Una carreta, tipica de mercaderes a un lado del camino que se encontraba intransitado, mientras desmontaba el caballo, las personas de la carreta sabian cual era su deber, las monedas que habian recibido como pago era lo que los motivaba, el tipo de trato de confianza hacia imaginar que muchos pactos ya se habian realizado con anterioridad. Era pues una distancia prudente y aun fuera del control que la aldea de la roca mantenia, para ellos era importante la comodidad de su recien llegado cliente ofreciendole asiento además de unas pequeñas armas de autodefensa, uno conduciria la carreta y otros dos estarian escoltandola con caballos, además de cumplir con eficacia su labor, ellos ya conocian el camino que se debía tomar, todas las indicaciones y peticiones habian sido recepcionadas y aceptadas, por lo que no tardarían mucho en cumplir con llevar su carreta al lugar estipulado.