hora, en los cuarteles del clan, basicamente era un "don nadie" o mejor dicho, un "don nadie ciego". Al llegar frente a los examinadores, les inquiri sobre las diversas reglas y me informaron de todo, así como me entregaron una bolsa con diversas armas y un pergamino, uno que pregunte cual era, todo por mantener el papel. Me informaron entonces que se trataba de un pergamino del cielo, así que les pedi un hilo o soga para atarlo a mi bastón, me complacieron y entonces mi pergamino, el pergamino del cielo, se encontraba colgando del tope de mi bastón. Con cada paso que daba, podía sentirlo chocar contra mi mano derecha, la cual era mi mano guia.

Me indicaron donde debía dirigirme y me movilice con rapidez, según mis movimientos y mi seguridad al andar, daba la impresión de ser un ninja sensorial o algo similar, no me tomo demasiado tiempo posarme en la puerta de lo que seria el campo 1. El pantano negro que según las informaciones era bastante "amigable" si uno toma esas cosas en consideración. Libere un suspiro y avance tranquilamente, no sin antes activar mi Byakugan por una fracción de segundo y peinar todo el campo, memorice las zonas fragiles, los puntos de peligro y note diversas formas de vida que posteriormente descubriria si eran animales, personas o simples plantas con mucha movilidad, de cualquier modo, desactive mi dojutsu con rapidez para no dar espacio a los sensores a sentir mis habilidades, lo más probable es que hubiese más de uno en aquel examen y no deseaba ser quien descubriera sus aptitudes primero, habiendo desactivado la tecnica ocular, mi chakra se volvio nuevamente ordinario, incluso, la mayor concentración se centro en mis pies pues al haber visto ya el campo, sabía que concentración necesitaba para andar sin problema alguna sobre toda la superficie.

Los pasos comenzaron a tornarse más continuos, avanzaba con tranquilidad, sin preocupaciones, aguardando por alguna señal de otra persona, buscando celosamente a alguien más, necesitaba el pergamino de la tierra y habría alguien en mi campo que lo tendría, sin embargo, no sentia señales de otras personas, así que simplemente me mantuve caminando, adentrarme al pantano parecia la unica opción, ya fuese para hallar lo que buscaba dentro o simplemente escalar a la siguiente zona y aspirar a encontrar mi objetivo allí. Una leve sonrisa se dibujo en mis labios mientras tomaba "en serio" la tarea de recorrer aquel campo tan peculiar, mi trayecto era irregular porque, sabía que habían zonas de peligro en mis pasos y las evitaba tomando en consideración el mapa mental que me había construido en el breve tiempo que utilice mi dojutsu, su alcance era perfecto para peinar zonas con rapidez y no necesitaba del mismo todo el tiempo, pues había aprendido a no depender del mismo.

Jutsu:

Mi avance parecia no tener freno, nadie se había acercado a mi, nadie había hecho acto de presencia. Si fuera otro, diria que habían pocos participantes y que el terreno era demasiado grande más siendo quien era, supuse que simplemente cada persona estaba enfocada en su mundo y tratando de adaptarse a la locura que nos habían lanzado en la cara, me detuve en seco y con mi bastón golpee un arbol reconociendo que estaba a menos de un metro de distancia, perfecto. Un sonido me llamo a la atención, era relajante, y se acrecentaba a cada instante, seguido de esto un par de gotas humedas bañaron mi rostro. -Lluvia- Pense sonriendo placidamente, para luego retomar mi seriedad caracteristica. No se trataba de un jutsu, sino más bien de un cambio climatico iniciado por los examinadores, una vez más mis planes parecian estar en letargo y no había nada que pudiera hacer para cambiar eso, sino tal vez cambiar por completo mis planes.

Era inaceptable para mi persona tener que incurrir en tantas molestias para probar mi valia, ese no era el modo en el cual me habían criado y estar a la defensiva comenzaba a cansarme, no cambiaria mi plan, no sucumbiria ante la voluntad de los examinadores más si traeria uno que otro impulso a mis maquinaciones. El arbol estaba a menos de un metro, salte a este y lo escale por completo, recordaba bien las especificaciones del lugar, los animales semi-acuaticos que rondaban la zona, mientras subia sabiendo que la concentración más fuerte de chakra se encontraba en la planta de mis pies, concentre chakra igual en mis ojos para activar por segunda vez mi dojutsu, tan solo por unos instantes, peine la zona de manera secundaria, divise a los cocodrilos, su tamaño, su capacidad de combate según el chakra que poseian, aun siendo animales tenian un chakra, todo lo organico lo poseia más algo extraño se notaba en aquellas bestias de fantasia, eran inconcebibles más por otro lado, ese no era mi problema. Los arboles de la zona estaban lo suficientemente unidos como para permitir un trayecto "aereo" más a la vez, estaban lo suficientemente separados como para obligar a dar un salto de chakra y quedar a la "interperie" por "demasiado" tiempo, siendo propensos al ataque de una de las bestias previamente mencionadas o incluso alguna otra que rondase la zona en silencio.

La precipitación era especificamente para cambiar la composición de la arena que ocupabamos, así que no había otra opción que avanzar o enfrentarse "eternamente" a lo que fuera que saliese del agua, y si la lluvia no iba a concluir, entonces basicamente era una señal de que las bestias no iban a dejar de "aparecer". Era divertido en cierto modo tener que lidiar con inconsistencias como esas, tener que trabajar con lo ilogico para alcanzar la victoria o al menos colocarse más cerca de la misma. Por otro lado, mi avance había tomado quizas unas tres horas, no había corrido ni trotado, sino simplemente caminado para esperar algún ataque o intervención, tal vez los demás habían hecho lo mismo o incluso cosas peores como quedarse estaticos, tal vez por eso nos obligaban a correr hacia la siguiente zona, pero si ya estaban "desesperados" por probarnos, tal vez la siguiente zona igualmente estaria completamente distinta a como la habíamos imaginado, eso conllevaba otra alteración indirecta a los planes formulados, más de ese consistia el examen, de probar nuestra capacidad de adaptarnos.

Había invertido unos cinco minutos en las cavilaciones, el salto de los cocodrilos ya comenzaba a acercarse a mi posición, debía agradecer que no podían escalar el arbol aunque no tentaria mi propia suerte, mi byakugan habia sido desactivado dentro de los primeros 30 segundos luego de haberlo utilizado, el campo volvía a ser claro en mi memoria. Sin escatimar esfuerzos y habiendo ya comprendido el ritmo de los saltos, el tiempo que les tomaba realizarlo, la fuerza que les requeria y el intervalo entre cada cocodrilo, inicie mi avance, saltando entre un arbol y el siguiente a una velocidad que era digna de un experto en el manejo de chakra, no desperdiciaba absolutamente nada y con esto, el Shinobi ciego se alejaba de la zona 1, reconocia que el esfuerzo era considerable, no el gasto del chakra pues eso lo tenia cubierto, sino el esfuerzo de realizar el calculo perfecto en cada ocasión y accionar de una manera u otra según lo ameritara la situación, tomaria un descanso en la siguiente zona, me adecuaria al campo de una manera distinta y empezaria a tomar la iniciativa desde temprano, ser un "titere" no iba para nada conmigo. Un ultimo salto me coloco entre un enorme charco de agua y la masa acuosa que dividia la zona en que me encontraba de la siguiente, la atravese con rapidez para evitar un encontronazo de ultimo minuto con alguna bestia que quisiera pasarse de divertida u ocurrente, durante el paso, todo mi alrededor, el clima y muchos elementos más se tornaron distintos...

Jutsus: